CAPÍTULO 1: OJOS GRISES

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Sinopsis :

Marta es una chica de 18 años que vive en un pequeño pueblo llamado Alanís. Su vida cambia por completo cuando se muda a Sevilla para matricularse en la Universidad de periodismo junto a su amiga de la infancia Raquel.
A pesar de su timidez consigue desenvolverse bien en este nuevo ambiente donde conoce a varios amigos, entre ellos a Rubén, que desde el primer momento muestra cierto interés hacia ella y con el que se apunta al periódico de la Universidad.
También conoce a Kevin; un chico misterioso que de inmediato la atrapa con sus ojos grises y que despertará en ella una serie de sensaciones y sentimientos hasta entonces desconocidos. No obstante su instinto le dice que debe apartarse de él.
Además, su afán por encontrar noticias para el periódico de la Universidad la llevará a meterse en algunos líos y aventuras a la vez que irá descubriendo que hay algo oscuro en el pasado de Kevin. ¿ Hará caso a su cabeza o a su corazón?

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(NOTA: Os pido de corazón a aquell@s que hayáis elegido leer mi libro que tengais paciencia conmigo. Esto es algo nuevo para mi. Es la primera vez que escribo para que lo lean otros y tengo algo de miedo. Mi sobrina Ana, de 15 años y la única persona que ha leido este relato, me ha convencido para que lo haga, porque a ella le está encantando esta historia. Sólo pido que disculpéis mis fallos. Os prometo que tendré en cuenta vuestras críticas y sugerencias y que me las tomaré con deportividad. Espero que os guste. GRACIAS).

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Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendiendo la reprografía y el tratamiento informático.

CAPÍTULO 1: OJOS GRISES

─¡Despierta! ¡Por Dios, Raquel! ¿No querrás que lleguemos tarde el primer día de clase?

─Mmmm. ─Eso es todo lo que mi mejor amiga acierta a murmurar mientras esconde su cabeza pelirroja bajo la almohada.

A veces no entiendo cómo nos llevamos tan bien con lo distintas que somos. Y no hablo sólo del físico: ella es alta, tiene una larga y rizada melena pelirroja, ojos celestes, cara pecosa y es muy guapa. Y yo soy delgada también, aunque de menor estatura, tengo el pelo lacio y castaño y los ojos verdes. Pero me refiero sobre todo a nuestro carácter. Raquel es tan imprevisible... desde luego con ella no te aburres, pero a veces me saca de quicio. Como hoy, por ejemplo, el primer día de clase y sigue durmiendo media hora después de que haya sonado el despertador.

─¡Raquel! ─le grito mientras tiro del edredón bruscamente.

─¡Ahhh! ─exclama ella, que se ha caído al suelo por no soltarse del edredón.

No puedo evitar reírme cuando la veo sentada en el suelo, con el pelo enmarañado, los ojos entornados y sólo un calcetín puesto, y se me pasa el enfado.

─Si, Marta, ríete, que ya me vengaré cuando menos te lo esperes....

─Venga, mujer, no te enfades. ─Digo poniendo los ojos en blanco ─Es que no quiero empezar mi carrera de periodismo llegando tarde a la universidad el primer día. Con el trabajo que nos ha costado que nuestras familias nos dejaran alquilar un piso...

─Perdona ─me interrumpe Raquel asomando la cara desde el cuarto de baño ─¿Has dicho "nos"? Porque te recuerdo que a la única que sus padres pusieron pegas fue a ti. Los míos desde el divorcio me lo consienten todo...

Raquel suspira y se queda con la mirada ausente y no puedo evitar sentir lástima por ella. Hace más de seis meses que sus padres se divorciaron y todavía no lo ha superado.

─Bueno, venga. ¿Qué ropa te vas a poner? ¿Por qué no te pones los pantalones negros, que te hacen un tipo fenomenal?

─¿En serio? Vale. No tardo.

¿Y POR QUÉ NO?Where stories live. Discover now