6 Grandes Héroes: Fukushū

Un nuevo hogar

Holaaaaa a todos nuevamente. Espero les guste el capítulo y apoyen esta historia, con un comentario, me alientan mucho a escribir y a continuar con este fic.

P.D:

Los personajes de los 6 Grandes Héroes, no me pertenecen, son propiedad de Disney/Marvel. Lo único de mi propiedad es la historia.

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Capítulo 4: Un nuevo hogar

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POV Hiro

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Aun me sentía en una especie de trance, en shock por lo acontecido horas atrás, cuando un desconocido murió en mis manos, frente a mí, había sido asesinado a sangre fría.

Hace rato que salí al jardín, con la intención de tomar un poco de aire fresco, puesto que también me abrumaron las anécdotas de los demás. No solo ese hombre había muerto, sino que también los tres mafiosos que capturamos justo anoche. Parecía una especie de juego macabro.

Estoy harto de tanto misterio, no saber quién está detrás de todo esto me desespera.

— ¿Día duro? —La voz de Gogo hizo que pegara un pequeño brinco.

— Algo... ¿Y el tuyo?

— Algo —respondió decaída, sentándose a mi lado en las escaleras.

Recordé que ella también presenció cómo moría alguien, sin poder hacer nada. Rodeé sus hombros en una especie de abrazo, automáticamente ella apoyó su cabeza en mi hombro. Duramos un rato así, reconfortándonos el uno al otro, cada uno sumergido en sus propios pensamientos e inquietudes. La sentí tensarse de repente, como si se hubiese acordado de algo.

— Hiro... —llamó, a lo que yo le respondí con un sonido de garganta, incitándola a continuar, diciéndole sileciosamente que la escuchaba.

Sin embargo, no lo hizo. La miré, apreciándola algo nerviosa, pues había empezado a morderse el labio, una pequeña manía que tenía, misma que descubrí años atrás y que sabía que era afortunado al poder ser testigo de aquella acción, después de todo, hablábamos de la gran Gogo Tomago, la chica ruda que no le teme a nada. Eran contadas las veces que la había visto nerviosa, así que no pude evitar preocuparme.

— ¿Sucede algo amor? —Apreté su brazo, alentándola a soltar lo que tenía que decirme, sospechaba que no sería nada bueno.

— Anoche... robaron tus cosas del laboratorio del Ito Ishioka —soltó de golpe, sin más.

Abrí los ojos, sin poder creer lo que mi novia me dijo, tratando de digerirlo, resonando una y otra vez en mi cabeza.

— ¿Có-cómo?

— Granville no tiene idea... —empezó a explicarme— se encontraron esta mañana con las cámaras apagadas, el sistema de seguridad de Granville fue burlado, y... —dudó en continuar, yo solo esperé paciente a que lo hiciera— las puertas del laboratorio estaban destrozadas, se llevaron todas tus cosas, incluyendo las de...

— Tadashi...

Enfurecí, no solo se atrevían a tratar de matarme y destruir mi casa, sino que también habían osado a llevarse las pocas cosas que me quedaban de mi hermano.