oscurité ㅡ ateez smut

# < twelve > 🖇

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[10:35 pm] "Buena chica", Wooyoung susurró en tu oído, sus ojos encontraron los tuyos y la forma en que su mirada estaba llena de ternura y admiración casi te hizo olvidar la enorme longitud de San empujando dentro de ti, "Tú, te ves tan linda.", agregó y comenzó a acariciar tu mejilla con la mano mientras sonreía y nunca habías visto algo tan hermoso.

Su cabello oscuro se pegaba a su frente, las mejillas de los tonos rojos más dulces y la jodida expresión en su hermoso rostro te hacía apretar la polla de San como una loca. Tu vista comenzó a fallar por la forma en que tu novio estaba golpeando todos los lugares correctos, sus uñas clavándose en la piel sensible de tus muslos mientras apretaba su agarre. Wooyoung continuó mirándote con el hambre ardiendo en sus ojos debido a la forma en que tus labios se separaron, formando una 'O' casi perfecta y tus ojos rodando en la parte posterior de tu cabeza por todo el placer corriendo por tu cuerpo.

"Bebé.", San gimió y logró que los dos cambiaran su atención hacia él, "Bésalo, quiero que gimas mi nombre en su boca.", su mirada se encontró con la tuya tan pronto como las palabras salieron de su boca y sin siquiera perder un minuto, Wooyoung envolvió su mano alrededor de tu garganta y acercó tu rostro al suyo.

"Linda muñeca", sonrió contra tus labios, su voz era mucho más firme que hace unos segundos y aunque ambos sabían que era él quien movía los hilos, Wooyoung era consciente de la forma en que palpitabas al pensar en San tomando el control de él también, "Eres una chica tan hambrienta; a pesar de que he dejado mi esencia en ti, todavía no es suficiente, ¿verdad?", Wooyoung suspiró y apretó el agarre alrededor de tu cuello, cortando el aire tan necesario, sabiendo cuánto lo excitaba. "Youngie.", San gimió de repente, su mano agarró los bíceps de tu novio, "Bésala, por favor.", tragó saliva e inclinó la cabeza hacia un lado, los movimientos de sus caderas eran mucho más descuidados cuanto más se acercaba a tu altura y aunque el placer te nublaba la vista, aún lograbas prestar atención a su interacción.

Te encantó la forma en que San literalmente le rogaba a Wooyoung que se rindiera a sus súplicas, pero aún así se lo negaba y tenía que aceptarlo como el buen chico que era.

La dinámica entre tus dos novios nunca había dejado de sorprenderte; sus personajes cambian con la atmósfera en la habitación y, aunque habían pasado meses desde que los tres decidieron decir "a la mierda" e ir a una relación poliamorosa, todavía tenían que acostumbrarse a ver a San, a quien le encantaba dominarlos cada que tiene oportunidad, ser tan increíblemente sumiso cuando se trataba de tu amante. Su comportamiento por lo general cambiaba cada vez que Wooyoung sacaba el lado dominante y se obsesionaba con eso.

Y mientras los observabas atentamente, dejaste escapar un profundo suspiro de gratitud tan pronto como Wooyoung soltó tu garganta, su mano vagaba por tu pecho desnudo antes de tirar casualmente uno de tus sensibles pezones entre sus dedos, haciéndote arquear la espalda y apretar un poco más a San. Y tan pronto como tus ojos se movieron hacia el chico entre tus piernas, supiste que estabas cerca. Tenía su polla enterrada dentro de ti, empujando perezosamente debido al agotamiento que se extendía dentro de sus músculos e incluso sus gemidos se habían cansado y ni siquiera podías culparlo. Wooyoung los había estado observando a los dos durante casi treinta minutos, teniendo a San follándote con la cara presionada contra el colchón mientras hacía que Woo te tocara, pero a ninguno de ustedes se le permitió correrse.

Y después de casi una hora de mantenerse unidos, literalmente pudiste saborear tu clímax en la punta de tu zona.

"¿Quieres que la bese para que puedas correrte dentro de ella, hm? Porque sabes cuánto ama mi boca, ¿verdad? Y cuando ella se corra, también podrás hacerlo, ¿sí?", Wooyoung dijo, sonrió y se sentó en sus rodillas para estar en la misma altura que tu otro novio, "Entonces adelante. Haz que se corra. Muéstrame lo bueno que puedes follarla y dejaré que te apropies de ese dulce coño.", y esas fueron las últimas palabras del pelinegro antes de que él le diera a San un beso rápido en los labios y luego volviera a su posición original y lo siguiente que sentiste fueron sus dedos en tu núcleo y su bonita boca en la tuya mientras te hacía ver las estrellas...