Siete
Zayn se despertó al escuchar una melodía llenar sus oídos, se estiró en la cama sin recordar cuando había logrado conciliar el sueño, lo último que recordaba eran las tristes palabras que Louis le había dicho. Se quedó unos minutos más acostado, con ganas de no hacer absolutamente nada, su cuerpo estaba entumecido de estar en la misma posición pero el alfa no tenía prisa por levantarse.
Alfa.
Zayn sonrió, era extraño sentir los llamados de su omega, aún no se había acostumbrado a ello, ni tampoco a sentir constantemente cómo se sentía Louis y lo que este necesitaba. Siempre estaba ahí, presente en su pecho, así como Gigi en su cabeza, todo el tiempo, sin su consentimiento o sin siquiera quererlo, ahí estaba.
Se levantó de la cama, aún estaba con ropa del día anterior, por quedarse dormido antes de cambiarse. Camino hasta la cocina, sus pies descalzo sintiendo el frío pavimento y su alfa queriendo olfatear el aire, sentía la presencia del pequeño omega, quien tenía un plato de cereal frente suyo, comía lentamente sin voltear a ver al alfa y la melodía que lo despertó provenía del celular del omega.
—¿Louis? — lo llamo, el omega entro en alerta, alejando el plato, sintiéndose culpable por aprovecharse de la confianza del alfa.
—Lo siento.
Zayn negó, sintiendo a su alfa herido porque creer que Louis que no se sentía libre en ese sitio.
—Puedes tomar lo que quieras, omega. — habló Zayn, empujando el plato regreso a Louis, quien sonrió apenado, comenzando a comer otra vez.
—Gracias, alfa, es que me levante con mucha hambre, y no quería despertarte.
Zayn abrió la refrigeradora, sacando la leche y bajando el cereal que reposaba sobre esta, busco un plato y lo puso sobre la mesa.
—Está bien, Louis, puedes comer todo lo que quieras, no tienes que pedirme permiso.
Louis paró la música en su celular y asintió con una sonrisa, se sentía un poco abrumado, era la primera vez que convivía con el alfa sin su celo a flor de piel o su cansancio continuo por calmar el dolor de su celo.
Zayn se acercó al omega con lentitud y cuidado. El omega lo miró confundido.
—¿O-ocurre algo?
—Tu marca. — respondió inmediatamente. —Quiero verla. ¿Puedo?
Louis entendió, inclinando su rostro hacia un lado, dándole espacio al alfa para mirar su marca, la cuál había dejado de picar, en su lugar ardía un poco.
—Aún está pálida. — habló Zayn más para sí mismo que para el omega.
—No pasa nada.
—Si pasa. — lo interrumpió, acariciandola, Louis retorció los dedos de sus pies, complacido con ese gesto, quiso gruñirle a su omega por sentirse así. —No tienes por qué sentirte mal. Es normal que tu omega quiera cariño de su alfa.
Escuchó a Zayn decir antes de que se apartara y comenzará a comer. Louis mordió su labio, a veces sentía que no tenía privacidad con ese lazo, no podía ocultar sus sentimientos hacia el alfa y viceversa, siempre estaban ahí, tan lejanos pero a la vez como si estuviera bajo su piel.
—El problema, alfa. — comenzó a decir, teniendo la atención del alfa sobre él. —Es que no eres mi alfa, eres el de Gigi. — dijo, sintiendo como su omega se retorcía incómodo y adolorido con esas palabras.
