capitulo 2: primer encuentro.

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Alastor, ya tenía todo listo, llevaba 2 semanas preparando todo para cometer el asesinato, cobro un favor para conseguir la cuartada de un viaje fuera de Luisiana, investigó toda la estructura arquitectónica de aquel convento. Mapas y mapas descansaban en su mesa, todos fueron conseguidos de fuera de la ciudad, también investigó la historia de todas estas mujeres, buscando cual sería la ideal.

Ahora solo queda elegir la víctima pero esto no será escogido por él. El azar será quien tome la elección.

Cualquiera de estas mujeres me sirve, todas tienen la misma historia y educación. Muchachas de buenas familias, que siempre fueron ejemplares ante la sociedad, es como si hubieran sido criadas con la misma familia.

Tomó un cuchillo, uno pequeño y ligero. Con un papel, siendo sostenido por su sombra, en la pared. Alastor cubrió sus ojos con su mano libre y lanzó el pequeño cuchillo. La desafortunada mujer, residía en la habitación número 12.

Pobre alma desafortunada, quien sea que es, solo queda decir que la suerte no estuvo con ella.

Iría cuando todos estén en la última misa. La suerte hizo que hoy fuera domingo de Ramos, todos tienen la obligación de escuchar esta misa, lo cual es perfecto ya que soy bastante conocido. El resto del convento estará desprotegido, momento perfecto para infiltrarme.

Todo estaba listo, solo queda esperar.
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Llevó dos semanas aquí y ya he sido reprendida varias veces por cosas sin importancia o por, simplemente, tener una opinión.

Fue mala idea responderle a la monja María, ahora está pendiente de mí y siempre se opone a mis ideas, tachándome de ser una flapper. Sus castigos nunca faltan, junto con las malas miradas de algunas de mis hermanas.

Me encuentro cumpliendo mis obligaciones con el convento, arreglando el jardín.

Esta parte no es tan mala, últimamente he recibido trabajos internos. Dependiendo del humor de la madre superiora, algunos buenos o muy malos.

Recojo los materiales que utilicé. Camino por el pasillo con dirección a mi habitación, con la intención de arreglarme para, la última e importante, misa de Ramos. Por suerte solo tengo que cambiar el mantel blanco, que ahora estaba algo sucio de tierra.

Un grupo de novicias, que llevaban arrastrando un carrito con algunas pinturas, con las cuales no me llevo muy bien, caminan con dirección contraria a la mía, en cualquier momento nos cruzaríamos.

Oh no, ellas no sienten mucho gusto al estar cerca mío, cada que me ven lo hacen con asco o rabia y esta no es la excepción. Creo saber porque me desprecian tanto, cuando hablan con sus amigas dice cosas despectivas sobre la novicia de color e inmigrante hija bastarda de un importante magnate.

Comprendo esos pensamientos, la clase elitista blanca, suelen pensar en nosotros como "ladrones, criminales, desvergonzados, etc." Soy una persona demonizada por historia.

Intento no devolverles las miradas y seguir mi camino.

Caminé mirando hacia un lado mientras pasaban por mi costado, cuando de la nada, tropecé con el carrito que ellas llevaban, la pintura salpicó por el impacto, cayendo en la parte baja de mi vestido.

Ella lo hizo intencional, si hubiera continuado caminando con la misma distancia y dirección que ya teníamos, hubiéramos pasado de largo sin ningún contratiempo pero no, la señorita quiso cometer un acto malicioso, ahora mi vestido se manchó con pintura.

Ellas se detuvieron a observarme, su líder se me acercó mientras me ponía de pie.

-Que descuidada, deberías prestar atención- su falsa amabilidad resulta muy evidente.

casada con Dios (RadioX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora