3.ALUCINACIONES

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Tome un gran suspiro al sentir el delicioso olor a salmón fresco con ajo, la chica de aspecto joven colocó el plato en frente de mi, lo mire y había un gran trozo de Salmón, espárragos, rodajas de limón, ensalada de aguacates, con tomates, lechuga, nueces, y menos de media cucharada de puré de papas, mire a Aiden disgustado. Ya no se que me sorprende más el hecho de que me quieres tener prisionera en tu casa o el hecho de que me dan menos de media cucharada de puré de papas, dije disgustada, Aiden tomó su tenedor y empezó a comer su comida, aquel tenía un plato de langosta, con puré de papas, y espárragos.

Me levanté de la mesa, aquel alzó su mirada, limpiando sus labios con la servilleta,

- ¿Adonde vas?

Trague bruscamente, diciendo, me iré a casa, necesito dormir vendré mañana temprano a terminar el trabajo, caminé hacía mi oficina y tome mi bolso junto con mi chaqueta, caminé hacía la salida y habian dos guardaespaldas frente a la puerta, trate de pasar entre los chicos pero no me daban el paso, me di la puerta y choque con Aiden, aquel me tomó de la mano y me jalo contra su cuerpo, el chico me miro a los ojos diciendo, vas a ir a sentarte a comer y dormirás aquí que no ves que está lloviendo, escuche el trueno, y sobresalte empecé a sentirme mareada, sentía que sudaba, mi pecho empezó a doler, coloque mis manos sobre mi pecho bruscamente, Aiden me hablaba pero no lo podía escuchar aquel se escuchaba lejos, sentí mis piernas debilitarse, Aiden me tomó más fuerte de su agarre cargandome sobre sus brazos, temía que iba a morir,

-¿Qué demonios me sucede?

me desmaye por completo cayendo en profundo sueño.

-¿Hyacinth?

abrí mis ojos encontrándome en un lugar irreconocible, él me estaba mirando desde la distancia, mientras miraba hacia la ventana, sonrió y me miró una vez más sin darse cuenta de que podía verlo a través del reflejo de la ventana, ese hombre con esa hermosa suave sonrisa, era la persona que alguna vez pensé que sería el hombre de mis sueños, pero estaba equivocada, aquel sería el final de mí.

Me levanté de la silla y entré a la habitación oscura frente a mí, el piso estaba extrañamente frío, sentí escalofríos, lejos de la distancia puedo escuchar su dulce voz llamar mi nombre, pero no importa cuán fuerte grité él no era capaz de escucharme, di tres pasos más hacía la luz brillante, sintiendo mis pies hundirse más en el piso frío, escuché que gritaba mi nombre una vez más sonando mucho más lejos que antes, me di la vuelta para verlo desde una distancia que poco a poco se desvanecía lentamente en una mota de polvo, me volteo hacia el otro lado y veo esa misteriosa luz susurrando suavemente mi nombre, solo al escucharlo, me sentí a gusto, me hizo sentir segura, sin dolor, sin sufrimiento, me sentí libre, me di la vuelta una vez más hacia él llamando mi nombre y sentí dolor, sentí un corazón roto ahogándose en pura tristeza, di un paso más cerca y caí en un lugar oscuro, mi cuerpo estaba en inmenso dolor , Mire hacia arriba para verlo acercándose a mí, pero no pude alcanzarlo, mis pies se sentían cada vez más pesados el tiempo pasó haciéndome que me hundiera más y más sin poder alcanzarlo o nadar hacia él, puedo sentir cómo mi cuerpo se está quedando sin oxígeno, pierdo lentamente el control de mi cuerpo y me hundí ...

Jadeé por aire, abriendo los ojos con miedo, miré a mi alrededor y allí estaba él sentado en la silla junto a la ventana dormido, la lluvia aún caía afuera, me levanté de la cama notando que tenía puesta una bata de noche, caminé hacia Aiden y lentamente coloque una manta sobre él, este abrió los ojos sorprendiéndome,

-¿Que haces? preguntó Aiden

-Solo colocaba la cobija sobre usted, está frío en la habitación, volveré a la cama, dije débilmente caminando hacía la cama, sentí mi estómago arder, ignorándolo, caminé hacía la cama acostándome sobre ella pensando, en la hambre que tenía, escuche a Aiden hablar.

-Buenas noches, Hyacinth, dije saliendo de la habitación de huéspedes, caminé él largo pasillo subiendo las escaleras hacia mi cuarto, me quite mi camisa quedando colocándolo en la canasta de ropa sucia, escuche un ruido venir desde la cocina, sonríe,

Sabía que ibas a bajar.

Estaba en la cocina comiendo un emparedado de Nutella, no lo entiendo cuando estábamos sentados en la mesa, no estaba lloviendo, el cielo estaba completamente despejado que incluso podía ver las estrellas, ¿Cómo es posible que llueva de pronto? Tome otro mordisco de mi emparedado, bueno tal vez ya me estaba dando un ataque de pánico, por todo el estrés que mi jefe causó, tomé un sorbo de la leche de almendra.

-¿Estás comiendo?

sentí un gran escalofrío al escuchar la voz de Aiden, asentí comiéndome el último pedazo del emparedado con prisa, escuche al chico reír, me atore con él pedazo de pan tratando de alcanzar la taza de leche, él chico reía más fuerte, tome un poco de leche y aquella salió por mi nariz, Aiden sería a carcajadas, lo mire extrañamente, cuando de pronto sentí un fuerte dolor de cabeza, alce mi mirada y todo daba vueltas, de pronto todo a mi alrededor se veía completamente diferente, Aiden aún estaba riendo pero este vestía diferente, llevaba puesto ropa de sirvientes medievales, su risa, la he escuchado antes, se me hizo extraño todo esto, mire mi vestimenta y llevaba ropa de reina medieval, ¿Que demonios tengo puesto? rei al verme lo absurda que estaba, Aiden me miró seriamente, volví a sentir otro dolor de cabeza cayendo débilmente sobre el suelo, frote mi ojos y todo había vuelto a la normalidad.

¿Está bien mi bella dama? preguntó Aiden con cara de preocupación, lo mire confundida,

acabas de escuchar lo que me llamastes, aquel aclaró su garganta, estoy cansando ya no se que digo, deberíamos de ir a dormir,- asentí- levantándome lentamente del suelo con la ayuda de Aiden, iba a empezar a caminar cuando aquel me alzó del suelo llevándome a la habitación de huéspedes sobre sus brazos, este me coloco sobre la cama mirándome de forma diferente,

Sabes dije mirando a mi jefe, te acabo de ver vestido en ropa de sirvienta medieval, aquel desvió su mirada, es hora de que duermas, mañana tienes que hacer las entradas de datos y volver a revisar todos los documentos, ahora duerme que lo necesitas, dijo aquel tocando mi cabello, rápidamente le pegue sobre la mano, ¿Que haces? aquel suspiro sin decir nada saliendo de la habitación, me sentí confundida y me acosté sobre la cama cayendo en completo sueño.

¡Hyacinth!

¡Hyacinth! mire a lo lejos, había un chico y una chica. ambos estaban frente la Torre Eiffel, discutían, no podía escuchar que hablaban, estaba lloviendo, tronando, el chico tomó a la chica en brazos y aquella se rehusaba al abrazo, empujándolo, dio la vuelta y empezó a caminar, él chico caminaba detrás de ella, la jaló y la beso la chica lo abofeteó y salió corriendo desapareciendo del lugar.

 ¿Porque la llamo por mi nombre?

The Love Of ThornsWhere stories live. Discover now