Las mesas son públicas.

21.3K 651 18
                                    

Tobias

Como todos mis días de la semana me levanto de la cama, me pego un baño y luego me dirijo a la biblioteca. Muchas personas me saludan amablemente y les devuelvo el saludo. En la biblioteca muchos me conocen no por ser presumido es solo que ir todos los días de la semana te hace hacer conocidos.

Marta ya me esperaba con un libro en la mano. Se preguntarán quien es Marta no? Bueno Marta es la bibliotecaria y dueña de la biblioteca es una mujer de 45 años y muy agradable por cierto. Me trata como si fuera su hijo. Ella ya tiene uno, Bruno mi mejor amigo desde que tengo memoria. Él es un caso aparte, no le gusta leer pero si estar en su mundo de series. Nos gustan cosas diferentes pero es la persona en la que mas puedo confiar en el mundo. Por eso es un gran mejor amigo.

Hoy la biblioteca no estaba tan concurrida como todos los días pero daba igual, mas silencio mejor. Me gusta sentarme justo en la ventana donde se puede ver a los nenes jugando en la plaza, a las abuelas sentadas en un banco, me gustaba admirar el mundo desde acá arriba.

Me dirijo a mi lugar y me encuentro a una chica de espaldas concentrada en su libro. Sería una lastima que alguien la interrumpiera.

-Disculpa, estás sentada en mi mesa-dije tratando de sonar amablemente. Era mi lugar.  ¿Acaso nunca me había visto sentarme todas las mañanas?

La chica ni siquiera se dio vuelta y siguió con su lectura.

-Te lo pedí amablemente, ¿puedes ir a otra mesa?- le dije y esta vez no muy amable que digamos.

La chica se giró,  ni siquiera me miró y dijo con tanta sequedad:

-¿Acaso esta mesa tiene tu nombre?

-Si, y si no te molestaría ir a otro lado-comenté de mala gana está chica iba a hacer que la mate.

-Mmmm, yo no le veo tu nombre en ninguna parte, las mesas son públicas y si no te molesta esto es una biblioteca hay que estar en silencio -dijo y eso basto para dejarme con la boca cerrada. Está chica no sabe con quien se mete. Mi lugar es sagrado, y nadie lo toca. Para ser tan linda era irritante. Dije linda? Si bueno no lo voy a negar era preciosa aunque con un carácter bastante fuerte por lo visto, pero se metió con mi lugar y es imperdonable. 

Quería averiguar quien era, nunca la había visto por acá o nunca la había visto en Holanda directamente. Marta quizás sabe algo.

-Marta, ¿sabes quien es esa chica de allá?- dije señalando mi lugar

-Solo se que se mudo hace una semana y desde entonces viene todos los días a buscar un libro-me dijo esperando ver la razón por la cual le pregunte.

-Y por que nunca la había visto hace una semana? Está en mi lugar Marta y es imperdonable-dije enojado lo cual río.

-Ay, mi hijo es solo un lugar, puedes compartirlo, ella es realmente agradable. Y nunca la habías visto por que venía mas temprano y se llevaba los libros a su casa pero le dije que podía leerlos acá en la biblioteca.

Dijo compartir? Con ella? Amable? Marta está realmente loca y lo que menos fue conmigo es amable. Pero quizás no era tan descabellada la idea de compartir mesa con ella. Quizás hasta podría ser interesante.

Mi hora de la lectura termino, y sin pensarlo me acuesto a dormir, pero la imagen de esa chica vuelve a mi cabeza. Quizás intente sentarme con ella por que después de todo ¿que es lo peor que puede pasar?


Es demasiado corto, lo sé pero soy principiante en esto de escribir asi que me harían un gran favor comentandome mis errores o algo. Y gracias por leer!

Sujeta mi mano. (Editando)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz