東京 ㅤ▹ㅤ ﹙ 𝑓.﹚ യ
⸝ᡃ່࡚ࠢ࠘⸝່ࠡࠣ᠊߯᠆ࠣ࠘ᡁࠣ࠘᠊᠊ࠢ࠘᠊᠊ࠢ Dicen que el corazón es
la puerta más difícil de
abrir pero la más fácil de
cerrar; Park Jimin, luego
de una lesión grave en su
...
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El día estaba hermoso, había una parvada de hermosas aves recorriendo toda la ciudad dando una vista completamente hermosa y digna de admirar.
El sol resplandecía sin llegar a molestar. El día era totalmente perfecto.
Nuevamente Jimin se encontraba en el patio, terminando sus dulcesㅡ por qué eran demasiados y no se los podía acabar en un solo díaㅡ admirando la flor que le había regalado Jeon recientemente.
Aunque quisiera no haber mostrado esa faceta suya, el como con recuerdos pequeños le quebraba el alma. Pero no podía evitarlo.
Ese recuerdo en especial le dolía mucho. Su hermano, Johyun; lo había protegido y el pago el precio.
De solo recordar cómo aquella arma de fuego atravesó su interior y la vida de aquel ser amado se iba lentamente se le estrujaba el corazón.
Decidió que ya no recordaría aquella escena al sentir como la primera lágrima descendía de sus orbes color miel.
Espero unos minutos más hasta que dio la hora de visitas.
Decir que estaba más que ansioso se quedaba corto.
Los familiares de los pacientes entraban uno por uno hasta que vio una cabellera conocida y sin saberlo sonrió.
Jeon apenas llegaba en el horario de visita y sintió una mirada clavada en el. Al girarse se topo con la mirada de Jimin y sonrió.
Al terminar el "papeleo" se fue a dónde Jimin se encontraba, sonriente.
Aquel árbol se estaba convirtiendo en su lugar favorito, sin duda.
Al llegar lo saludo con un pequeño beso en la frente del menor, después poniéndose enfrente del menor y sentándose como solía hacerlo los últimos días.
ㅡ¿Cómo estás Jimin?ㅡ Decía Jungkook sonriendo, mientras miraba al menor con cariño.
Tal vez sea demasiado apresurado. Pero Jeon ya lo había visto un par de veces antes de que le hablara formalmente. Hace más o menos 5 meses antes de empezar con las prácticas.
Pero eso no es lo importante.
Jimin lo miro con aquel brillo peculiar en sus ojos y sonrió solo un poco.
ㅡEstoy bien, gracias por preguntar.
Jeon dejo de mirarlo un momento para tomar el bolso de cuero y sacar la pequeña libreta donde estaba anotado lo que le daría de clase ese mes.
ㅡ¿Preparado para la lección de hoy?ㅡ Decía Jeon mientras miraba a Jimin, solo recibió un asentimiento por parte del contrario así que comenzó con el "reto" del día.
ㅡSal de tu zona de confort y prueba algo nuevo, pon en la mira algo pequeño que puedas lograr en una hora o menos. Puede ser una actividad completamente nueva o simplemente una pequeña experiencia, como hablar con un extraño.ㅡ Detuvo su habla para tomar un poco de aire y siguió con la lección.ㅡ
ㅡLa variedad realmente es la especia de la vida. Puedes ver o hacer algo un millón de veces, pero solo puedes verlo o hacerlo por primera vez una vez.ㅡmiro discretamente a su menor y sonrió levementeㅡPor eso las experiencias por primera vez a menudo elevan nuestros espíritus y nuestra conciencia.
Cerro su pequeña libreta y la guardo en su bolso mirando al menor y cruzándose de brazos pregunto:
ㅡAhora sí Jimin ¿Que entendiste?
Miro con curiosidad a aquel cuerpo lleno de vida que reflejaba la inocencia misma. Su cabello rubio le daba un toque más inocente y eso provocaba que su interior se removiera en buena manera.
Jimin lo miro y suspiro, dándose ánimos mentalmente y decidido por fin hablo.
ㅡBueno.... Entendí que tengo que hacer algo nuevoㅡdirecto y concretoㅡ que tengo que probar cosas que nunca antes haya hecho para sentir algo revoloteando en mi interior.
Finalizó mordiéndose los labios en señal de nerviosismo y, joder. Quién no quisiera morder aquellos labios.
Bueno, me desvíe del tema.
ㅡEsta bien Jimin, ¿has pensado en algo que ayude?ㅡ El menor pareció pensárselo un poco.
Su conversación fue envuelta por un silencio no incómodo hasta que a Jimin se le ocurrió algo.
ㅡ ¿Que tal cantar? Nunca he intentado ello... Tal vez funcione ¿No?
Lo miro y Jeon sonrió asintiendo. El quería que Jimin fuera feliz y no se rendiría por nada.
ㅡ Eso funcionaria sin duda.
Los dos se sonrieron y la lección acabo.
Ambos se despidieron del contrario y el horario de visita termino.
Y sin darse cuenta sonrieron de una forma tan hermosa que la luna sintió celos por ello.
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