El cumpleaños 1/2

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Hoy era 24 de octubre, osea el cumpleaños de Simón, me aliste super rapido para salir e ir al colegio, corrí hacia mi cuarto para tomar el regalo de Simón, era un libro llamado "100 años de soledad", escuche una puerta abriéndose, me gire asustado y era mi hermana.

—¿Juan?.-preguntó mallugandose los ojos.

—Hola Laurita.-salude sonriendo.

—¿Ya te vas?

—Si.-afirme sonriendo.

—¿No llegaras tarde?, Son las 6:55 y no te has ido.-dijo mostrándome su reloj.

—No te preocupes, vienen por mi.

—¿Ah sí?, ¿Quién viene por ti?

—Simón.-dije feliz.

—mmm...Juan...¿Te puedo hacer una pregunta?.-pregunto algo nerviosa.

—Si, adelante.-sonreí.

—¿A ti te gusta Simón?

Yo me congele en ese instante, ¿Cómo lo sabe?, ¿tan obvio soy?, mis papás ¿también sospecharan?, pues no me queda mas que decirle, total es mi hermana y seguro lo entendera.

—Laura...Quiero ser sincero contigo, tu eres mi hermana y te amo, por eso quiero tu apoyo, tengo miedo de papá y mamá.-dije nervioso y solté un leve suspiro.-Laura, soy homosexual y me gusta Simón.

Laura se quedó en silencio unos segundos, en ese momento sentí terror, ese silencio me estaba matando, la mire a los ojos y estaba sonriendo dulcemente.

—Juan, siempre te apoyare, total eres mi hermanito, y si...Tu eres feliz amando a hombres...-la interrumpi.

—El hombre.

Ella soltó una leve risita y continuó.

—Correción, el hombre, te dejare amarlo, pero si te llega a hacer daño lo mataré.-me dio un fuerte abrazo.

—Gracias, Laura.-correspondí el abrazo, mis ojos comenzaron a cristalizarse y empezaron a resbalar lágrimas de estos, no eran lágrimas de tristeza sino de felicidad, felicidad de que tenga el apoyo de mi hermana.

—Siempre te apoyare, hermanito.

La bocina de un auto se escuchó fuera de casa.

—Ya llego tu querido.-rió por el comentario.

—Sí.-asentí sonriendo.-voy por su regalo, adiós hermanita.

Corrí hacia donde tenía el libro, lo tome, y lo guarde, baje las escaleras y abrí la puerta, y allí estaba él, Simón Vargas Morales, el chico más perfecto del mundo.

—Buenos días pequeño.-saludó sonriendo.-¿Cómo estás?

—Feliz de verte, Monchi.-corrí hacia sus brazos y lo abraze fuertemente.-¡Feliz cumpleaños!

—Gracias, mi niño.-correspondió el abrazo.-¿Como van tus heridas?

—Muy bien, gracias a ti.-sonreí inocentemente.-gracias de nuevo.

—No es nada, mi niño.-acarició mi cabello.-es un gusto.

—¡Ah!, casi lo olvido.-saque el libro de mi mochila.-toma.

—¡Wow!, busque este libro por todo Medellín y nunca lo encontre, gracias Villito.-dijo emocionado.

—No es nada, pero ya vamonos, se nos hace tarde para ir al colegio.

Causa Perdida || Original VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora