Capítulo 16

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«Qué rápido sucede todo».
      Juzo me recostó delicadamente en la cama, poniéndose él por encima de mí.
     Me miró esbozando una pequeña sonrisa.
     «Amo tu sonrisa».
     Comenzó a besarme dulcemente. Mis labios rosaban una y otra vez con los de aquel Hermoso albino. Entonces Extendió los besos hasta mi cuello.
     «¿Cómo pude vivir sin conocerte?».
     Sus manos abrían mi camisa poco a poco, desprendiendo los botones con sumo cuidado. Abracé su cuerpo, que estaba descubierto de la parte superior, al igual que el mío.
     «Amo cada uno de tus movimientos».
     Besaba, acariciaba, mordía... Él estaba explorando la zona de mis labios, cuello, clavícula, pecho y abdomen.
     Yo moría de placer.
     Mi rostro y el suyo estaban sumamente enrojecidos. Él me tocaba con sumo tacto, con mucha suavidad.
     Sus labios chocaban con los míos de la manera más apasionada y dulce posible. Nuestras lenguas rosaban rápida y lentamente a la vez, en un juego de escondites y atrapadas que resultaba excitante.
     «Esto me recuerda a la primera vez que estuvimos juntos».
     La última prenda que cubría mi cuerpo había caído al suelo, junto a la demás. También las ropas del albino yacían tiradas.
     Aún bajo Juzo, sentí como éste se introducía lentamente dentro de mí. Dolía.
     «Amo tus labios».
Él se movía muy cuidadosamente en mi interior. Los primeros movimientos, mientras se adentraba cada vez más y más, dolían mucho. Era un dolor tan placentero y satisfactorio, y Suzuya Juuzou era la única persona con la que quería experimentar mi vida entera esa hermosa sensación.
     «¿Ésta de verdad será la última noche que estemos juntos, la última noche que nuestros cuerpos se fundan y alcancen la máxima unión?».
     Las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos.
     «¿Será éste el fin para esto que siento en mi interior?».
No sé si fueron por el excitante dolor que me provocaban los movimientos de mi pareja, o por la profunda nostalgia, dolor y zozobra que traían mis circundantes pensamientos llenos de desgracia.
     «No quiero que sea así... Deseo pasar contigo mucho tiempo más».
     Cambié de posición con el muchacho; Ahora, él se encontraba debajo de mí, con esa bella expresión en el rostros que evocaba dulzura, debilidad e inocencia.
     «Ésta es la mejor noche que he vivido, y es porque la estoy pasando junto a ti».
     Detuve el movimiento rápido de caderas que había estado llevando a cabo desde hacía un buen rato.
     «Hubiera deseado tenerte conmigo muchas más veces».
     Miré los cristalizados ojos de mi bello amante, acaricié su mejilla y terminé la más maravillosa noche de mi vida con un apasionado beso. Mis lágrimas caían en las suaves y enrojecidas mejillas del tierno chico.
     «Te Amo con todo mi ser, Suzuya Juuzou».

En la Guerra y en el Amor (Juuzou Suzuya) Where stories live. Discover now