Capítulo 32

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Daniel

Camil dio un paso hacia atrás, alejándose de la puerta, fruncí el ceño al verla en ese estado: paralizada sin saber que hacer. ¿Era cosa mía o temía ingresar al departamento? .

—Lo siento, pero...

Me sobresalte al sentir una leve caricia en mi pierna y luego el maullido del gato de Lucas, este daba pequeñas vueltas alrededor de mi pierna pidiendo mi atención y carisias.

Lo hice a un lado cuando aferro sus garras en mi pantalón, odiaba a los gatos.

—¡Gato!. —mire a Camil nuevamente señalando al animal, sonrió y soltó un gran suspiro aliviada. Realmente a veces no entendía sus reacciones.

—¡Ah!, este es Hacker, saluda Hacker. —Lucas levanto en brazos al angora blanco moviendo su pata hacia Camil. —No te hará nada Cami. Es una buena chica. —Camil sonrió y suspiro aliviándose del momento al que no tenía muy claro aún.

—¿Se llama Hacker?. —voltee a Lucas extrañado. —Le pusiste a tu gata Hacker. —Lucas dejo caer los hombros.

—Me gusta, además también a ella, ¿O no cariño? —negué con la cabeza y volví mi atención en Camil.

—Mi amor no te hará daño, es solo una gata.

—No puedo ingresar porque soy alérgica a los gatos. —hizo una mueca con los labios. —Perdóname pero prefiero quedarme aquí antes que comience a estornudar sin poder parar. —baje el mano rendido, eso era algo nuevo que conocía de ella.

—No sabía que eras alérgica a los gatos. —levante una ceja a su dirección, ella sonrió de lado.

—Nunca preguntaste. —bien, en eso tenía razón, me sorprendía que cada día conocía algo nuevo de ella. Solté un suspiro y cuando estaba a punto de voltear unas extrañas escrituras me llamaron la atención en el marco de la puerta, parecía Latín o quizás Griego. Lo que sea que fuera estaban desde el piso cruzaban el marco y llegaba hasta el otro extremo de la puerta.

—¿Qué es eso?. —me acerque a la pared sin despegar la vista de la escritura en tiza blanca.

—Lo encontré en el libro de mi abuela y quise distraerme un rato. Según el libro dice que es de protección aunque no estoy muy seguro para que, mi abuela al parecer lo tenia pendiente.

—¿Cómo que pendiente? —pregunte, aunque no estaba seguro si deseaba escucharlo.

—Mi abuela había separado esa hoja, no se porque pero...

—Ya te dije que dejes de leer ese estúpido libro. No te hace bien. —negué con la cabeza en desaprobación, quizás debí ser más firme en eso mucho antes.

—¿De qué libro hablan? —mire a Camil que se mostraba curiosa.

—No es nada cariño, solo un viejo recuerdo que tiene a Lucas mostrando su parte más creativa.

—No entiendo. —solte un suspiro y me centre en ella.

—La abuela de Lucas al morir le cedió un antiguo libro, cosas con pentagramas, hechizos y dibujos satánicos. —sonreí divertido, pero ella no mostro la misma diversión.

—Daniel me cree un lunático por creer en esas cosas, pero ese libro es como una herencia. —Lucas dejo al gato y se acercó a mi novia. —Tendrías que verlo, tiene cosas sorprendentes, es un dialecto que no conozco del todo, algunas palabras las descifre en la computadora pero otras ni siquiera se pueden traducir, mi abuela me dijo que partencia a mi familia desde hace muchos años y ahora me tocaba seguir con el legado.

Eres mio, Humano©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora