05.

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Cuando Jungkook llegó con Taehyung a la Corte por primera vez, los ministros lo observaban confundidos, preguntándose sobre su papel en las actividades quincenales de la Corte. Jungkook caminaba humildemente dos pasos detrás de Taehyung siguiéndolo hasta su trono. Recordó los jadeos que resonaron en la Sala de la Corte cuando el Rey lo tomó de su lugar, de pie al lado del trono, para sentarlo en su regazo.

Su expresión sorprendida provocó carcajadas del Rey, contribuyendo a que los Ministros quedaran estupefactos.

La perplejidad se transformó en admiración en las semanas siguientes cuando los Ministros percibieron que Jungkook era más que un entretenimiento para el Rey.

Oía atentamente los informes presentados por los distintos Ministros, ofreciendo sus opiniones y propuestas para ayudar a mejorar el bienestar del Reino.

Conversaba tranquilamente con el Rey mientras estaba sentado en su regazo; una visión extraña para todos.

Un Ministro se atrevió a preguntar por qué no se le daba una silla y el Rey rió, diciendo que su cerebro procesaba mejor la información cuando Jungkook estaba sentando en su regazo. El Ministro se ruborizó y Jungkook pellizcó discretamente a Taehyung.


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—Su Majestad.

—Hoseok, ¿qué ocurre? —Taehyung levantó su mirada de los documentos que examinaba. Hoseok raramente lo buscaba en su escritorio, a menos que fuese urgente y se preguntó qué asuntos lo llevaron hasta allí.

— ¿Puedo hablar libremente, Su Majestad?

Taehyung suspiró.

—Sí, Hoseok, puedes hablar. Has estado a mi lado por más de una década.

—Hay rumores de descontento en el Harén.

—Entiendo, ¿y?

—Tenga cuidado para no perder el favor del Harén, Su Majestad. Los celos pueden hacer muchas cosas.

— ¿Oíste algo que pueda ser una amenaza para Jungkook? —preguntó preocupado Taehyung.

—Su favorito solía ser Jimin. ¿Cómo pudo eso cambiar en cuestión de meses?

— ¿Jimin es el origen de estos celos?

—No. Pero los sirvientes murmuran. Hay que tratarlos por igual, Su Majestad... O al menos visitar a algunos de ellos también.

—Por primera vez desde que soy Rey Supremo no siento tal inclinación.

—Espero pueda encontrar una solución satisfactoria para todos. ¿Puedo retirarme, Su Majestad?

—Puedes retirarte, Hoseok —Taehyung frunció el ceño, concentrándose en los recuerdos del anterior Harén del Rey Supremo.

Jungkook arrastró un solitario dedo hacia abajo en el pecho de Taehyung. Observó la expresión cerrada y supo que algo había pasado. Taehyung entró en la habitación, el deseo mal disimulado en su rostro y lo poseyó allí mismo contra la pared, duro, rápido y furioso.

Antes que pudiera limpiarse, Taehyung lo cargó fácilmente, como si no pesara nada, hasta la cama y lo abrazó.

— ¿Qué está mal?

Taehyung permaneció en silencio hasta que recibió un codazo.

— ¡Ay! ¡Detente!

—Dime qué está mal.

the harem of my king ➳ vkook [adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora