Un gran problema viene después de otro.

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PoV. Craig

*Ese mismo Sábado en la mañana Casa de Craig*

Hoy desperté más temprano de lo usual, "My Honey" me llamo excesivamente temprano, no es novedad, pero algo que realmente odio es que me despierten, sobre todo en fin de semana.

Obviamente no odio a Tweek por ello, lo adoro, hubiese sido otro..., lo castro con mis propias manos; Me llamó para avisarme que saldría con unos amigos, supongo que son los idiotas de siempre.

Estos pensamientos invadían aquel adormilado azabache, que se encontraba sin polera y un boxer, se revolcaba en la cama intentando dormir nuevamente, pero, sus pensamientos eran invadidos por el pequeño rubio que empalaga sus sueños y deseos carnales como la miel a la leche.

- Necesito masturbarme...- saca su celular- veamos...

El azabache tenía un álbum exclusivo de su Honey, fotos, videos de todo...,con la excepción que está era privada, estaba oculta a la vista, y tenía contraseña individual.
Craig siempre era cuidadoso con sus cosas a tal grado que su celular era un misterio para cualquiera, menos para su Honey...,aunque el rubio jamás sospecharía que tenía carpetas ocultas más con contenido explícito de él, bajo contraseña.

El azabache sumergido a su deseo indecoroso lleva una mano a su calzoncillo con su amigo previamente despierto, las hormonas las tenía alborotadas, algo normal en un adolescente.

Con la llena de sus dedos comienza a rozar su erecto miembro, cerrando sus ojos y pensando en que el toque es provocado por su "Sweetie Boy".
"Suave", "infantil", "brusco", "inocente", "delicado", "frágil" y "sumiso". Eran las palabras que sumergían y embriagaban al azabache, con cada pensamiento su mano se iba poniendo más brusca. Liberandose por fin de su tortuosa ropa interior que estaba más que empapada.

Con su mano izquierda empezó agitar su falo a una velocidad moderada, pero mientras su pensamientos iban chocando con la noche en que poseyó al menor, se iba poniendo más agresiva, aquél inocente, dulce y frágil chico que parecía uno de sus cobayas, esa noche cambio a algo perverso, agridulce y lo hizo sentir frágil a él mismo, eso lo prendía tanto que ni se dió cuenta que salpicó en toda la cama.

-My Baby...- cerró los ojos nuevamente para controlar su respiración.

Aún arropado por las sábanas, el agotamiento hizo que ya no pudiera más y se volviera a dormir, su único deseo en ese instante es ver a su Honey...aún así tenía algo que hacer...algo importante...algo para ayudar a otros, a él mismo y obvio lo más valioso que tenía Craig, a su Honey...y también a Stripe.

El tiempo pasaba a una velocidad increíble, y el despertador al fin sonó, el cuál fue apagado furiosamente, el azabache atino a girarse e ignorarlo, pero, parece que el destino lo quería fuera de la cama

- ¡Craig! Levántate yá, son las 2 pm...- decía una mujer de grandes atributos y cabello rubio.

- 10 min más mamá...- decía craig colocándose una almohada en la cara.

- Nada de eso Craig- va hacia la ventana y abre la cortina- Me dijiste que te despertara, ahora levántate que el día está precioso y tus amigos te esperan.

- Agh...Tsk- decía molesto al quitarse la almohada y le llegará el sol en la cara- ¿Desde cuando te importa mi vida social?

- Desde que siempre me presionas para despertarte cuando me rindo me hechas la culpa Craig -se acerca a su hijo pero se tapa la nariz- Craig ¿qué es ese olor? ¡Ve a bañarte enseguida!- decía su madre bastante enojada, ella ya sabía que era por lo tieso de las sábanas, pero odiaba que su hijo no fuera capaz de lavarlas o al menos sacarlas como dormir en aquella escencia que él mismo producía.

Sweetie Boy - CreekWhere stories live. Discover now