Capítulo 11

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~Angelica~

Caminé por el lugar después de cierto tiempo me percate de mi vestimenta, después de todo me atacaron dormida, y además una duda se había formado en mi cabeza ¿Como lo encontraría?, no puedo preguntar por el a cualquier demonio sin que intente atacarme, mire el silbato por un momento para después negar con la cabeza, debo seguir buscando, esta cerca estoy segura.

Pensé en gritar su nombre, lo que sería arriesgado hací que me olvide de esa idea, de haber venido con los shinigami seguramente habría sido más fácil, suspire cansada por lo que decidí buscar donde tomar un descanso, pero uno demonios se percataron de mi presencia desafortunadamente.

Hablaban de manera extraña entre ellos y me taparon el paso, aproveche que comenzaron a discutir para huir, no podía atacarlos en este ambiente no sé que reacción tenga mi sangre demoníaca, según leí es aquí donde los demonios son más poderosos, corría lo más rápido que podía mientras era perseguida, seguramente están jugando conmigo después de todo ya he visto que tan rápido corren los de su raza... Su raza, estoy corriendo como humana, pero si corro como demonio... esperó no me afecte.

Después de dar vueltas de aquí para allá logre perderlos, al parecer eran demonios de bajo nivel, sin más decidí por fin tomar un descanso, además perdí mi camino, mire aquel oscuro cielo para pensar un poco, termine recordando aquella noche cuando Sebastian fue reclamado, las lágrimas traicioneras salieron en silencio.

-Sebastian... Estoy aquí.

Dije con la voz quebrada esperanzada que me escuchara, aun asi como supuse nada paso, seque mis lágrimas para proceder a levantarme, una vez de pié me decidí a empezar a caminar, pero al dar el primer paso logre sentir algo, más bien a alguien, aquella presencia que tanto añoraba volver a sentir estaba a mis espaldas, mis lágrimas volvieron a desbordarse, gire lentamente, al hacerlo por completo ahí estaba, a pesar de aquella forma oscura y con alas sabia que era él, sin más corrí a el para abrazarlo.

-Señorita...

-correspondió el abrazo- Lo lamento es tarde porque fue difícil, pero llegue, logre encontrarte Sebastian.

Dije entre llantos, para después sentir como era levantada en sus brazos mientras tomaba aquella forma tan familiar para mi.

-Señorita -suspiro- he de suponer que su estado es debido a que la sorprendieron -no conteste simplemente continúe abrazandolo- la llevare a un lugar seguro.

Pude sentir unas gotas de agua caer, pero al levantar la vista descubrí que en realidad se trataban de lágrimas, Sebastian estaba ¿llorando?, aun así me dedico un sonrisa sincera, aun no salía de mi asombro cuando me cargo para emprender vuelo con aquellas enormes y fascinantes alas negras que poseia. Desde las alturas observé aquel lugar el cual era el hogar legitimo de Sebastian, se lograban  divisar varios palacios junto con algunas construcciones mas pequeñas, varias con aquellos símbolos que tanto había estudiado impresos en diferentes lugares, además de que varios demonios correteaban, posiblemente estaban peleando, después de sobre volar una larga distancia llegamos volando al interior de uno de aquellos  hermosos y algo tétricos palacios infernales, al estar dentro note una gran cantidad de aquellas esferas blancas, las cuales conozco bien, levitando por todos lados; fui colocada delicadamente de pie en el suelo, para después ser envuelta por una nube negra por  algunos segundos, cuando esta se disperso portaba una vestimenta negra continúa de mangas largas y pantalones cortos pegada a mi cuerpo como si de una segunda piel se tratara, pero continuaba sin calzado, mire a Sebastian en busca de respuestas.

-Es el atuendo más decente que le puedo ofrecer, en cuanto al calzado no quisiera arriesgarla a una caída.

-Mire su vestimenta de arriba a bajo, terminando en sus botas altas y tacón de aguja, eran bellas pero seguro que yo me caería- ya veo.

-Por mi parte aun no podre llevarla de regreso, le ruego me disculpe - a pesar de aquella apariencia seguía siendo tan caballeroso como siempre- si le parece le mostrare el palacio para evitar que se pierda.

Simplemente asentí, él me extendió su mano la cual tome sin dudar para ser guiada por aquel nuevo lugar para mi, me encontraba feliz, muy feliz, no tenía ni idea de lo feliz que te puede hacer sentir el hecho de volver a ver a alguien a quien aprecias de tantas formas, el palacio era maravilloso a parte de enorme, de vez en cuando lograba ver algunos demonios, al preguntar  a Sebastian me explicó que eran sus sirvientes, en la biblioteca habían miles de historias al parecer reales, además de información sobre los demonios, tenia varias habitaciones pero solo aquella que es la suya portaba algunos muebles antiguos pero en excelentes condiciones, sus pasillos portaban bellas pinturas de diferentes épocas y culturas, además de varias esculturas, mientras caminabamos me explicaba brevemente aquello que representaban.

~Grell~
Hace veinticuatro horas que se llevaron a Angelica, podríamos ir por ella pero Will no quiere arriesgarse  a hacer un alboroto, además de que los shinigamis no somos bien recibidos en aquellos rumbos, solo espero que la pequeña este bien y se mantenga así hasta encontrar una forma de entrar a ese territorio sin llamar la atención de sus habitantes, lo cual ruego que sea lo mas pronto posible, después de todo aun no sabemos como le valla afectar el ambiente debido a su naturaleza, Snake volvió a la mansión principal después de explicarle que se encargara de cuidar de la mansión, mientras que yo me encargo de buscar a Achicosa con ayuda de mis bellos chicos.

SOLO ES UN DEMONIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora