𝑲𝒊𝒔𝒔 𝒎𝒆 𝒉𝒂𝒓𝒅 𝒃𝒆𝒇𝒐𝒓𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

Rey de mi corazón

And all at once, you are the one I have been waiting for
💘

Llegamos una hora tarde de lo que habíamos planeado pero eso no fue impedimento para que aprovecháramos el tiempo y fuéramos a esquiar. Pasar tiempo con ellos me hizo olvidar un poco todo lo que estaba pasándome.

Me dije a mi misma que tenía que guardar la calma y disfrutar de los pequeños momentos y por esa semana no iba a pensar en nada más que no sea en mi felicidad.

La vista que teníamos desde nuestra cabaña era hermosa, desde que entré a la habitación fue lo primero que noté. Había una pequeña terraza con chimenea, jacuzzi y un lindo lugar para hacer una fogata.

―¿No vas a venir a la cama?.―me abrazó por la espalda mientras estaba contemplando la vista desde el balcón y sonreí por sus dulces besos.

―Es muy hermoso este lugar.―suspiré acariciando sus brazos que rodeaban mi cintura.―La vista es maravillosa.

―La vista es perfecta...―dijo mirándome a mi fijamente y me eché a reír sintiendo como me sonrojaba.―¿Haz visitado Islandia?.―negué y él sonrió.―De noche se pueden ver las auroras boreales...es maravilloso. Siempre he querido volver.―dejó de abrazarme para apoyar los codos de la baranda y suspiró mirando la misma vista que yo.

―Debe ser increíble viajar y visitar todos esos países.

―Lo es.―asintió dándome la razón.―A veces extraño despertar en un lugar diferente todo el tiempo. Tener una nueva oportunidad cada día.

―¿Eras como un marinero?.―pregunté divertida.―¿Tenías una novia en cada lugar que llegabas?.

Se echó a reír y negó volvíendo la mirada hacia mi.

―No sé que te haya contado Chloe sobre mi, pero lo que sea no es cierto.

―¿No?...―sonreí mirando sus labios y lo abracé por el cuello.―No me dijo nada malo.―lo miré a los ojos.―Sólo que eras un trotamundos.

―Fue una linda palabra para decirme mujeriego.―hizo una mueca y apreté los labios agunatando la risa.

―Yo no lo interpreté así...entendí que eras alguien muy vivido.

―Tengo un poco de mala fama.―elevé mis cejas fingiendo estar sorprendida.―Llevaba una vida un poco...desenfrenada.―se mordió el labio inferior arrugando la nariz y le di un beso en los labios.

―Cuéntame.

―No quisiera que me juzgaras con tu elegante acento inglés.―me eché a reír y negué mirándolo a los ojos.

―Puedes contarme lo que sea...no me molesta, porque te conozco y sé lo que vales. Eres maravilloso y nunca tendría una mala imagen de ti.―suspiró sonriendo de lado.

―Está bien...pero si me cuentas un poco de ti también.

―Vale, es un trato.―me separé para mostrarle mi mano derecha y él la tomó cerrando nuestro trato.

Entramos a la cabaña, ordenamos chocolate caliente y nos sentamos juntos frente a la chimenea mientras hablábamos de diferentes cosas.

Escucharlo hablar sobre su vida de rockstar era emocionante y yo estaba súper atenta escuchándo sus anécdotas imaginándome lo increíble que sería vivir de esa forma.

―Creo que todas mis aventuras más alocadas han sido en Tokyo. Es que la vida nocturna de ahí es...―hizo una pausa tratando de encontrar la palabra correcta.―Intensa.―arrugó la cara.

―Vaya...podrías escribir un libro. "Memorias de un rock star".―elevé mis cejas juguetonamente y me eché a reír.

―Y eso que te conté la versión family friendly...

―¿Tuviste orgías y ese tipo de cosas?.―contuve la risa ante la mueca que hizo y me cubrí la boca con la mano para reírme.―El que calla otorga...

―Es mejor que ciertas cosas no se sepan nunca.

―¿Por qué cada vez que hablamos de cosas sexuales te pones incómodo?.―apoyé mis manos de la alfombra inclinándome hacía atrás mirándolo.―Creí que nuestra vida sexual era buena.

―Lo es, es maravillosa.―asintió rápido y sonrió mientras acariciaba mis piernas.―Lo que pasa es que te veo tan delicada, tan inocente y no lo sé...―bajó la mirada encogiéndose de hombros.―Siento que te estoy corrompiendo y me hace sentir culpable.―sonreí enternecida.

―Dices que volviste aquí porque querías establecerte...―alzó la cara para verme de nuevo y asintió.―¿Crees qué esa sea la razón por la que te fijaste en mi? me viste como alguien buena para tu vida...

―No.―masculló sonriéndome.―Lo mío contigo fue instantáneo y me siento afortunado porque las chicas como tú no se fijan en chicos como yo y todo los días tengo miedo de cagarla y que te vayas.―me acerqué hasta él sentándome sobre su regazo y lo abracé por el cuello.

―Te Amo y no es un capricho...nunca había amado nada, toda mi vida en lo unico que he pensando es en huir, desaparecerme.―le caricie el cabello mirándolo a los ojos.―Hasta que te conocí. Ahora quiero hacer todo eso, pero contigo.

Se quedó callado observándome mientras me sonreía y sus ojos comenzaron a brillar.

Lo besé lenta y pausadamente mientras el me estrechaba contra su cuerpo sin intención de dejarme ir.

Se fue inclinando hacia adelante recostándome de la alfombra y se separó de mis labios para darme besos por la cara haciéndome reír.

Dejó sus manos apoyadas a cada lado de mi cabeza mientras me observaba fijamente haciendo que nuestras narices se tocaran.

―Settle down with me...and I'll be your safety, you'll be my lady...I was made to keep your body warm...―sonreí cuando comenzó a cantarme bajito cerca de mis labios.―But I'm cold as the wind blows so hold me in your arms...―sujeté sus mejillas besandolo de nuevo pero él se separó apenas rodando sus besos a mi cuello.―My heart's against your chest, your lips pressed in my neck...I'm falling for your eyes, but they don't know me yet, And with this feeling I'll forget, I'm in love now...

Hacer el amor esa noche sólo rectificó mi amor por él. Estaba perdidamente enamorada, ya no había marcha atrás, lo estuve desde la primera vez que lo vi y le entregué mi corazón sin pensarlo dos veces.

Porque sentí que él jamás haría nada para dañarme, porque era el ser con el alma más pura que había conocido y hasta sus imperfecciones para mi eran perfectas.