En la Guerra y en el Amor (Juuzou Suzuya)

Capítulo 5

—Kumiko. ¿Cuál es tu historia? -Preguntó Shinohara sorpresivamente-.
—¿Mi historia?—.
—Sí, Kumiko. ¿Quién eras en el pasado?, ¿Qué hay de tu familia?, ¿Por qué viniste a dar al CCG?-.
     «¿Mi Historia?... ¿Por qué mi historia?, ¿Se habrá enterado de algo?. Bueno, soy su subordinada, es comprensible que Shinohara-San quiera saber de mí. Pero vaya, hace tanto tiempo que no tenía que contar esta tragedia».
—Shinohara-San -Le miré directamente-, estoy dispuesta a contarle pero ¿Es necesario hablar en medio de la amplia recepción?—.
—Oh -miró un poco a su alrededor-, claro, claro... ¿Qué te parece si vamos a una sala de juntas vacía?—.
—Me parece excelente -Sonreí levemente-.
     Comenzamos a caminar con dirección a aquel cuarto de juntas.  Nos mantuvimos callados.
     Al llegar, tomé asiento en el lado contrario de la mesa donde se había sentado Shinohara. Suspiré, cerré los ojos por un segundo y me armé de valor para observar fijamente a mi superior.
—Yo -Comencé- nací en Nebraska, Estados Unidos. Mis padres, Takahashi y Sakura Mídory, eran de descendencia cien porciento japonesa, pero se habían mudado a ese país en busca de mejores oportunidades.
     Papá trabajaba en una organización como el CCG; Ésta se encargaba de aniquilar e investigar Ghouls. Mamá, por otro lado, era policía. Es gracioso; Tenían trabajos muy similares, ¿No? -Sonreí-.
     Cuando yo nací, mamá dejó de trabajar, haciéndose cargo de los labores de la casa y de cuidarme.
     Éramos felices y teníamos buena situación económica. Todo era perfecto, hasta que, cuando yo tenía apenas seis años, mi padre murió -hice una pausa-. Mi madre quedó devastada por ello, pero no podía derrumbarse, tenía que ser fuerte por ella, por mí. Por nosotras.
Al tiempo, decidió volver a Japón. Más específicamente a Osaka, pues en Estados Unidos estábamos completamente indefensas; Sin familiares, sin conocidos cercanos, sin nada.
     Fue ahí que comenzamos a vivir con mi tía Yuzucchi. Entonces mi madre tuvo que encontrar varios empleos para sobrevivir, debido a que, a pesar de ser muy bien pagado, no quería arriesgarse en el trabajo policíaco.    Pero al final eso no valió la pena, pues cuando acababa de cumplir diez años, mamá también murió por una grave enfermedad.
     Ese fue el segundo derrumbe emocional en mi vida, y esta vez No había quien me conzolara.
     Me quedé a vivir con mi tía y, cuando tuve los años suficientes, entré a la academia del CCG.  Y cuando cumplí la mayoría de edad; Estaba lista para trabajar y ganar mi propio dinero. Después de tanto tiempo dejaría de ser dependiente de mi tía.  Y cuando un conocido me llamó y me sugirió trabajar en el CCG de Tokio, me entusiasmé muchísimo.
     Me mudé a Tokio lo más rápido que pude y comencé a laborar aquí -Concluí mi relato con algo de prisa por dejar el tema de lado-.
—Lamento tu sufrimiento, Kumiko -Dijo Shinohara, al parecer apenado-.
—No hay razón para preocuparse, Shinohara-San -Le sonreí gentilmente-. Estoy segura de que hay gente que ha sufrido mucho más que yo. Además, eso sucedió hace mucho tiempo. Todo está Bien ahora. Tengo muchas razones para ser feliz y salir adelante—.
—Me alegra que pienses así -Suspiró aliviado y esbozó una diminuta sonrisa-. Eres una buena persona. A pesar de todo lo que has pasado, sigues en pie, siendo feliz, luchando por ser cada vez mejor. Eres un modelo a seguir para muchos jóvenes y ¿Sabes algo?—.
—Oh -Me intrigó mucho saber que me diría-, ¿Qué cosa?—.
—Me alegra que seas tú a quien Juzo eligió—.
     Me sonrojé muchísimo. Estaba ardiendo por dentro de la vergüenza, la emoción y la felicidad.
     «"A quien Juzo eligió"».
—M-Muchas Gracias -agradecí tartamudeando-, Shinohara-San—.
—Tranquila -Dijo riendo con amabilidad-, es cierto.   Juzo también ha sufrido mucho en su vida. La verdad es que nunca creí que fuera capaz de enamorarse, pero míralo ahora; Está encantado por ti, Kumiko. Nunca se lo he dicho a nadie además de mi esposa pero, él es como un hijo para mí. Me alegra que seas tú quien esté con él—.
—En verdad se lo agradezco.  Pero ¿A qué se refiere con que Juzo ha sufrido?. Digo, si se puede saber—.
—Oh, bueno, al igual que tú; Juzo tiene una historia muy, ¿Cómo decirlo?, Peculiar. Pero creo que eso es algo que deberías preguntarle tú misma—.
—Ya veo -Pausé, pensando en la preocupación que me había arribado con aquellas palabras-. Gracias por todo, Shinohara-San—.
—No hay de qué -Dibujó una gran sonrisa en su rostro-. Por cierto, cuando vuelvas a tu oficina, ¿Podrías decirle a Juuzou que su Quinque está listo?. Ya podemos ir a recogerlo al laboratorio—.
—¡Claro!. Yo le pasaré el recado—.
—Muchas Gracias, Kumiko, los veré en el laboratorio entonces—.
—Por supuesto -Dije, dando por terminada la profunda conversación-.

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Llegué a mi sitio de trabajo e inmediatamente le pasé el mensaje de Shinohara a Juzo. El albino respondió muy positivamente a mi mención, pues comenzó a sonreír y gritar de la felicidad.   Suzuya me pidió acompañarle por el Quinque, así que salimos presurosos hasta el laboratorio del CCG. De hecho, a medio camino, Juzo comenzó a correr, por lo que tuve que hacer lo mismo para seguirle el paso, mas no fue tan difícil; Pues él tomaba con mi mano para que no pudiéramos separarnos en medio de aquel recorrido tan veloz.
     Al llegar al laboratorio, Juzo se pegó al vidrio de una "ventana" y comenzó a apreciar lo enorme del lugar. Yo también comencé a contemplar el sitio. Nunca lo había visto y era fantástico.
     De pronto, nuestra admiración de aquel espacio tan grande se vio interrumpida cuando Shinohara llegó y nos invitó a pasar para recibir el Quinque de Suzuya. Ambos asentimos con sumo entusiasmo y comenzamos a seguir a nuestro superior.

( ' ▽ ' ).｡ｏ♡ Kon'nichiwa!.
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