***Quiero aclarar que no habrá ninguna necesidad de haber mirado la serie para poder comprender esta historia ya que no me apegaré del todo a la trama de la misma.
Este fanfic tiene como base un universo completamente diferente y será la historia d...
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-¿Y qué haremos ahora? – Preguntó Davinia al apartarse de Solomons y al escuchar que dos hombres entraban en la estancia.
Alfie la miró, sosteniendo el rostro de Davinia con ambas manos. Sus hombres se harían cargo del cadáver de Santino, ¡eso era lo de menos! Lo que importaba ahora era hablar con Shelby, encararlo y sacarle la verdad. Aún cabía la posibilidad de que Santino estuviera mintiendo, le daría oportunidad a Tommy de defenderse pero, en caso contrario, no tendría piedad con él... ¡iba a matarlo!
-¡Alfie! – Exclamó Davinia - ¿Me estás escuchando? – Preguntó la mujer - ¿Crees que Santino estaba diciendo la verdad?
-¿Respecto a Shelby? – Respondió el judío rascándose la cabeza - ¡Es muy posible, cariño! El gitano sabe como escabullirse, nosotros fuimos descuidados. Pudo tener un espía o él mismo pudo habernos visto o escuchado mientras hablábamos en el alambique – Bufó Solomons y comenzó a andar por toda la estancia.
-¿Lo matarás? – Dijo Davinia frotándose las manos – Porque sí ese maldito de Shelby abrió la boca juro que yo misma...
-No voy a dejar que te manches las manos, Davinia – Exclamó Alfie – Hablaré con Tommy directamente, sin rodeos ni intermediarios – Murmuró – Tendrá que decirme la verdad, ¡lo obligaré si es necesario! – Comentó y tomó a Davinia de las manos – Y si me entero que las palabras de Santino son ciertas, ¡por supuesto que lo mataré!
Davinia se arrojó a los brazos de Alfie y lo apretó con fuerza. El hombre le correspondió, besándole el cabello y lanzando un profundo suspiro. Lo único que él deseaba era protegerla y ya había quitado del camino a ese gordo bastardo, ahora sólo faltaba comprobar si las palabras de Santino Coppola eran verdad.
Iría a buscar a Shelby, lo enfrentaría y le sacaría la verdad a como diera lugar, haría justicia, ya que por culpa de Tommy, su hijo estaba muerto y Davinia casi pierde la vida a manos de Santino.
-¡Vamos a casa, mujer! – Murmuró Solomons apartándose de Davinia y sujetándola de la mano – Mis hombres se harán cargo del cadáver de tu difunto esposo – Sonrió acariciando el rostro de la chica – Guardaremos el luto que se debe, de la manera que más nos gusta – Finalizó y Davinia se echó a reír, sabía perfectamente de qué se trataba.
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Los fuertes brazos de Alfie apretaron con firmeza la cintura de Davinia, ella se aferró al cuerpo del hombre y cerró los ojos. La mano de Alfie acarició lentamente su rostro y cuello. Davinia levantó el rostro, abriendo sus bellos ojos cafés y dedicándole una mirada de deseo. Alfie la contemplaba fascinado, sin dejar de acariciarla. Ella cayó en el embrujo de esos bellos ojos y entreabrió su boca, deseando que él la besara. Solomons comprendió de inmediato su mensaje y rápidamente, los labios de Solomons rozaron los suyos.
De pronto, el beso aumentó de intensidad, Davinia sentía que estaba dentro de un torbellino. Los brazos de Alfie la asieron con un poco más de fuerza y ella ya no pudo actuar de manera coherente, sólo se dejó arrastrar por las emociones que salieron a flote. Él le acarició suavemente la mejilla con el dorso de la mano, descendiendo hasta el blanco cuello. Davinia suspiró y cerró los ojos cuando la mano de Alfie sujetó su nuca, presionando su boca contra la de ella. Los labios del hombre se movieron con fiereza sobre los suyos. Las manos de la chica le apretaron con fuerza el saco, intentando aferrarse a él. Alfie la apretó aún más, logrando que la pasión en ese beso creciera. La lengua de él acarició los labios de la mujer, ella abrió la boca y él penetró, explorando con avidez y saboreando a Davinia.
