Rechazado, Borracho, y Testamento

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¿A qué no sabes la buena nueva?— Preguntó Sam, su colega del teatro.

—¿Cuál?

—Van a hacer audiciones en el Imperial Theatre es sobre Tempestad de Shakespeare, las audiciones culminan el próximo jueves, si eres elegido tienes la oportunidad de no sólo presentarte ante los grandes del teatro sino también la oportunidad de llegar al cine, ¡El cine, Tony!— Exclamó su emocionado amigo.

Tony estaba mordiendo la punta de su dedo pulgar mientras lo escuchaba, era una gran oportunidad— ¿Crees que deba presentarme?

—Claro que sí, eres muy talentoso, eres capaz de tomar cualquier papel como si estuvieras tu mismo en la vida real, yo lo haría pero soy negro y ya sabes como son con el racismo, lo máximo que puedo interpretar es un esclavo al que le cortan la pierna— Tony lo abrazó.

—¡Amigo! Voy a hacer que el papel sea mío, pronto me verás en el cine— Le dijo para salir.

—¡Buena Suerte!— Gritó Sam desde la distancia.

...

Allí estaba él, perdido en el bar, con excesiva cantidad de alcohol en su sistema, deprimido por no haber sido aceptado para aquella reconocida obra en la que pudo haber triunfado.

—Y me dijo "Eres un actor de clase baja, te falta mucho para interpretar  con firmeza y pulcritud, vuelve cuando sepas lo que haces"— Decía Tony a la nada, mientras se bebía otra botella de las cuatro que llevaba en la noche.

—Tony, creo que ya es suficiente por hoy, estás comenzando a hablar solo, y se están burlando de ti— Dijo Natasha, su amiga y dueña del bar, cuando fue a quitarle la botella a Tony la abrazó, aferrándose.

—No, Clint me la dio— El esposo de Nat, Clint, quien sería reprendido mas tarde por haberlo hecho quedar en ese estado.

—Ah, qué voy a hacer contigo, dame la botella o te voy a pellizcar— Ella sabía que cuando estaba borracho, se comportaba mas infantil de lo que ya era —Tony, la botella— Ordenó.

—Ño.

...

Habían vuelto del viaje hace tres horas, algunos querían ir a celebrar la enorme carga de peces que trajeron pero por el llamado de sus esposas y también el cansancio, fue que Steve era el único que iría a celebrar y a charlar con Nat, él no bebe pero ordena jugo de moras.

Se sorprendió cuando llegaba al bar, al ver a su amiga regañando como a un niño a un joven de cabellos castaños que se le hacía familiar.

—Tony, la botella o te pellizco tu decide—.

—Tony...—Pronunció intentando averiguar de donde le sonaba ese nombre, y se acordó que se trataba del lindo chico que ayudó con unas cajas— ¡Tony!— Llamó alegre, dándose a notar por su amiga y el joven.

—¿Steve? ¿Qué haces aquí? — Preguntó Natasha.

— Llegamos hace poco, vine a charlar un rato y...

—¡Mi príncipe azul!— Tony se abalanzó sobre él, repartiendo besos por toda su cara— ¡Mi príncipe sálvame de esta fea bruja malvada!— Steve estaba sonrojado hasta las orejas, y Nat intentaba quitárselo de encima.

—¡Tony malo! ¡Déjalo en paz!

— Noooo, él va a protegerme, ¿Verdad que si, mi dulce príncipe? — Le preguntó dándole una tierna mirada.

— ¡Bájate!— Ordenaba ella, halándolo del pie— ¡Hey!

Steve la detuvo— Nat, no te preocupes, él y yo ya nos conocemos ¿Te acuerdas de mí, verdad?— Le preguntó al castaño que enterraba la cara en su pecho.

¿Cómo casarse con un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora