Café

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Invité al pasado a tomar un café. No esperaba una pronta respuesta, pensé que estaría tan ocupado como para aceptarla, al tener entre tantas propuestas unas pocas realmente interesantes y que sería un error pensar que la mía sería una de ellas. Nada perdía con intentarlo, quizás me sorprendería y compartiríamos aquella mesa a la izquierda reservada para los corazones vacantes. Pasaron primaveras, otoños y algunos veranos; solo "Esperando" resonaba, era mejor abandonar como se abandona a lo poco sano, pero el día menos pensado, un correo había llegado: "Necesito verte pronto, donde habíamos a acordado. Att: El Pasado". Nadie podría explicar cuánto me había sobresaltado, busqué mis notas y canciones escritas en el diario, corrí a toda velocidad, al verlo lo tomé entre mis brazos, apartándose me dijo "No quiero hacerte más daño", no me dirigió más palabra y se fue aparentemente sin dejar rastro... Una nota resplandecía junto al café que había comprado: "Tuve que dejarte ir porque el futuro te está esperando".

Entre puntos y comasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora