Porque te cruzaste en mi camino (1ºy2º)

Capitulo 13: Creo que le gustas

Mierda, mierda y más mierda. ¿Por qué justo en este momento?

Ian siguió dejando pequeños besos en mi cuello. Volvieron a tocar la puerta. Se separo de mí y gruño

Me baje de un salto y arregle mi top y cabello. Sentía mis labios hinchados. Ian dio la vuelta para ver si estaba presentable y abrió. Me senté donde estaba antes y mire al maldito que interrumpió mi sesión de sexo

–Hola Ian, venia a ver si estaba todo bien –entro el director

–Hola. Hmm, si todo bien –sonrió

–Oh, señorita García, ¿Cómo le va? –me sonrió

–Hola –sonreí– Bastante mal a decir verdad –fruncí el ceño

–¿Qué sucedió? –se sentó a mi lado. Ian pasó por detrás de mi y se sentó

–La profesora de cálculo me mando aquí –fruncí el ceño

–La pillo conversando con unos compañeros y me vino a buscar –siguió Ian

–Oh, ya veo. Es el primer día señorita García, creo que debería comportarse mejor, al menos los primeros días

–No se preocupe, director –sonreí

–No la quiero ver en mi oficina como el año pasado, espero que este año sea mejor –me guiño un ojo

–Solo fueron unas pocas veces –recordé

–Claro, si a pocas veces le llamas diez veces por semana, esta bien –rió.

–Pero siempre he sido una de sus mejores estudiantes –dije orgullosa

–Eso si –rió– Bueno, ¿Y para que la mando aquí?

–La voy a enviar a casa por dos días –dijo Ian

–Oh no, eso no –proteste

–¿Estas loco? –siguió el director

–Eso me dijo la profesora –se encogió de hombros

–Solo dale unas horas de detención Ian, no la mandes a casa –el director se levanto y me tendió la mano– un gusto haberla visto el primer día –sonrió

–Adiós –sonreí. Salio y cerro la puerta

–Pero que bien se llevan –frunció el ceño

–El año pasado siempre me mandaban a su oficina –rió

–Pero creí  que eras una sabelotodo

–Eso soy, solamente que me gusta hacer una que otra maldad –reí

–Ya veo. Bueno, tendrás dos horas de detención

–¿Dos horas? Debo llegar temprano a casa, o Jean me matara

–No lo creo –frunció el ceño– Yo soy el que esta en las horas de detención, así que me encargare de avisarle a él y te dejare en casa

–¿Es una broma? –Bufe– no quiero pasar mas tiempo contigo

–¿Por qué no?

–Casi tuvimos sexo aquí –lo fulmine

–Bueno, alomejor tenemos sexo esas dos horas seguidas –guiño un ojo

–Asqueroso –me levante

–Luego entra a tus clases, y trata de que no te manden mas hacia acá, o te daré cinco horas, y luego quedaras exhausta –rió

–Jodete –Salí hecha una furia

…

–¡Es que no lo puedo creer! –grito Rayen. Varios estudiantes se dieron vuelta a mirarnos