Capitulo 35 "El Pasado Regresa"

6.6K 323 15
                                    

Max Pov

—Por mucho que me agrede estar contigo me tengo que ir— dice mi hermosa castañita aun sentada encima de mis piernas; por fortuna el almuerzo de ayer con sus padres salió bien; aunque están todavía asimilando la idea de que su hija y yo somos novios; ya que por accidente Leysi les dijo con quién paso la noche su hija; con su madre, la señora Itzámara no hubo tanto problema; el verdadero problema fue con su padre, y por una parte lo entiendo a qué padre le gustaría saber que si hija viene de tener relaciones sexuales con su novio. Al principio fue muy incómodo ya que William no dejaba de mirarme fijamente y yo también no sabía dónde meter la cara; no hice ni obligué a Isis a hacer nada que ella no quisiera y además somos adultos, pero de verdad William se está adaptando muy bien en su fase de padre protector. Para mi fortuna; entre Itzámara, los chicos y mi novia fueron relajando el ambiente con las anécdotas que Itzámara y los chicos contaban sobre Isis a mí y William— Tengo ensayo y no quiero llegar tarde— me informa y con un buen beso nos despedimos prometiéndole que en la noche pasare pro su departamento; otro aspecto que aún tengo dando vueltas en mi cabeza es como le hará ido a Matt con Tessa, espero que bien pues no me ha llamado para contarme nada y por otro lado mi queridísima hermana se va a trabajar a Los Ángeles y hoy mismo se nos va; como está muy sentimental no quiere despedidas ni nada por el estilo, ella es más de bienvenidas así que con mi familia solo festejamos cuando está de regreso en la ciudad ; dejo todos esos pensamientos a un lado y me concentro en mi trabajo. Empiezo poniéndome al corriente con los expedientes médicos de unos pacientes que vendrán dentro de un rato y la puerta de mi consultorio se abre sin que antes toquen —Se me olvido mi bolso— dice Isis y corre hasta el perchero donde lo dejo colgado, lo toma y así como entro de rápido igualmente sale— ¡Te amo! Nos vemos en la noche— dice desde la puerta lanzándome un beso y cerrando. —Yo también te amo— digo aun sorprendido por como entro y salió de mi consultorio. Otra vez escucho como se abre la puerta y supongo que ahora si mi novia se despedirá como es debido—¿Se te olvido algo amor? — pregunto; ¡yo quiero mi beso!

—¡Vaya! — escucho y por un momento creo que me he vuelto loco , subo la mirada y de verdad no creí que tuviera el descaro de volver a aparecerse por aquí— Hace mucho que no me llamabas así—Carlota está de pie frente a mí, con las manos detrás, veo como extiende una para cerrar la puerta y a paso lento camina hasta posicionarse frente a mí; teniendo solo mi escritorio como barrera—Tres años han pasado y sigues igual de apuesto que la última vez que nos vimos— comenta; la miro de pies a cabeza, es hermosa pero solo por fuera porque se necesitó que me abandonara el día de nuestra boda para darme cuenta de lo horrenda que es por dentro; todos me lo decían pero yo era el único ciego que no quería creerlo.

—¿No tienes vergüenza acaso? — le pregunto, sé que no es muy maduro de mi parte tener esta actitud, pero es necesario sacar todo eso tengo guardado dentro de mi desde hace tres años— No te mentiré; me dolió tu abandono e incluso llegue a pensar que te había sucedió algo de camino a la iglesia; te marque decenas de veces. Todos estábamos ahí; esperando por ti, tu familia, tus amigos y por supuesto yo. La única persona que no estaba era tu representante y me pareció de lo más extraño— comienzo a relatar y veo como ella baja la mirada ¿estará apena?, si es así, no me interesa en lo absoluto solo quiero cerrar esta etapa para poder seguir adelante— Uno a uno los invitados se fueron yendo de la iglesia ; solo quedo mi familia y Vanessa, tu íntima amiga y dama de honor, la que al final se apiado de mí y me conto que tú y tu representante se estaban costando desde hace mucho tiempo, ¿No crees que por lo menos merecía que me lo dijeras de frente? — le pregunto directamente— Durante semanas intentaba buscar una explicación lógica a tu abandonó; sabes realmente... siempre me pregunte si era yo el problema, ¿No te dedicaba tiempo? ¿Hice algo malo? Eran las dudas que más planteaba en mi cabeza; cuando realmente debí de preguntarme si eras tú el problema— suelto todo lo que por mucho tiempo guardé solo para mí; si alguna vez le decía eso a Cari, a mi madre o a la Lizzie eran capaces de darme una buena regañada de aquellas por pensar de esa manera y más por una mujer que no valía ni vale la pena.

Las zapatillas del doctor   #Wattys2021. Where stories live. Discover now