El Internado ||joerick|| Terminada

quince

Erick 

Joel se habia esmerado en que comiera toda mi comida y más. Los sabados eran de papas y hamburguesas, sólo pedí las papas pero pidió más papas y una hamburguesa para mi.

Ahora estabamos en la biblioteca y, mi estomago daba vueltas, me sentía demaciado mareado y, sin pensarlo dos veces, corrí al baño a vomitar. Oía como Joel gritaba mi nombre detrás de mi. 

Arrodillado frente al toilet, con mis manos en las paredes del cubiculo, con lagrimas en mis ojos y restos de saliba que caia de mis labios. Lloré, lloré como nunca, porque no era la primera vez que me pasaba.

Me hice bolita, abrazando mis piernas, mi cabeza escondida en hueco que quedaba entre esta y mis piernas, y claro, llorando como nunca.

sentí como alguien abría la puerta, me di cuenta que era joel cuando me abrazó con todas sus fuerzas, acariciaba mi cabello mientras se sentaba a mi lado para que descansara, pero era imposible, por mas quedurmiera mi cansancio no se iba.

Joel

Erick se durmió mientras que acariciaba su cabecita, pronto entro un profesor seguido de la enfermera, me pidieron que lo cargara hasta la enfermería, cosa a la que no me negué.

Apenas lo dejé en la camilla, me dieron la orden de salir del cuarto. Esperé afuera por lo que sería más de media hora, me levante a abrazarlo rapidamente cuando lo vi salir, él me devolvió el abrazo. El  director Colón llegó a los minutos de que Erick se desmallara, entró y se fue apresurado hacia la puerta del lugar.

[...]

--- Prometeme que irás a revisarte ---. Ya estaba en el marco de la puerta por irme.

--- Si, Joey, mañana iré ---. Asentí y volví a abrzarlo.

--- yo mañana no estaré, pero despues me cuentas ¿si? --- dije en el hueco de su cuello, solo me bastó que asintiera para callarme. Nos quedamos abrazados por unos minutos más hasta que llegó Adam.

[...]

narrador omniciente 

El joven Pimentel se encontraba en la oficina de su padre, él estaba ahí pero su mente estaba en otro lugar, pensando si el ojiverde estaba bien. Su padre le había enviado, por mensaje, una hora exacta para que se encontraran en su oficina.

Joel siempre puntual, ya estaba allí y ya se había cansado de esperar, sólo había llegado hace dos minutos, pero odiaba ese lugar, su padre, la secretaria y los recuerdos de cuando tan sólo con ocho años le habían dado una de las peores noticias de su vida.

flashback 

Todos veian, con lastima, al pequeño niño que daba vueltas en la silla de su padre.

--- ¡Joel listo! --- le gritó su padre. El niño se espantó ante tal grito y paró de dar vueltas. El jovencito no entendía nada, lo habían sacado de su colegio en mitad de hora de artes.

El creía que estaba todo bien hasta que vió a su Nana entrar llorando. No entendía el porqué de su llanto pero, de igual manera, sentía tanta lastima por ver a su abuela llorar.

--- Papi, ¿Por qué llora la abuela? --- preguntó el inocente niño tirando del saco de su padre, aún así no recibió respuesta ---. Papi, papi, papi --- siguió repitiendo el niño.

--- ¡Joel basta! ¿¡Quires saber el por qué!? ¡es porque tu abuelo murió! Ahora dejame en paz---

El pequeño niño comenzó a llorar, su carita completamente roja y sorbiendo su nariz, papi es malo, repetía en su mente, mientras recordaba a su abuelo ¿El abuelo ahora es un angel? 

fin del flashback

Finalmente sacó esos horribles recuerdos de su mente para que viniera la parte en la que le informaron que asistiría al intenado.

--- Hijo, perdon por la tardanza, mucho trafico ¿no es así? ---. Joel asintió sabiendo que era mentira, era domingo, llovía y estaban lejos de la ciudad --- ¿Cómo te a ido? 

--- vé al grano --- dijo ya totalmente desinteresado.

--- ¿vez esa caja de ahí? ---. Señaló con la mirada, y Joel sólo asintió --- pues era de tu abuela, en una carta que encontramos despues de años decía que era para ti y, espero lo disfrutes, ahí también va tu herencia y la de tu abuelo.

Él joven se quedó en shock, la herencia de los Pimentel era enorme. Ahora tendría más dinero que hasta su padre.

Joel se acercó a la caja y sonrió al ver esas fotos viejas y demás cosas.

--- Gracias --- fue lo único que dijo el menor antes de salir del lugar con la caja en sus manos.