Relatos cortos de terror

Exploración urbana Parte 1

Emocionante y ¿por qué no?, eran las palabras que más sonaban por días cuando Rubén, Humberto y Brandon decidieron conducir a lo lejos de la ciudad para hacer su primera exploración urbana. Siendo de noche ya, se dirigieron al norte de la ciudad, hacia un pequeño cerro que antes era muy concurrido por ser de zona turística con pequeños locales artesanales cerca que hace tiempo terminó convirtiendóse en un lugar solitario y más que concurrido vuelto ya un lugar sin voces alrededor ni razones para dar una vuelta por ahí. Conforme subían sobre una pendiente el camino se volvía más angosto y lleno de piedras por lo que dejaron el auto a mitad de camino para que no sufriera daños y decidieron caminar por una vereda.

Caminando juntos, veían poco a poco por lo que tanto habían esperado, a lo lejos se podía ver un pequeño edificio, viejo y con una apariencia lúgubre por la pintura ya desgastada y las ventanas rotas, el Mirador Central era por lo que la gente iba hasta ese lugar ya que podías ver toda la ciudad desde un plano tan inmenso.

Humberto y Brandon seguían pensando si seguía siendo buena idea, conforme subian por la vereda llegando al Mirador vieron como apenas sus lámparas los dejaban ver por donde iban, la iluminación de la ciudad se veía a lo lejos y viendo como el auto estaba varado a medio camino los dejaba pensativos, a lo que Rubén animándolos con palmadas en sus hombros se sentaron para descansar un rato mientras veían el paisaje con apenas la luna dejandólos ver.

"¿Seguros que no hay nadie rondando a estas horas por aquí? preguntaba Brandon mientras veía el Mirador de 5 pisos que estaba detrás de ellos.

"La última vez que supe algo de este lugar fue en el periódico hace tiempo, sobre un guardia que escuchaba ruidos dentro del lugar apenas cerrándolo cuando no estaba abierto al público. En parte creo que fue por eso que la gente dejaba de venir."

Rubén y Brandon voltearon al mismo tiempo cuando Humberto dejó de contarles esa historia, algo sonó dentro de ese lugar, como cuando una pequeña piedra cae por las escaleras desencadenando más ruido y dando un golpe a un bote o mueble cercano.

"¡No pasa nada!, es un lugar que ya se está cayendo solo, vamos a entrar de una buena vez". 

Rubén se veía muy confiado, teniendo en mente que si entraba primero al lugar Humberto le dijo de broma que le prestaría su auto por una noche. Brandon siempre se mantenía al margen de lo que hacían estos dos pero como amigos cercanos siempre tenia una pequeña pizca de adrenalina cuando salía con ellos. Todos caminaron lentamente hacia el edificio, y Rubén apenas tocando la puerta con la palma de su mano la empujó lentamente mientras Humberto y Brandon alumbraban con sus lámparas desde atrás. El lugar aparentaba lo que todos esperaban, un ambiente apagado con un olor de tierra de humedad que de repente se iba ya que el aire que entraba por las ventanas rotas aligeraba el ambiente adentro.

Apenas Rubén caminó hacia una pequeña recepción que había adelante volteó hacía los dos riendo de una forma tambaleante:

"¡Ja! ¿Qué te dije?, mañana me prestas tu auto".

Mientras los dos reían por ver a Rubén temblándole las piernas se acercaron a él y las risas de todos llenaban el lugar con mucho ruido, en un lugar oscuro y lejos de la ciudad no era tan mala idea animar ese tipo de ambiente, ambiente que apenas les duró un rato. Brandon volteaba hacia la recepción, algo olía raro en ese lugar, Rubén se acercó con su lámpara para ver que era eso y apenas caminó se tropezó con un bote que tenia cerca.

Las risas dejaron de escucharse esa noche, cuando Humberto y Brandon vieron inquietos una palabra escrita en la pared

"Bienvenidos"

Escrita de una forma que apenas podía leerse, Rubén les digo que no era la gran cosa y no era motivo para asustarse tanto, cuando se recargó sobre esa pared para levantarse todos se dieron cuenta... la frase escrita con pintura seguía aún fresca...