Capitulo 31

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Camil

La sonrisa de satisfacción de lo acontecido no cabía en mi rostro, no solo yo, también mi loba estaba feliz de lo que logre pues Daniel tenía razón  sabía que esa mujer entraría a la habitación de mi mate, solo quise que viera lo que estaba segura la mataría del coraje.

Daniel era y será mío y ni ella ni nadie me lo quitaría.

—¿Y esa sonrisa de que es?. —miré a Nina en el asiento del piloto y negué con la cabeza mordiendo mis labios para no reír y delatarme.

—Algo que recordé. —me encogí de hombros, Nina sonrió de lado frunciendo ligeramente el ceño.

—Debo agradecerte, nuevamente por mi hermano. —suspiró y su mirada se perdió en la autopista en la que conducía. —Cada vez se vuelve más peligroso, primero yo y ahora él, definitivamente este no es nuestro año. —claramente la vi apretando el timón volviendo sus nudillos blancos.

—Hablas de tu padre, él también...

—Si. —susurro. —Era policía y de hecho, era nuestro padrastro pero lo amamos como si fuera nuestro padre real. —sonrió molesta y negó con la cabeza. —Dios sabrá donde esta nuestro padre real, él abandonó a mi madre cuando se enteró que estaba embarazada. Si no fuera por la abuela de Lucas no se lo que hubiera pasado con ella.

—¿Lucas y ustedes son familiares?. —estaba confundida.

—No, para nada. —sonrió negando la cabeza. —Mi madre no tiene familia en la ciudad, mis abuelos murieron cuando ella era aún una niña y lo único que tenía era al hombre más mentiroso del mundo a su lado; sin casa, sin familia y con dos niños en camino no era un panorama bueno pero por alguna razón la abuela de Lucas se compadeció de ella y la alojo en su casa, la ayudo a cuidarnos mientras ella se preparaba para entrar al cuerpo policial, la veíamos como nuestra abuela luego las cosas mejoraron. —me dio una sonrisa de lado.

— Llego Francisco. —supuse y acerté.

—Mi madre se volvió a enamorar, compraron un lindo departamento y vivimos como una familia, por algunos años vivimos de lo mejor, éramos felices, demasiado felices para que durara por siempre. —trago saliva y nuevamente ese rostro sombrío. —Dicen que cuando la muerte está cerca, más de uno se va.

—¿A qué te refieres? —ella soltó un profundo suspiro.

—La abuela de Lucas murió primero, era como nuestra familia por lo que nos dolió mucho, en especial a mamá.

—¿Ella fue...—abrí mucho los ojos al presentir lo que diría

—No, ella murió por causas naturales. —deje salir el aire por la nariz, sería demasiado extraño que dos seres sobrenaturales se presenten en la misma familia, en el mismo vinculo. —Mi padre si fue asesinado, fue una bala de plata que atravesó su cráneo, mi hermano no lo sabe pero pude ver lo que le quitó la vida, lo hubieras visto aún conservo la imágenes que balística me dio, nunca vi un bala como esa su diseño era...

—Aterradoramente perfecta. —susurre, yo misma había extraído esas balas de los cuerpos de mis amigos, de los habitantes de mi manada, era algo horrible de ver.

Los legionarios habían hecho esas balas únicamente para nosotros.

(...)

Nina se detuvo frente al hotel donde nos alojábamos, solo que esta vez estaría yo sola sin mis amigos.

—Hoy estoy libre por la tarde. —voltee el rostro hacia Nina quien tenía una sonrisa muy similar a la de mi hermana cuando tramaba algo. —Si no tienes nada que hacer hoy quizás podemos...

Eres mio, Humano©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora