Una chica baila y canta de repente en el balcón de su apartamento. ¿Qué tan malo será que a Jungkook le guste esta chica durante la pandemia del COVID-19?
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—Chicas, ¿creéis que le guste? —pregunta Lisa con emoción de que sea verdad.
Puesto que es su única alternativa, sus amigas y ella están otra vez enlazadas en una videollamada. Después de todo, es el cumpleaños de Jennie. Entre que una cosa va a la otra, han terminado hablando de su neófito amor a distancia con el chico del otro edificio.
—¡Claro que sí! —incluso lo afirma Jennie, quien ya está enterada de toda la situación—. Es más obvio que decir que el cielo es azul.
A Lisa le hace tanta ilusión oír eso. Ha soñado despierta con el chico durante muchas semanas. Que ahora hablen es como cumplir un sueño.
—Es perfecto para ti, Lisa —añade Chaeyoung—, y además está buenísimo y no te gana por mucha edad. ¿Qué más puedes pedir?
Le entra la risa floja. ¡Y pensar que Jungkook ha dado el primer paso cuando ella pensaba que ni siquiera la determinaba! Ha sabido fingir muy bien, pero la pone mal que hayan roto el hielo mientras no tengan oportunidad de verse.
—Es una lástima que no podamos vernos por ahora —lamenta con una mueca triste que Jisoo replica.
—Ay, sí. ¡No puedes saber cómo huele o cuál es de verdad el color de sus ojos! ¿A que tienes ganas inmensas de tener una cita con él?
Lisa se sonroja. Ha sido un error ser tan sincera. Ya conoce muy bien la poca discreción de sus amigas.
—Seguro que sí —Jen se ríe con malicia—. Mirad cómo se ha puesto... A saber todas las cosas sucias que se imagina pensando en ese chico.
—¡Como sigáis molestándome, voy a irme! —les amenaza con los mofletes muy apretados.
La trinidad que ve por la pantalla se ríe en una unisonancia perfecta y Jisoo vuelve a hablar.
—Perdona, Lisa, es que es divertido verte así, toda emocionada por un chico. Pensábamos que eras gay.
—Pero ¡¿qué decís?!
Está tan abochornada. No tiene nada en contra de ser parte de una minoría, pero lo que la altera que es sus amigas la malinterpreten.
—Es que con eso de que siempre le estás tocando el culo a Jen...
—¡Es en broma! —repone, ahora escandalizada.
¿Cómo pueden creer esas que es gay sólo por ser juguetona?
Una alegría y nerviosismo entremezclados la invaden cuando ve las notificaciones nuevas en su teléfono. Es Jungkook, quien la ha salvado de la tortura que supone soportar lo molestas que sus amigas se ponen al buscar avergonzarla.
—Tengo que irme, Jungkook me está llamando. Es la primera vez que vamos a hablar por videollamada, no te importa que os deje, ¿no, unnie? —le pregunta a Jen.
