Relatos cortos de terror

Exploración urbana Parte 2

Fue una noche de Abril, semanas donde la mayoría de la gente salía de vacaciones especialmente en parejas, lo que parecía una noche romántica para unas logró ser la peor noche para otras, pues fue aquí en el Mirador Central donde se había reportado un suicidio, ya que al día siguiente a primera hora se encontró a una pareja joven sin vida afuera del Mirador. Según la policía la pareja había saltado desde las ventanas del quinto piso provocando una muerte rápida aunque sin testigos, lo curioso fue que se desconoció la causa que tuvo la pareja para cometer ese acto ya que la policía y el guardía del lugar los encontraron en el suelo con sus manos sujetadas firmemente el uno al otro, una muerte donde el amor prevaleció hasta el último segundo.

No se habían encontrado indicios de que pudo haber sido un asesinato o que alguna persona tuviera algo en contra de la pareja mientras pasaban esa noche solos, aunque de todas formas desde esa noche el Mirador ya no se dejaba abierto al público las 24 horas del día y se empezaba a cerrar apenas cayendo la noche, lo que impedía que la gente cometiera un acto parecido sin haber testigos a los alrededores.

Basta con saber un hecho como estos como para convertir el antiguo Mirador en un lugar lleno de relatos, teorías e historias donde la gente juraba que las almas de la pareja se habían apoderado del lugar, de como sus voces se escuchan dentro ahuyentando a quien se atreviera poner un pie dentro, sin embargo con el tiempo se fue conociendo más como una zona turistica a distancia, donde uno prefiere solo escuchar sobre ella a pensar en visitarla.

Humberto, al ver como Rubén tocó la pintura aún fresca, supo que no podía ocultarlo más, debía advertirles de esa historia que leyó en el periódico, aún sabiendo que sus dos amigos pueden ser algo supersticiosos en los peores momentos, pero era tarde para eso, lo mejor ahora era dar la vuelta y empezar a correr.

"Hey, oigan, ¿qué es eso?"

Brandon temblando con una mirada pérdida soltó la lámpara cayendo al piso, provocando un eco por todo el corredor y mirando a sus amigos igual de petrificados que él. Todas las miradas se dirigian a la entrada, donde una silueta que estaba a lado de la puerta fue cerrando despacio la única salida del edificio. Esa noche afuera del Mirador se escuchaban como gritos invadían el lugar corriendo rápidamente a las escaleras del segundo piso pidiendo ayuda, donde una presencia seguramente no los dejaría salir nunca más.