𝐇𝐄𝐈𝐑𝐄𝐒𝐒 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝|

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╚» ᴀᴄᴛᴏ.ɪɪ «╝

━━ 𝙃𝙀𝙄𝙍𝙀𝙎𝙎 𝙔 𝙇𝘼 𝘾𝘼𝙈𝘼𝙍𝘼 𝙎𝙀𝘾𝙍𝙀𝙏𝘼

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Alaska se miro una vez más al espejo y sonrió para luego ir en busca de su hermano, Harry como de costumbre estaba haciendo el desayuno.

— Feliz cumpleaños Harry! — Dijo Alaska abrazándolo por la espalda.

— Feliz cumpleaños hermanita! — Dijo Harry correspondiendo el abrazo.

Un año más, para muchos era terrible pero para otros como este par era completa alegría, amaban cumplir años y saber que el verano estaba pronto a terminar eso significaba que volverían otra vez a Hogwarts.
Ansiaban ver a sus amigos y más, abandonar esta casa y a sus tíos e insoportable primo.

— Es una pena que no tengan pastel — Dijo Dudley burlándose de ellos mientras comía un panecillo que le había comprado su madre.

— Mejor así no rodamos como tú! — Dijo Alaska defendiendo a ella y a su hermano.

Seguía siendo la misma protectora y más aún cuando sucedió aquel encuentro con Voldemort y su madre dijo que cuidase de su hermano.
Alaska cada vez se iba volviendo una linda niña ya había pasado de altura a Harry y sus facciones de niña estaban madurando de a poco.

— El señor Tumnus se ha escabullido en la habitación de los tíos y ha recogido nuestras cartas — Le susurro Alaska a su hermano con felicidad.

Cuando Harry termino de hacer el desayuno y luego limpiar todo fueron hacia su habitación y junto a su hermana leyeron esas cartas que les enviaron sus amigos.

— Tienes más que yo, quienes son esas dos cartas? — Pregunto Harry.

— Una es de Wood y la otra de.... Malfoy? — Ambos se miraron sorprendidos.

Pero la niña prefirió leer la carta ella sola, para su sorpresa y sin saber como, el rubio la felicito por su cumpleaños al igual que Oliver.
El muchacho ansiaba verla y comentarle las nuevas estrategias de juego para el próximo torneo.

De pronto la puerta fue abierta dejando ver al tío Vernon y a Dudley quien tenía una expresión burlesca.

— Que es eso? Les he dicho que nada de magia en este hogar, niños raros — Dijo el hombre.

Luego de una equivocada llamada de Ron y algunas cartas de los otros niños el tío Vernon se enteró y les prohibió cualquier contacto con esa gente.

— No volverán jamás a ese lugar! Los han vuelto locos y son un mal ejemplo para Dudley — Decía el hombre mientras cerraba la puerta con seguro —. No voy a permitir eso. Por cierto niñita te quiero bien vestida a las 7 y nada de cosas extrañas, me oíste.

Ninguno de los niños supo a que se refería el hombre, ¿porque debía arreglarse la niña?
Con ayuda del erizo de Alaska lograron enviar algunas cartas para que se las entregará a la lechuza de Harry.

— Porque me querrá para las 7? — Pregunto Alaska a lo que Harry se encogió de hombros.

[...]

Estaba demasiado incómoda ante la mirada de los amigos de sus tíos. La pareja había venido a cenar para conocer a la futura esposa de su hijo, aún que eran niños ya querían planear la boda cuando cumpliesen 18 años.

— Es una niña muy linda y elegante, me parece que está puede ser la correcta — Dijo la mujer examinando a Alaska de pies a cabeza.

— Que te puedo decir, no nos gusta presumir pero la hemos criado de maravilla — Dijo la tía Petunia abrazando por los hombros a Alaska.

La niña la fulminó con la mirada y sintió un pequeño piqueteo en su brazo.

— Bien, nuestro pequeño Alexander está en su juego de polo por eso no ha podido asistir pero el próximo viernes vendrá para conocer a su futura esposa — Alaska casi se atraganto con su propia saliva al oír eso.

Estaba por entrar en desesperación pero recordó que pronto volvería a Hogwarts y que nada de eso sucedería.

— Estaremos encantados de recibirlos — Dijo tío Vernon sonriendo.

En ese momento un pastel flotante comenzó a verse, Alaska se aguantaba la risa y los Dursley miraban aterrorizados. La tía Petunia intentaba generar más conversación para distraerlos, Harry se apresuró un poco para atrapar al pastel pero fue muy tarde ya que cayó sobre la cabeza de la mujer.
La muchacha estallo a carcajadas y Dudley estuvo apunto de hacerlo pero con una mirada reprobatoria de su padre no pudo hacerlo.

— Corre — Le susurro Alaska a su hermano.

Los gemelos se dirigieron a su habitación dejando atrás el gran alboroto que se creo en la sala. Luego se oyó los gritos de sus dos tíos, así que tomaron sus manos y se prepararon para lo peor.

[...]

El tío Vernon los dejo sin comida y los encerró en su cuarto todo el resto del año, eso decía él, pero en la noche comenzaron a oír como las rejas comenzaban romperse.

— Harry? — Se levantó Alaska al oír un ruido extraño.

Los hermanos se levantaron ante el ruido que provenía afuera más los gritos de su tío Vernon.

— Harry, Alaska! — Era Ron junto a sus dos hermanos mientras conducían un auto volador.

— Weasley! — Chillo Alaska de emoción.

Los golpes de la puerta los alarmaron. Ron los ayudo a subir sus cosas y a ingresar al auto, pero en ese proceso Vernon tomo el brazo de Alaska para detenerla.

— No se irán de aquí! — Decía el hombre.

Harry al igual que Ron tomaron las manos de Alaska y el tío Vernon el pie de esta. Ambos tiraban para un lado y el hombre por el otro pero ante una pequeña oportunidad la jovencita le dio una patada en el estómago al hombre causando que su tío la soltara.

— Están listos para irse?

— Vámonos ahora gemelos! — Ordeno Alaska.

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Rápido y seguro jaja, aquí comienza el segundo acto y espero que les guste mucho 👏😏❤️