Enemigo «KookTae» ©

Ojos mentirosos

Era viernes.

Jeon Jungkook cumplía, oficialmente, 5 días de falta al instituto.

Taehyung soltó en lapiz con el que había escrito la misma frase tres veces y suspiró, tomándose unos minutos para tapar su rostro y respirar profundo.

El maestro Seokjin, frente suyo, dando una explicación, lo miró fijo unos segundos, los suficientes para inquietarse, pero no alteró su ritmo de la clase.

El corazón de Taehyung latió con ansiedad en su cavidad. De esa forma había latido toda la maldita semana, odiaba eso. Él no tenía porqué torturarse de esa manera. Él no quería cargar con un peso innecesario.

Pero desde sus mensajes borracho el pasado fin de semana, se encontró fallando en todo lo que suponía ignorar al tonto de Jungkook.

Destapó su rostro, mirando fijo el suelo. ¿Qué era lo que estaba sucediendo?

¿Qué pasaba con Jungkook?

Con sigilo volvió su cabeza hacia la esquina izquierda del aula, al fondo, y fulminó a Namjoon y a Hoseok. Solos. Simplemente escribiendo notas. Callados. Demasiado callados a lo que eran. Ellos también habían estado extraños toda la semana.

¿Por qué ellos también? ¿Qué sabían?

¿Por qué nadie le daba respuestas?

Porque nunca preguntaste nada.

Bufó a sus adentros. Él quería ser racional con esto. No quería dejarse atormentar por lo que su cabeza quería suponer.

Que era, en específico, que Jungkook estaba mal por su culpa y por eso no había vuelto.

Su corazón se apretó con violencia.

¡Pero es que eso...! ¡Eso no tenía sentido! ¿Por qué Jungkook desistiría de hacer sus cosas sólo por él? Era tonto. Dios, ellos estaba prontos a ser unos adultos. ¿Podía ser esto algo tan inmaduro?

Se mordió el interior de la mejilla, recordándose todas las ausencias de su parte el semestre pasado, antes del verano.

¡Pero eso era algo diferente! Él... él no había querido venir porque la gente... la gente se reía... y... los ojos... los ojos de Jungkook sobre él...

Maldición, esos ojos. No quiso sumergirse en el recuerdo, pero no encontró como detenerse.

Los ojos de Jungkook sobre él habían sido lo peor esos días. La mirada conmocionada, y brillante que le daba cada que cruzaban los ojos entre sí. Los ojos que parecían significar tanto, pero que no hacían nada en realidad. Ojos mentirosos. Taehyung se había aferrado odiosamente a esos ojos, llenándose de rabia y vergüenza, pero más rabia.

¿Por qué me das esa mirada si no vas a hacer nada para salvarme?

Ahí había sido. Desde esa noche, él lo había mirado con aquellos heridos, apenados, como si dijeran algo que su boca callaba. Como disculpándose, como diciendo que él sentía... no, no. En fin. Pensó que eran cosas suyas, pensó que veía cosas donde quería que estuvieran pero no estaban. Jungkook, tuviera esa mirada o no, lo había apuñalado por la espalda después de tratarlo como el centro de su universo.

¿Centro de su universo? Que patético. Que le hubiera follado la boca mientras le acariciaba las mejillas, y le decía cosas bonitas sin dejar de mirarlo con la intensidad de mil soles, no significaba que fuera su centro. No, no. Maldición.

Al final sus ojos habían hecho más que los tontos comentarios de la gente, ¿no?

Cerró con dolor sus ojos. Mierda. Mierda. Mierda. Pensar en eso no le daba las respuestas que añoraba. ¿Estaba Jungkook... ? ¿Estaba Jungkook pasando por lo mismo? ¿Esa podía ser la razón por la que desapareciera?

Pero...

¿No tenía que importarle él lo suficiente para que estuviera faltando a clases solo para no verlo?

Ah.

¿Qué era? ¿Qué era? ¿Por qué sentía que no sabía todo? ¿Algo que no encajaba? Además de sus dudas.

La incertidumbre se le hizo un nudo tenso y horrible en el estómago. Pero no lo soportó, Taehyung no soportaba ser preso de su cabeza.

Abrió los ojos e inhaló profundo. ¿Qué podía hacer él para obtener respuestas?

Se volvió con poco sigilo y miró su pupitre vacío. Fuera las hojas rojas y pequeñitas del otoño volaban de un lado a otro, algunas colándose a caer sobre la mesa vacía.

Se le quedó mirando hasta que con un espasmo doloroso en su corazón, tuvo una idea.

Volvió a mirar hacia el tablero, sin prestar atención. El maestro aún le daba vistas de reojo.

Bien. Tenía que salir deprisa una vez terminaran las clases.

Él... iría a confrontarlo.

Era necesario.

No podía(n) estar más tiempo de esa manera.

Tenía que confirmar de una vez por todas si era por él, porque si no lo era, podía jodidamente despreocuparse y seguir viviendo en paz. Taehyung en serio quería hacerlo. Él tenía a Jimin ahora, y aunque no era por completo como deseaba, al menos él le daba tranquilidad.

Se tomó las manos.

Y si sí era por él...

Oh, maldita sea.

💥🌹

HOLAAAA, HOY SALIÓ DE NUEVO LA LUNA. 

Bueno, siempre sale, siempre está ahí, pero para mí volvió hoy. Hace semanas que no la veía y estoy feliz por eso. 

¿Cómo han estado? ¡Yo estoy entusiasmada porque esta semana no estudio y voy a poder actualizar más! Estoy pensando en hacer un maratón loquito, y subir muchas cositas al perfil. La Saga de las Flores vuelve, Florescencia vuelve, sigo reescribiendo Dedal (aunque me saca la paciencia porque le hago demasiadas correcciones y probablemente termine publicándola medio editada, jajaja) y otras sorpresas. ¡Estén atentxs! 

¿Qué tal les sienta la cuarentena? Recuerden hidratarse bien, comer bien y lidiar con la ansiedad haciendo cosas que les gusten. Yo por ejemplo, bailo, me veo videitos de Bangtan y leo todo lo que se me antoja. ¡Anoche releí algunas partes de Hamlet, estudié astrología y aprendí algo de bioenergética! aprovechen el tiempo libre y báñense al menos una vez al día. Recuerden también que les amo con todo mi corazoncito, y que me hacen muy feliz toditos los días. Ámense una fracción de lo que les amo, por favor. Lo merecen. Florezcamos juntitxs. 

And happy Taekook dayyy! 💜💜🐯🐰

Adelantos, encuestas y spam hermoso de bangtan, mi Instagram: multumlilia

¡Sarangheo!