Capítulo 10

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Jimin empezó a tener serias dudas sobre la fiesta que había organizado cuatro horas antes de que la gente empezara a llegar. Había estado dos días solo en su enorme casa preparándolo todo; incluso fue a comprar a un supermercado llamado 7-Eleven o algo así.

Ahí compró 200 bolsas de papitas, alcohol (sí, estaba muy orgulloso de poder comprar alcohol para sí mismo) y otros aperitivos. Fue difícil cargarlo todo en su coche, pero se las arregló.

El salón y la cocina estaban repletos de comida y bebida, tal y como lo había visto en las fiestas de Namjoon. No se preocupó por la música porque sabía que Namjoon traería un USB llamado 'MÚSICA PARA FIESTAS' y lo enchufarían a los altavoces de la casa.

Jimin estaba nervioso y emocionado al mismo tiempo y gracias a Dios, a Namjoon se le había ocurrido quedar antes para beber un poco porque al chico le hubiera dado un ataque de ansiedad si sus amigos (ya podía llamarlos amigos oficialmente) no hubieran estado en su casa una hora antes de empezar la fiesta.

Se puso una camiseta con rallas azules y blancas, sus nuevos jeans apretados de color azul y unas Converse blancas. También se había alborotado su flequillo para menos formalidad y rociado su colonia de Hugo Boss.

"Minnie, tienes que relajarte, a la gente le va a encantar tu fiesta." Lo animó Namjoon mientras le daba palmaditas a Jimin en la espalda.

"Eso ya lo sé, lo que me preocupa es que me destrocen la casa."

"Me ofende que pienses así de mis amigos."

Entonces Jimin miró Yoongi, que había abierto una lata de cerveza. Llevaba una camiseta blanca de Nirvana, jeans ajustados negros y unas Vans también negras. Por supuesto no podía faltar la chaqueta tejana de Acne Studios que siempre llevaba sujeta a la cintura.

"¿Quieres?" Le preguntó Yoongi cuando llegó al lado de Jimin, pasándole el brazo por encima de sus hombros.

Jimin se puso tenso y miró a su alrededor, pero nadie les estaba prestando atención. Namjoon y Eusang estaban distraídos con la música y Jungkook y Taehyung hablaban con Soori y Siyeon.

"Eh... No, gracias. Esta noche me prometí no inflarme a base de cervezas." Dijo Jimin.

"Pero la única persona que te verá sin camiseta esta noche voy a ser yo y a mí eso no me importa." Contestó Yoongi y lo hizo sentir mejor.

Aunque nunca pensaba admitirlo, le gustaba mucho sentirse deseado. Concretamente que Yoongi lo deseara.

"¿Cuándo vuelven tus padres?"

"El viernes. ¿Por?"

"Sólo por curiosidad."

"No pensarás quedarte aquí, ¿no?" Preguntó Jimin y la verdad es que eso le hubiera gustado.

"Como si tú no quisieras que eso pasara." Le susurró Yoongi al oído y Jimin tuvo un escalofrío porque su cálido aliento le rozó la piel. Esa iba a ser una noche interesante, Jimin estaba seguro.

A las nueve y media el salón y la cocina ya estaban completamente llenos de alumnos de la escuela de Namjoon y Jimin se había tranquilizado un poco. Le gustaba que a nadie le molestara su presencia (aunque él, los había despreciado toda su vida) y que no le juzgaran. Había chicas besando a chicas y chicos besando a chicos e incluso un chico con falda y tacones. Y a nadie le importaba. Jimin se quedó pasmado.

Jungkook y Taehyung llevaban un rato besándose en una esquina, así que Jimin se dirigió a la cocina para tomarse un chupito de Vodka. Se preguntó dónde estaría Yoongi y si tal vez querría... besarlo a él. Pero ¿y si alguien los veía? ¿Y si luego lo contaban?

Bebé, el cielo está en tus ojos ๑ yoonminWhere stories live. Discover now