Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Advertencia: au actual
El sol estaba radiante aquel día, el cielo brillaba en un tono celeste sin una nube en él. Obanai Iguro caminaba tranquilamente hacia la universidad con la mirada fija en su teléfono celular, no tenía apuro alguno en llegar a clase, aún se preguntaba porque se esmeraba en estudiar para un futuro si él solo deseaba morirse pronto. Tenía pensamientos de ese tipo desde que recuerda, su familia es la gran culpable de todos sus miedos, complejos y traumas.
Su padre lo abandonó cuando apenas era un recién nacido y nunca más volvió a aparecer, y en consecuencia creció en un hogar en donde su madre lo vivía culpando de todas sus desgracias e incluso llegaba a golpearlo ferozmente mientras le gritaba con todas sus fuerzas que le había arruinado la vida y solo quería que muriera pronto. Obanai llegó a creerse que el mundo sería un lugar mejor sin una escoria como él, a su madre poco le importó echarlo de su casa cuando tenía diecisiete años y desde ahí se valió por sí mismo buscando trabajos de medio tiempo para poder continuar con sus estudios y poder buscar algún lugar económico para vivir.
Estaba tan concentrado respondiendo el mensaje de su única amiga, Mitsuri Kanroji, que no se dio cuenta que chocó con alguien y ese alguien cayó al suelo.
― Lo siento mucho ―respondió Obanai apenado ― Deja que te ayude ―se ofreció mientras se agachaba a recoger los apuntes que se esparcieron por el lugar
Observó a la chica que lo miraba muy apenada y con un tono ligeramente rosa en sus mejillas, Iguro pensó que era bonita pero una sensación de calidez mezclada con bienestar se alojó en su pecho tenía la sospecha de conocerla de antes pero no podía recordar de dónde.
― Aquí tienes ―le entregó aquellos apuntes que recogió
La chica los tomó pero rápidamente comenzó a teclear en su celular para que segundos más tarde le enseñara la pantalla.
― Muchas gracias por la ayuda, disculpa que te agradezca de este modo pero soy muda ―leyó Iguro ― No te disculpes por eso, tengo la sensación de que te conozco de antes ―frunció el ceño ― ¿Nos conocemos? ―preguntó
La joven solo negó con su cabeza.
― Ya veo, solo fue idea mía ―murmuró para sí mismo ― Soy Iguro Obanai, fue un placer conocerte ―le tendió su mano
La joven volvió a escribir en su teléfono celular y le mostró lo escrito al de ojos bicolor.
― Un gusto conocerte Iguro-san, soy ____ ____ ―leyó Obanai y ____ tomó la mano del chico
La sensación de electricidad que tuvo ante el contacto fue recíproca, Iguro de repente vio pasar una serie de imágenes en su mente. Eran ____ y él pero vestían ropas antiguas, estaban juntos y al parecer luchaban contra algo porque contaban con espadas, la última imagen que atravesó su mente fue la de ellos dos ensangrentados en el piso sus manos estaban entrelazadas y sus cuerpos sin vida. Obanai parpadeó varias veces seguidas con una especie de recuerdo en su cabeza.
