Capítulo 57

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Bárbara López.

Macarena no me contesta y comienzo a creer que lo que hice estuvo mal, sobre todo cuando intento hacer las cosas bien y salen peor. Odio esa estúpida y extraña sensación.

Me tiró en la cama y comienzo a intentar distraerme, al menos por ahora, al menos hasta que responda y no me importa saturarla, porque necesito saber que estamos bien, necesito saber que me odia, pero no lo suficiente como para terminarme, menos ahora. Tomo el celular y le marco a Fer, sólo ella puede ayudarme ahora.

- Hola.

- Diablos Bar, me encanta tu estado de ánimo -respondió.

- Lo siento, ya le avisé a Maca y no responde.

- Bueno no te preocupes, es Maca, siendo Maca -se echó a reír.

- Eso no ayuda.

- Tú lo decidiste Bárbara, pero tranquila, ¿quieres que le marque?

- Por favor...

- Está bien espera.

Cada segundo, se siente como una maldita agonía, mi celular sonó y ni siquiera vi, me sobresalte por responder aprisa, necesito buenas noticias.

- ¿Qué paso? ¿Ella está bien?

- Hi, creo que no esperabas que fuera yo...

- ¿Quién habla? -vi la lada, no reconozco el número, pero la voz, la voz me recuerda a alguien, pero ¿quién?

- Bárbara te lo diré por las buenas, aléjate de ella.

- ¿Quién mierda habla? ¿Y quién te crees tú para amenazarme?

- Bueno, quiero hacer las cosas bien, soy Ghassan no te olvides de mi nombre o de otra forma, bueno no abra otra forma, es una advertencia Bárbara.

- Escúchame bien Ghassan, quien no debe olvidar mi nombre, eres tú, no te vuelvas a meter conmigo, mucho menos con Macarena o te juro que sabrás de lo que soy capaz.

- ¿Y de qué eres capaz? -pregunto irónico.

- De todo Ghassan, de todo por la mujer que amo.

Colgué, ya estoy harta, estoy harta de tener que demostrarles a todos lo que tenemos, de tener que estar nadando contra la contraria, ya no quiero seguir con esta farsa, no puedo, es asfixiante y no sé cuánto más voy a soportarlo. Así que sí, creo que contra cualquier pronóstico, no me equivoque, estoy haciendo lo correcto. Mi celular suena de nuevo.

- ¿Hola?

- We, estoy con ella, tranquila... -colgó.

Gracias al cielo, mi alma se devolvió.

Macarena Achaga.

A veces me pregunto, ¿hasta dónde puede llegar los celos?, en fin, estoy feliz, cuando llegué al bar, vi al montón de chicas y chicos observándome, Tessa actuando raro y luego esa parejita oculta detrás de la última mesa, dos chicas que se veían de una forma única y especial, supe que la estaba cagando. Tomé mi bolso y salí de ahí, pedí un Uber y llegué a casa de Fer, la única persona cercana a la que podía acudir, toqué a su puerta y ella me observo de una manera rara, tomó el celular e hizo una llamada, da igual.

- ¿Una cerveza? –pregunto.

- Dos por favor –reí.

- ¿Y cuál es el asunto?

Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang