𝟑 | 𝐋𝐎𝐔𝐃𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐀𝐍 𝐁𝐎𝐌𝐁𝐒 ━ STILES STILINSKI

𝖎𝖎. the sacrifice because of the full moon

CAPÍTULO DOS
el sacrificio gracias a la luna llena

                                   HICE BRILLAR MIS OJOS CUANDO SE me hizo imposible ver a través de los árboles del bosque por la oscuridad de la noche. Yo realmente confié en Eivind cuando nos dijo sobre los hombres lobos del pueblo corriendo salvajemente por el bosque, pero a esta altura se me estaba haciendo imposible.

⎯ Eivind... ⎯ todos nos detuvimos cuando Kitae lo hizo, cuando lo observó serio. ⎯ Dijiste que los sentiste...

⎯ ¡Lo hice! Realmente lo hice...pero... ⎯ Eivind cerró sus ojos e intentó sentir algo a su alrededor con sus sentidos mejorados. Yo me moví en mi lugar inquieta, esta era nuestra única oportunidad de encontrar a esa otra manada. ⎯ ¡Oh!

Lo observé en seguida cuando abrió sus ojos y observó a su derecha, haciéndolos brillar. Sin embargo, todos nos preparamos para lo que estaba a punto de venir cuando sentimos ese olor a furia y ganas de matar. Pero de repente dejó de sentirse. Fue ahí cuando me di cuenta de que habían seguido corriendo, seguramente sintieron algo más atrayente que nosotros.

⎯ No importa si nos perdimos. ⎯ les recordé antes de separarnos. ⎯ Solo cuiden de no ser asesinados.
                   
Me dejé llevar por mis sentidos mejorados y comencé a correr a toda velocidad cuando volví a sentirlos. No obstante, unos minutos más tarde me detuve, porque había vuelto a perder su rastro.

⎯ Maldita sea... ⎯ murmuré, pero de repente sentí unos pasos y un corazón latiendo. Ese corazón no era sobrenatural.

Me concentré nuevamente en aumentar mis sentidos mejorados para descifrar en qué dirección venía, y me volteé para rugir.

Un hombre de profesión dudosa se detuvo cuando me vio, pero luego levantó sus brazos en forma de paz antes de hablar.

⎯ Tranquila. ⎯ me dijo con una voz entrecortada, y antes de dejar mis ojos naturales visualicé el arma que portaba el cazador, así que me arrepentí.

⎯ ¿Estás aquí para matarme? ⎯ lo miré amenazante.

⎯ No quiero hacerlo. ⎯ como muestra de paz, de la que por obvias razones no creía, guardó su arma. Lo observé hasta que sentí un corazón sobrenatural corriendo en mi dirección, volví a rugir cuando un hombre alto y musculoso se dirigía hacia mí y solo se detuvo para rugirme de vuelta.

Por otro lado, me detuve en seguida y volví a la normalidad cuando vi sus ojos.

Él era el alfa de la otra manada. Si fuera parte de los alfas ya me habría asesinado, y no estaría con el cazador.

Observé a la persona que venía a su lado, el chico de la clase de economía de hoy. Era él, y era parte de su manada.

⎯ No queremos hacerte daño. ⎯ me dijo intentando tranquilizar el ambiente.