Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)

Capítulo 60

Sona seguía a Yasuo por un delgado sendero rodeado de altas paredes de vegetación, usando su propia esfera dorada como iluminación, caminaba mirando fijamente el suelo ¿Qué pasaría ahora? Sí, realmente sabía que el haber vuelto con la tripulación de la Morning Star era el colmo de la descaratez... pero no podía dejarlos abandonados en el planeta luego de que ella misma los trajo allí.

Levantó levemente la mirada para ver a Yasuo, su cabello blanco recogido en una coleta caía levemente sobre su espalda, su espada estaba envainada y colgada de su cintura, sus hombros parecían ligeramente caídos y caminaba lentamente y con algo de torpeza; ella volvió a bajar sus ojos, no sabía si ese aparente desanimo se debía a su agotamiento físico o quizá a su estado anímico y quería evitar pensar que eso se debía a ella.

¿Qué sería lo que querría decirle? Una cosa era segura: no sería nada bueno. Frunció el ceño inconscientemente con cierta tristeza, sabía que lo que había dicho marcaba un antes y un después en la relación con sus amigos, en especial con Yasuo... pero muy en el fondo creía que había sido necesario decir la verdad, claro que lo ideal era haberlo dicho en otro momento pero ahora no había marcha atrás, tomaría responsabilidad de lo que sea que viniera.

— Sé que esto debe ser muy incómodo para ti — Yasuo habló sin voltearse. — Intentaré ser breve.

Ella se tensó.

— Bueno, ¿cómo empezar?

Sona vio como Yasuo se detenía y volteaba, cruzaba sus brazos y soltaba un suspiro. Sus miradas se encontraron y ella se apresuró en desviar la suya, realmente no quería tener que ver a los ojos al hombre cuya vida había arruinado y pese a ello, había tenido el descaro de pedir su ayuda y llegar a ser compañeros. Claro que sabía algunos detalles del pasado de Yasuo, como pasó de frecuentar los mejores planetas y círculos sociales a perderlo todo y ser un fugitivo de la ley, todo debido a que fue acusado del asesinato de su hermano. Asesinato del cual ella era responsable.

Un suave toque en el hombro la hizo volver al presente, sobresaltada miro hacia Yasuo.

— No quise asustarte. Ya sabes, necesitamos estar en contacto para tener un diálogo.

Sus ojos se llenaron de inquietud ¿Quería que esto fuera un diálogo? No se esperaba aquello, sólo había imaginado que sería una larga y brutal sesión de acusaciones, miradas hostiles y recriminaciones completamente infundadas. Esta vez le sostuvo la mirada, pero no pudo ocultar cierto nerviosismo en ella.

— Respecto a lo que dijiste sobre mi hermano... Bueno, fue una gran sorpresa que dijeras algo así, no pude mantener mis emociones bajo control y terminaste marchándote, lo siento.

Sona abrió grandemente sus ojos y Yasuo observó que el nerviosismo inicial había sido reemplazado por asombro y recriminación.

"¿Q-qué acabas de decir?"

— Lo que oíste — se encogió de hombros. — Lamento no haber podido retenerte, pudiste salir herida.

"¡¿Has escuchado lo que dices?! ¡Esto es imposible!"

Yasuo la miraba impasible.

"¡Confesé el asesinato de tu hermano, te utilicé a tí y tu tripulación, los involucré en una guerra milenaria entre la vida y la muerte y, esa cosa que ahora es Zed, casi los asesina a todos, incluyéndote!"

Él sólo observó en silencio como el rostro de Sona cobraba color y sus grandes ojos dorados parecían querer asesinarlo; era tal su molestia, que movía la cabeza y las manos acompañando sus palabras y dándole mudo énfasis.

"¿Y ahora dices "Lo siento"?", apretó sus labios. "¿Te disculpas? ¿Es en serio?"

— Sí — su voz era firme y clara.