Palabras De Dragón: Uno De Ellos

El Visitante Medieval

Cristóbal, Dani, Luis, Anás, Raquel, Rocío, Itzíar, Antonio, Rubén, Juanma y Lola estaban hablando acaloradamente en las vallas que dividen ambos institutos. Estas vallas los separan, pero aún así estaban a un paso de distancia y los más "larguiruchos" llegaban a poder dar collejas a los del otro lado de la valla. En el lado de la valla de Cristóbal estaban él, Anas, Luis, Raquel, Rocío, Itzíar y Antonio, y en el contrario el resto.

Durante la conversación, muy sigilosamente se acerca un hombre vestido como un caballero medieval y susurra a Cristóbal pegado a su oído.

-????: Volvemos a vernos.

Cristóbal da un salto hacia atrás del susto y lo mira fijamene a los ojos.

-Cristóbal: ¿Qué haces aquí, Felipe?

-Felipe: He venido a acabar con tu penosa vida, hu-ma-no -Dijo esta última palabra con mucho énfasis.-

-Cristóbal: No te permito que me hables así.

Todos los presentes miraban desconcertados. ¿Cristóbal dándose de importante?

Felipe desenvaina una enorme y finísima espada. Todos los presentes lo observan desconcertados. ¿Era un loco o qué?

-Felipe: Cuando tu sangre corra por el suelo, me proclamaré rey de Heme -Se pronuncia "Gem", como "gema" sin la A final.-.

-Cristóbal (pensando): La vida de mis ciudadanos vale más que todos los secretos del mundo.

-Cristóbal: No te atreverás.

-Felipe: Aquí no tienes lacayos que obedezcan tus órdenes, tengo vía libre para atravesar tu cuello humano.

Felipe alarga la espada y la coloca a 3 centímetros del cuello de Cristóbal.

-Cristóbal: -Agarra la punta de la espada, como si del mango se tratase. Todos observan con miedo y preocupados por Cristóbal.- No me dejas otra opción que cumplir la ley. -Empieza a apretar con fuerza el filo de la espada con todo su puño, soltando un poco de humo y doblándolo como si fuera plastilina.- La pena por conspiración es la muerte.

Felipe suelta la espada dando un salto y moviendo mucho su mano, como si se hubiera quemado, mientras grita.

-Felipe: ¡No me importa que lo sigas siendo, he venido a proclamarme rey de Heme!

Felipe saca otra espada, más corta, y un escudo y se entabla en combate con Cristóbal.

-Rubén: ¿Estás loco Cristóbal?

El combate fue muy igualado, pero Cristóbal parecía estar luchando desinteresadamente y Felipe con problemas para acertar. Finalmente, Felipe corre y coge a Raquel -Probablemente buscando la que parecía tener menor fuerza, aunque no lo era. Sin embargo no tenía suficiente para hacerle nada a su agresor.-

-Felipe: El título por la inocente.

-Cristóbal: Eres un cobarde. Debería haberte matado en lugar de bailar contigo.

-Felipe: Mucho presumir pero se le acaba el tiempo a tu amiga.

Cristóbal hizo un gesto con el brazo y la tierra y la arena del lugar cobró vida y separó a Raquel y a Felipe. Felipe, frustrado, alzó la espada en alto y se preparó para cortar a Raquel por la mitad, pero justo en ese segundo Cristóbal se movió con velocidad sobrehumana e interpuso su brazo entre la espada y la cabeza de Raquel. La espada quedó clavada en el brazo de Cristóbal.

-Todos: ¡CRIS!

Cristóbal dió un enorme grito de dolor e instantáneamente golpeó el pecho cubierto por la armadura medieval de Felipe con la mano y la atravesó -Incluso el lado trasero de la armadura.- en una explosión de sangre.

Ambos cayeron al suelo: Cristóbal desmayado por la pérdida de sangre, y Felipe muerto con el corazón completamente atravesado. Todos corrieron a socorrerlos, pero Cristóbal estaba ardiendo y no pudieron cogerlo hasta diez minutos después.