Capitulo 18

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Krimhild PDV- 1 semana después

-Hola señorita Krimhild, me llamo Gertrudis y estoy para servirle-

La mire de pies a cabeza. Era de estatura baja, de cabellos negros amarrados en una trenza. Su cara era de un color blanco muy pálido pero contrastaba con las pecas que tenía en las mejillas.

-Muchas Gracias Gertrud-agradeci- Espero que seamos buenas amigas

Vi como en su rostro se formaba una sonrisa. Hizo una reverencia y salió de la habitación. Me preguntaba porque Nicholas me mandaría a alguien sabiendo que he traído a su hermana solo para fastidiarlo.

Es algo muy gracioso. Ya le he visto hacer 2 pucheros en dos ocasiones donde ha intentado sobrepasarse conmigo y ha interrumpido su hermana.

A pesar de todo, veo que se quieren mucho. Y ella respeta y la quiere mucho. La trata diferente...me gustaría que me tratara así...

Me siento en uno de los muebles de la habitación con la intención de leer un libro. Estoy lista prácticamente para dormir. Mi cabello esta recién cepillado y amarrado con un lazo, y tengo un vestido blanco, que me llega hasta las rodillas, que uso como pijama.

Mientras intento concentrarme me pierdo en la inmensidad de letras y lo profundo que el libro es, me quedo profundamente dormida

Nicholas PDV

Ha pasado 1 semana desde que mi hermana está viviendo aquí. Adoro a mi hermana pero ella evita que pueda estar divirtiéndome con Krimhild. Además tengo que hacerla pagar por lo que ha hecho y más de una vez Julieta ha interrumpido.

Viéndole el lado bueno es interesante. Ella es diferente, pensé que podría controlarla como a las otras. Y así fue unos días...pero al parecer ya no puedo. Vivo con todo el derecho de matarla sin embargo no quiero hacerlo.

Ludmil para insistiéndome que se la regale a él, que el sí cuidara bien de ella. Yo quiero cuidar de ella, no permitiré que nadie más la toque. Ella es mi pertenencia.

Voy a su cuarto. Tengo intención de jugar con ella aprovechando que es de noche y mi hermana ya está durmiendo. Tal vez un juego erótico...no lo sé ya se me ocurrirá algo.

Entro a su cuarto y veo la chimenea prendida pero ya extinguiéndose el fuego. No está en su cama, está sentada en el mueble. Un libro estaba en su regazo y su cabeza estaba recostada sobre el respaldar.

Me acerque y vi que estaba dormida. Parecía estar teniendo un sueño tranquilo. Me senté a su lado, saque el libro y revise la caratula.

Puse un gesto desaprobatorio. Este libro lo ha sacado de mi biblioteca personal. ¿Cuándo mierda lo hizo? Lanzo el libro al suelo y para mi sorpresa no se despierta si no que cambia de posición. Ahora esta recostada sobre mi hombro. Quiero empujarla ya que no me gusta que me usen de almeada pero veo caer una lágrima de su rostro. Al parecer ya no está teniendo un sueño bonito. Aunque no quise una parte de mi me ordeno calmarla así que la atraje hacia mí para abrazarla.

Me siento extraño...jamás me he sentido así

La muñeca del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora