Perdido [JunHao][M-PREG]

Capítulo 15

El dolor está presente incluso antes de que pueda despertar, su cabeza da vueltas al igual que su estómago, pero todo empeora cuando abre los ojos. No puede recordar lo que pasó, solo sabe que en un momento estaba con Minghao y que al otro todo pareció caérsele encima, y justo ahora despierta en el hospital que maneja Jihoon. No sabe si eso es malo o es bueno, porque apenas y puede moverse por el dolor.

Intenta sentarse sobre la camilla pensando en Vernon y Sofí, no sabe dónde están y no sabe si ellos están a salvo o no. Y por si fuera poco no sabe dónde está Minghao o los otros, solo tiene en cuenta que está vivo por el dolor, porque duda que en alguna parte del paraíso pueda haberlo...y duda que el infierno tenga paredes blancas y huela a hospital. Así que sí, se encuentra vivo por lo que puede respirar aliviado por ahora.

—No te levantes.— Escucha la orden y de inmediato siente unas manos empujándolo. Es Minghao, y su mirada cae sobre el chico sintiéndose tranquilo de verlo ahí con solo un par de rasguños en el rostro. —Tienes algunas heridas profundas, es mejor que te quedes en cama.

La voz de Minghao suena un poquito diferente, sigue siendo la misma, pero tiene un toque que antes no tenía y que hace a Jun dudar, por eso se queda sentado y lo observa dudosamente, desconfiando del chico. Es como si Minghao dejara de sonar como el chico lindo y confundido de antes y empezara a sonar como el amargado y enojón de hace dos años. Le gustan ambos tonos, pero es desconcertante... y sexy.

—Jun...—Lo llama Minghao, parece preocupado por un par de segundos y despues esa mueca cambia a una más mandona. El desgraciado lo golpea levemente en el estómago para que pierda fuerzas y caiga en la cama. —Te dije que te recostaras.

—Ouch...— se queja. —¿Dónde quedó mi lindo y suavecito Minghao con miedo a mi amor?

—¿suavecito? — pregunta el menor colocando una toalla húmeda en la frente de Jun. —El lindo y suavecito Minghao ya consiguió las respuestas que nadie le quiso dar.

Jun tarda unos segundos en comprender, y cuando lo hace por fin puede suspirar ya cansado de todos los secretos que tuvo que ocultarle. No sabe cómo Minghao consiguió recordar, pero lo hace, puede verlo con tan solo tenerlo a un par de centímetros. Su niño adulto ha conseguido deshacerse del –niño- despues de tanto. No sabe si está feliz, porque en definitiva no parece del todo el amargado de antes ni el confundido, parece un nuevo Minghao, más adulto y...Sexy. Dios, Jun tiene que dejar de pensar en eso.

—¿Entiendes porque no podía decirte todo?— Desvía su mirada avergonzado, no sabe si Minghao podrá perdonarle el hecho de que ocultó a su hijo durante todo ese tiempo, al menos espera que lo entienda. —Si lo hacía solo iba a lastimarlos más.

—Lo entiendo.— La suave voz de Minghao reconforta el sentimiento de culpa. —Debo agradecerte que los cuidaras, aunque Hansol sí es tu responsabilidad.

—¿Mi responsabilidad?...—Si, Hansol es su hijo y sí es su responsabilidad, pero un agradecimiento mucho más lindo no va a hacer ver mal a Minghao, no lo hará menos o más responsable de Vernon. —¿si tengo responsabilidades sobre el niño pero no tenía derecho a él? Me lo negaste por cuatro años, ni siquiera lo veía los fines de semanas. No lo conocí de bebé.

—Hansol aún es un bebé. — Minghao toma aire y tuerce los labios, parece pensarlo un poco pero al final responde; —Yo me hice cargo de la parte difícil y no me agradeciste por hacerlo ¡Me hiciste sentir como una mierda cuando nos vimos!

—¡Estabas negando al niño! Aparte ¿Qué parte difícil? Hansol a los cuatro años fue puro amor y diversión, y de bebé debió de ser igual, yo tuve que hacerme cargo en la edad más difícil ¡bañarse solo, asimilar la escuela, dormir en su propia habitación, sus berrinches! ¡Sus mentados berrinches!