Like us (HARRY STYLES) [2temp. Ly]

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Me abrazo a su cuerpo porque a pesar de pedírmelo el también, ha aceptado la propuesta que yo le he dado. Rozo sus labios con los míos y pronto los presiono para comenzar un beso. Sus manos están aferrándome contra su cuerpo y me abrazan con fuerza. Yo lo amo y sé que Harry me ama e incluso me atrevería a decir que más de lo que yo a él.

— ¿No hay postre para tu novio? —pregunta en mis labios.

—Por supuesto que hay postre para él. —asiento riendo—. En la nevera hay helado de galleta.

—Sabes que no me refiero a eso, bebé. —ladea la cabeza mirándome.

—Eres insaciable. —me quejo con una sonrisa.

—Imposible cansarme de ti. —presiona sus labios a los míos nuevamente.

Camina cuidadosamente hacia atrás y sonrío cuando se sienta sobre la cama. Va a arruinar mi decoración pero ahora no es lo que me importa. Me aferro más a su cuerpo y a sus labios mientras sus manos juegan con el dobladillo de mi camiseta. Me separo un poco y le sonrío, el parece entender porque rápidamente tira de mi camiseta hacia arriba dejándome en sostén.

— ¿Lo has hecho a propósito? —dice observando mis senos.

— ¿El qué? —frunzo el ceño.

—Amo jodidamente este sostén. —Acuna mis pechos entre sus manos—. Hacen ver tus…

—Basta. —lo cayo uniendo mis labios a los suyos.

El sonríe y pronto se recuesta conmigo encima. Mis manos viajan hasta el broche de sus pantalones y con rapidez desabrocho el botón para bajar la cremallera. El se levanta un poco permitiéndome bajan sus pantalones hasta las rodillas para luego el deshacerse del resto. Así como me deshago de ellos rápidamente me deshago de mis shorts quedando en bragas. Me levanto un poco y puedo sentir su gran erección en mi entrada a pesar de la delgada tela de nuestra ropa interior. Me muevo sobre él, ganándome y ronco gemido de su parte. Sus ojos encuentran los míos y muerde su labio en una sonrisa. Pongo mis manos en su camiseta y me despojo de ella rápidamente. Sus manos están en mi cintura presionándome hacia abajo contra su sexo y cuando empuja con fuerza, jadeo.

 — ¿Necesitamos un condón o ya no? —pregunta.

—Todavía lo necesitamos. —asiento.

El hace una mueca y me muevo un poco para dejar que se ponga de pie en busca de nuestro preservativo. Aprovecha para sacar su ropa interior, sus botas y sus calcetines al igual que yo aprovecho para sacar mis zapatos y mi ropa interior.

—Déjate el sostén. —Enrolla un brazo en mi cintura—. Me encanta como se ven tus senos en el. —susurra en mi oído.

El roce de su sexo con mi trasero me hace jadear y querer tenerlo dentro ahora. Sin embargo el parece querer quedarse así por un rato. Estiro mi mano hacia atrás con la misión de alejar su miembro de mi pero cuando pongo una mano sobre él, Harry respira fuerte en mi oreja.

—Prometo salir antes. —Frunzo el ceño—. Quiero sentirte. Prometo salir antes.

—Ni lo pienses. —niego.

—Por favor.

—Creo que ni tú ni yo estamos en riesgos de ser padres ahora. —aclaro—. Usa el preservativo y disfruta tu postre al máximo.

—Pero que pervertida. —se ríe en mi oreja.

—Aprendo del mejor. —me encojo de hombros.

Rápidamente me giro y nuevamente me cuelgo de sus brazos. El me atrapa en un ágil movimiento y cuando siento su erección en mi entrada, quiero tenerlo rápidamente adentro. El desliza el condón por su miembro y sin esperar nada más, me penetra con fuerza.

Camina conmigo en brazos y me recuesta sobre la cama aun estando encima de mí, retiene todo su peso con los codos apoyados sobre la blanca colcha y comienza a moverse con embestidas lentas.

—Te amo. —susurra en mi oído con voz profunda.

No puedo hablar y parar de pensar mientras estamos haciendo esto y siento que si hablo seré muy débil, más débil de lo que normalmente soy frente a él.

Sus embestidas son cada vez más fuertes y cuando trato de soltar un grito el presiona sus labios a los míos ahogándose, grito con fuerzas en su boca y sigo disfrutando de las caricias que sus labios reparten a los míos y sus embestidas ofrecen a mi cuerpo.

—Harry… —hablo en su boca.

—Dime, bebé. —Me mira—. Dime que tan bien se siente.

—Oh Dios. —Jadeo—. No me hagas decírtelo. —le miro fijamente.

—Quiero que lo hagas. —enarca una ceja sonriente.

Mi teléfono suena a un lado de la cama y ambos giramos a verlo. Niego mientras Harry continua sus embestidas tan fuertes contra mí. Un segundo deja de sonar y vuelve rápidamente a sonar pero no quiero contestar. Vuelve a dejar de sonar y nuevamente comienza, frunzo el ceño y miro a Harry mientras el esta tan concentrado como yo en llegar a nuestro límite y con un grito ahogado de mi garganta y la suya nos dejamos llevar. Su cuerpo presiona el mío y su respiración es tan agitada como la mía. Su piel es brillante por la pequeña capa de sudor y mi teléfono vuelve jodidamente a sonar.

—Hola. —me las arreglo para hablar.

—Abigail, necesito hablar contigo ahora mismo. —es mi madre.

— ¿Qué pasa? —cierro los ojos en frustración.

—Iré a tu hogar.

— ¡No! —exclamo horrorizada—. Quiero decir, no. ¿Dónde estás? Iré contigo.

—Me temo que no porque estoy llegando allá. —dice.

—Oh Dios. —murmuro—. Te veo. Adiós.

Cuelgo y miro a Harry. El está frunciendo el ceño pero su cabeza está apoyada contra la almohada. Me giro y me acerco un poco a él.

—Mi madre estará pronto aquí. —digo.

— ¿Por qué?

—No lo sé. —Niego—. Pero presiento que quizá ella sepa que tengo un hermano y su esposo otra mujer.