Capitulo 12

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Ya eran cerca de las 7:30 de la noche. El sonido de un piano y de las risas de las personas se hacía presente en la sala.

Era la primera vez que iba a una fiesta de esa clase. Nicholas la había invitado y por primera vez, le había comprado un vestido no tan escotado. Definitivamente era un alivio que ya dejarían de mirarla en los pechos.

-¿Puedes cambiar esa cara?-preguntó Nicholas con cierta molestia- Me molesta

-Perdón-respondió Krimhild con cierto fastidio pero intentando no sonar sarcástica

Krimhild lo miró de reojo. Estaba muy guapo. Vestido con un saco color guinda con bordes dorados y pantalones negros. Le quedaba muy bien.

No llegaba a reconocer a nadie en la fiesta. Excepto por Nicholas, Ludir y Thalía. Estaban sentados en una de las mesas principales. Podía ver como cada persona que llegaba iba primero a saludar a Nicholas y el respondía con un simple "Disfrute la fiesta"

Estaba aburrida. Nicholas le había ofrecido vino blanco pero ella lo rechazo. No tomaba licor, así que decidió tomar un poco de té negro. Jugaba con su taza distraídamente hasta que sintió una mano en la espalda.

-Oye pequeño angelito ¿no te diviertes?-dijo Ludir que apareció por detrás de ella

-¿Angelito?- preguntó Krimhild sorprendida por aquel apodo

-~Claro~ eres tan bonita que decidí llamarte así-respondió Ludir- ¿No te gusta?-le preguntó mientras empezaba a jugar con otro de sus mechones de cabello

-No es que no me guste, solo es raro-dijo Krimhild con sinceridad

-Deja de tocarla Ludir-interrumpió Nicholas

-Está bien la dejo, la dejo-dijo Ludir mientras dejaba de tocarla

-Y tú...-agregó Nicholas mientras se dirigía a Krimhild- Deja de regalarte

¿Dejar de regalarme? ¡Yo no he sido! ¡Todo es culpa de él! ¿Por qué me lo dice a mí?

-Disculpen-dijo Krimhild con un tono molesto y se fue de la mesa

Caminó hasta llegar a un balcón y se apoyó en el lumbral que daba para afuera.

-¿Oye. Tú no eras Krimhild?-

Krimhild voltio rápidamente su cabeza para ver quien le hablaba y se sorprendió al ver que era Lisbeth, la joven que también terminó siendo una muñeca de un noble.

-¡Lisbeth!-exclamó Krimhild y las dos se abrazaron

-¿Qué haces aquí?-preguntó Lisbeth

-Soy la muñeca...del Rey-respondió Krimhild con cierta tristeza

-¿Y Elizabeth y Marian?-preguntó Lisbeth con curiosidad pero al ver que Krimhild bajo el rostro al escuchar esos nombres supo lo que había pasado- Ya entiendo...

-Parece que a ti si te ha ido bien-dijo Krimhild de repente

-Pues...termine siendo el juguete de un noble anciano, pero este murió y me dejo todo a mí. Era soltero y no tenía hijos-dijo Lisbeth algo orgullosa- Así que ahora soy una noble también

-¡Increíble! Hubiese querido tener la suerte que tú tienes-dijo Krimhild

-Oye angelito- dijo Ludir interrumpiendo la conversación- Nicholas te busca

-¡Rayos! Perdón Lisbeth me tengo que ir-se disculpó Krimhild

-Está bien Krimhild, nos vemos luego-se despidió Lisbeth y vio a Krimhild correr en la mano de Ludir

-Me ha dicho que te vera en el pasadizo-dijo Ludir- Nos vemos angelito- se despidió y dejo a Krimhild sola en la puerta que iba para el pasadizo

Abrió la puerta temerosa y lo vio recostado sobre la pared izquierda. Él le hizo una seña para que se acercara y ella obedeció.

-¿En qué momento te dije que te podías ir a hacer vida social?-preguntó él

-¿Qué?-preguntó Krimhild- Solo me encontré con alguien y lo salude

-No te estoy preguntando qué hiciste, te estoy diciendo quien te dio permiso-dijo Nicholas

-Yo...no te pregunte porque...-intentó excusarse ella

-¡No me pongas un porque! ¡Solo admite que lo hiciste!-gritó el

-Oye! No le grites!-

¿Quién?

La muñeca del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora