Parte 19.

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37 & 38

Capitulo 37

Dulce llegó a su departamento, donde ya estaba Poncho desde hace rato. Al verlo, escondió la bolsa que llevaba en la mano detrás suya.


-Poncho. ¿Qué haces aquí?-dijo algo nerviosa.

-Pues terminé de grabar y me vine para acá. Más bien dime dónde te metiste tú. Te estuve buscando para que fuéramos a comer juntos pero no te encontré. Me dijo Annie que saliste a comprar algo…-dijo Poncho levantándose y acercándose a Dulce.

-Pues sí. Fui a comprar algo…

-¿Y qué compraste? ¿Qué escondes ahí?-dijo Poncho dándose cuenta que tenía sus manos tras ella, intentando mirar por encima de su hombro.

-Nada. –dijo Dulce cada vez más nerviosa.-No es nada…

-¿Cómo que nada?

En un rápido movimiento, Poncho le había quitado la bolsa a Dulce.

-¿Fuiste a una farmacia?-preguntó Poncho extrañado al ver la bolsa.

-Sí-dijo Dulce mientras se apoderaba nuevamente de la bolsa.-¿Qué pasa?

-No. Nada. Pero, ¿qué compraste que traes tanto secreto?

-No seas tan curioso. Son…Unas pastillas para el dolor de cabeza…-dijo Dulce disimulando.

-Bueno, está bien. Te diré que te creo…-dijo Poncho no muy convencido.

-No me digas eso…-dijo Dulce haciéndose la ofendida- Yo mejor me voy a mi habitación a cambiarme. Ahora te veo, ¿vale?

-Como tú digas ardillita…-dijo dándole un beso en la mejilla.


Dulce caminó por el pasillo hasta llegar a su habitación. Cerró la puerta y respiró con alivio. Cogió la cajita que había dentro de la bolsa y la guardó en un cajón.

-Será mejor que lo dejes para mañana, Dulce María…-se dijo a sí misma.


De repente, los ojos de Dulce se dirigieron a la puerta donde apareció Poncho.

-¿Qué pasa?-dijo ella poniéndose de pie de un salto.

-Pues quería preguntarte si quieres que pidamos pizza o algo para cenar…

-Por mí está bien…

-Dul, ¿qué tienes?-dijo Poncho mirándola fijamente.

-¿Qué tengo de qué? ¿Por qué preguntas?-dijo Dulce nerviosa.

-Pues mírate. Estás muy nerviosa desde que has llegado. ¿Te pasa algo?

-No. No me pasa nada… Será que ando agobiada con todo el trabajo y así…No te preocupes…

-Bueno pues no andes tan agobiada porque luego tengo que aguantarte yo…-dijo Poncho bromeando, por lo que Dulce hizo un gesto de niña triste, lo que despertó la risa de él- Es bromita ardillita. Pero ya relájate un poco…

-Sí. Lo intentaré…-dijo dulce respirando profundamente.



Al día siguiente, estaba Dulce arreglándose, cuando Poncho entró en su habitación tras llamar a la puerta.

-¿Ya te vas?-preguntó Dulce.

-Sí. Entro a grabar hoy más temprano. ¿Qué vas a hacer tú? ¿Quieres que te espere y nos vamos juntos o tú te vas por tu cuenta?

-Bueno si me esperas, me voy contigo. Sólo tardo quince minutos más…

-Claro que te espero… En la sala estaré. No tardes…-dijo Poncho cerrando la puerta de la habitación de Dulce.


Dulce abrió un cajón para buscar su perfume y se encontró con la caja que había guardado allí el día anterior.

-Tendrá que esperar a mañana…-pensó mientras cerraba el cajón para volver a abrirlo- No Dulce. Es mejor que afrontes las cosas de una buena vez…

Sacó la caja del cajón y se fue al servicio. Al entrar, cerró la puerta con cerrojo. Respiró profundamente y abrió la caja para sacar un papel de ella. Eran las instrucciones.

Dio un par de vueltas al cuarto de baño mientras esperaba el tiempo necesario para mirar el resultado del test de embarazo. Al mirar su reloj y ver que ya era hora cogió el test. Lo vio y como efecto secundario una lágrima salió de su mejilla.

-¿Positivo?-dijo ella-Positivo…-dijo de nuevo mientras se le escapaba un suave suspiro.
Dulce se sentó mientras se echaba las manos a la cabeza. El resultado era positivo. Lo que temía desde que por un momento pensó cuánto tiempo llevaba de retraso, gracias a Annie, se cumplió. Se había quedado embarazada. ¿Qué pasaría ahora? ¿Qué pasaría entre ella y Poncho? ¿Cómo se tomaría él la noticia? ¿Cómo pudieron cometer ese error en esos momentos? ¿Y dónde quedaba RBD en medio de todo eso?

Un sinfín de preguntas, que para ella no tenían respuesta en ese preciso momento, abarcaron la cabeza de Dulce.

En ese momento, alguien llamó a la puerta. Todos sus pensamientos sin salida se esfumaron. Se levantó y quitó las lágrimas con sus manos. Respiró hondo de nuevo y abrió la puerta para encontrarse con Poncho.

-¿Te falta mucho?-dijo él.

-No. Ya estoy terminada…-dijo Dulce con una leve sonrisa.

-Entonces, vamos antes de que Pedro empiece a llamarme y regañarme por llegar tarde…

-Vamos…-dijo Dulce saliendo del cuarto de baño.


Dulce estuvo toda el día muy tranquila. Intentaba no pensar en esos momentos en lo que había descubierto esa misma mañana. Esas preocupaciones tendrían que esperar a que terminara de trabajar. Además, lo primero que tenía que hacer era decírselo al otro implicado en la cuestión, Poncho.

-¡Dul!-dijo Annie a lo lejos.

Dulce estaba sacando un café de la máquina, cuando escuchó y vio a su amiga acercándose a ella con una gran sonrisa.

-¿Y tú que traes hoy?-preguntó Dulce sonriéndole.

-¿Yo? Nada…-dijo Annie haciéndose la inocente.

-Sí claro. Entonces te apretaste mucho la cola que te hiciste en el pelo, y por eso cargas con esa gran sonrisa, ¿no?-dijo Dulce bromeando.

-No seas payasa…-dijo Annie pegándole en el brazo a su amiga- Simplemente hoy me levanté de buen humor…

-¿No tendrá algo que ver Ari en todo esto?

-Pues no sé…

-Anahí cuéntame ya, te lo ordeno.

-Simplemente me di cuenta que Ari y yo tenemos más cosas en común. Y me gustó mucho conocerlo un poco más porque hasta ahora él y yo no habíamos quedado nunca ni hablado seriamente. Y ayer me divertí mucho con él. Espero que esta noche nos lo pasemos igual de bien…-dijo con una gran sonrisa.

-¿Cómo que esta noche? ¿Volvieron a quedar?-dijo Dulce sorprendida con los ojos muy abiertos.

-Yes. Esta noche me va a llevar a cenar a no sé que restaurante… -dijo Annie mientras sacaba también un café de la máquina.

-Entonces… ¿la cosa va viento en popa?

-No digas eso. Somos amigos simplemente. No estoy diciendo que tenga otras intenciones con él ni nada por el estilo. Nos estamos conociendo como algo más que compañeros de trabajo. Nada más.

-Pues me alegro si tú estás contenta. La verdad Ari es un amor. Ari y Annie…Hasta vuestros nombres pegan juntos…-dijo Dulce riéndose.

-¿Otra con lo mismo?-dijo Annie seria.

-¿Qué?

-Nada. Déjalo. Bueno ¿y tú qué me cuentas? ¿Estás más animada hoy?

-Sí. Cuando no pienso todo lo que me está pasando, sí. Estoy tranquila al menos…

-Bueno, algo es algo…-dijo Annie mirándola con resignación para acabar abrazándola.


-¡Qué linda escena!-dijo Poncho apareciendo acompañado de Chris y May.

-Sí. Muy linda…-dijo May sonriendo- Aunque yo me voy a poner celosa…-dijo haciendo pucheritos como una niña pequeña.

-No tienes por qué. Aquí te hacemos un huequito.-dijo Dulce sonriendo y abriendo un brazo mientras Annie abría otro y se abrazaban las tres.

Los chicos se miraban sonriendo y se abrazaron imitando a las chicas. Al momento se separaron ellas mirándolos con cara de enojo.

-Bueno, ¿qué pasa? ¿Ya terminaron de grabar?-dijo Dulce acercándose a Poncho para agarrarlo por la cintura mientras el la abrazaba.

-¿Y no es más linda esta escena?-dijo Annie sonriendo.

Dulce y Poncho la miraron y como respuesta simultánea, ambos le sacaron la lengua.
-No andes celosa hadita. Tú tienes a Ari…-dijo Chris.

-¿Qué?-dijo May mirándola- ¿Qué me perdía ahora? Espera… ¿Ari? ¿Ari Borovoy?

-Ese mismito…Pero tranquila no te perdiste mucho. Sólo son amigos que salen a comer juntos…-dijo Chris.

-¿Desde cuando?-dijo May- ¿Y por qué no me contaste?

-A ver no hay nada que contar. No le hagas caso a Chris que al parecer comió payaso hoy…-dijo Annie algo enfadada.

-No te enfades Annie. Y no les hagas caso, sólo déjate llevar por lo que pueda pasar…-decía Dulce- ¡Qué bonito es el amor! Ari y Annie… Si es que hasta sus nombres pegan juntos…

-¡Eso mismo dije yo!-dijo Chris chocándole la mano a Dulce.

Todos reían, menos Annie que se hacía la enojada con sus amigos.

-¿Qué pasa aquí?-dijo Ucker apareciendo- ¿Hay reunión y no me avisaron?

-Bebé ven y protégeme de estos…-dijo Annie abrazándolo.

-¿Qué te están haciendo ahora?-dijo mirando mal a sus compañeros.

-Es que son muy pesados…Todos están inventando cosas de mí, peor que una revista de corazón…-dijo Annie.

-¿Cómo?-dijo Poncho- Si yo no dije nada…

-Pero te reíste. Además tú te callas porque vas en el mismo paquete que la pelirroja…-dijo Annie mirando luego a Ucker sintiendo que metía la pata.-Bueno y qué me cuentan mis amores…-dijo Annie intentado cambiar de tema.

-Oye por qué no quedamos los seis este fin de semana para pasarlo juntos…Desde que regresamos a México no hemos parado mucho…-dijo May.

-Me parece buena idea…-dijo Poncho- ¿Qué te parece a ti?-dijo mirando a Dulce a la que seguía abrazando.

-Sí. Está bien. Podemos irnos de nuevo a casa de mis padres… Creo que ellos van el lunes para allá y voy a pasar unos días con ellos para aprovechar esta semanita que nos da Pedrito de descanso…

-¡Estupendo!-dijo Annie- Así medio nos despedimos por esos días en los que no vamos a estar tan juntos…

-Desde luego no nos dejamos de ver aun por un par de días y ya nos andamos despidiendo y buscando plan antes de separarnos…-dijo May.

-Pues es que aunque sean todos unos insoportables, estoy enganchada a ustedes…-dijo Annie sonriendo.

-Claro, claro… -decía Poncho-¿Ahora nosotros somos los insoportables?

-Bueno no nos pongamos a discutir ahora…-dijo May- Si todos sabemos que cada cual tiene lo suyo, así que no digamos ni señalemos a nadie porque todos tenemos que callar…

-Sí. May tiene razón… -dijo Chris-No discutamos ahora. Lo que importa es que ya tenemos plan para este fin de semana…

En medio de todo el jaleo que tenían montado preparando ya el fin de semana juntos, estaban Dulce que se quedó por un momento seria. Miró a Poncho durante un tiempo, cuando éste se dio cuenta, la miró y le sonrió.

-¿Qué pasa?-dijo Poncho en voz baja para que sólo ella lo escuchara.

-Tenemos que hablar…-dijo ella también susurrando.

-¿Vamos?-dijo moviendo su cabeza para señalar una posible dirección donde podrían hablar solos.

-No Poncho… Aquí no… En la noche hablamos mejor, ¿si?

-Cuando quieras…-dijo él sonriéndole.

...............

Capitulo 38


Annie y Ari habían terminando de cenar. Ari había llevado a su compañera a un sencillo restaurante, donde no había mucha gente.

-Annie…-dijo Ari mirándola.

-Dime…

-¿Te he dicho ya que te ves muy linda hoy?-dijo sonriendo.

-Pues unas cuantas… Pero no me importa oírlo otras tantas.

-Pues estás muy linda…-dijo Ari siguiéndole el juego.

-Gracias Ari…La verdad me la he pasado muy bien contigo. Bueno ayer tampoco estuvo mal la comida… Pero ya la próxima vez que quedemos no me invites más a comer que me voy a poner toda gorda...

-Pues no te pidas tanta comida.

-¡Eso sería un desperdicio!-dijo Annie sonriendo- Si me invitan tengo que aprovechar…

-¡Ah! Muy bonito señorita, con que quieres arruinarme…Entonces a la próxima invitas tú-dijo Ari riendo.

-Pues mira hay un parque muy bonito cerca de mi casa y venden en él pipas y refrescos… La próxima vamos allá…-dijo Annie riéndose.

-Eres una tramposa-dijo Ari mirándola serio, por lo que Annie no pudo evitar reírse más.

-Yo invito. Yo elijo el lugar…Así son las reglas…

-Pues gracias por avisar…ahora…-dijo Ari sonriendo-Bueno y qué te parece si vamos este fin de semana a ese parque. Pero tú invitas aunque sea a pipas y Coca-Cola…

-Está bien… Yo invito…-dijo Annie sonriendo- No…-dijo echándose la mano en la cabeza- No puedo Ari.

-¿Por qué?

-Este fin de semana me voy con los chicos a la casa de los padres de Dul.

-Está bien. No importa…-dijo Ari resignado.

-¿Lo dejamos para otro día?

-Por supuesto… Eso no lo dudes…-dijo Ari sonriéndole.

Mientras tanto, en el departamento de Dulce estaban ella y Poncho sentados en el sofá viendo la televisión. Ella estaba recostada sobre su hombro y él le tenía puesto su brazo encima abrazándola. Poncho tenía el mando a distancia y se puso a cambiar de canal. Al encontrarse con imágenes de Dulce decidió dejar ese canal.

-¿Vemos que dicen de ti?-dijo él sonriendo.

-A ver con que me sorprenden hoy…

En televisión había un programa de corazón, donde estaba hablando Blanca, la mamá de Dulce, sobre la exclusividad que le habían dado a ésta como compositora.


-¡Qué linda mi mamá!-dijo Dulce con una gran sonrisa.


En la entrevista que le habían echo en la calle a Blanca, le preguntaron también sobre la relación de Dulce y Poncho, ya que se rumoreaba que habían vuelto. “No creo que regresen porque ellos ya saben que como novios no funcionan”, fueron las palabras de Blanca al respecto.


Dulce y Poncho se separaron un poco y se miraron serios. Fuertes declaraciones había hecho la madre de Dulce respecto a la relación de ellos. Los dos se quedaron en silencio por un momento. Poncho apagó la televisión y se levantó del sofá.

-¿A dónde vas?-dijo al fin Dulce.

-Necesito un poco de agua… Ahora regreso.-dijo Poncho marchándose, dejando a Dulce en el sofá dejándose caer en él.


Al ratito, Poncho apareció en la sala con un vaso de agua. Dulce al verlo se incorporó en el sofá.

-Poncho. Siéntate. Tenemos que hablar…-dijo tras haber respirado profundamente.

-Sí, Dul. Necesitamos hablar…-dijo Poncho sentándose a su lado-Empieza tú.

-Poncho…-dijo Dulce sin terminar de atreverse- Mejor empieza tú.-dijo sacudiendo su cabeza.

-Está bien. El orden de los factores no altera el producto, ¿no?-dijo Poncho sonriendo algo nervioso.-Veras… No sé cómo decirte.-dijo pasando su mano por su cuello.

-Pues, ¿qué te parece si empiezas por el principio?

-Dul creo que tú mamá tiene razón.-dijo Poncho de una vez.

-¿Qué? ¿En qué?-dijo Dulce extrañada.

-Pues en todo…-dijo Poncho serio- Todo lo que dijo para la cámara… Obvio eres una excelente compositora…-dijo sonriendo- Pero también tiene razón en lo que dijo sobre nosotros…

-¿Por qué crees eso?-dijo Dulce levantándose.

-Pues eso de que como pareja no funcionamos…-dijo Poncho levantándose también- En fin… Yo creo que lo hemos intentado muchas veces, y nunca ha faltado el amor entre nosotros, pero…

-¿Pero?-dijo Dulce mirándolo fijamente.

-Pero a veces no basta con el amor para que una relación funcione. A veces simplemente no se da. Y eso puede ser lo que nos pase a nosotros. Podemos reventar del amor que nos tenemos, pero no estamos hechos para estar juntos. Y creo que sólo funcionamos como amigos, donde no entra en juego nada más…


Dulce lo miraba atenta. Sabía que tenía razón en todo, pero le dolía bastante escuchar esas palabras, precisamente en ese momento. Por su parte, a él se le veía tristeza en sus palabras. Ambos permanecieron en silencio por un momento, cuando Poncho terminó de hablar.

-Dul dime algo por favor…-dijo Poncho suplicante.

-Pues es que no tengo nada que decir. Tú lo has dicho todo…-dijo Dulce suspirando.

-¿Y bien?

-Y bien… creo que tienes razón. A veces no se da y ya. Y nosotros estamos bien como estamos. Como amigos. Será mejor no mezclar nada… Así no saldremos lastimados…-dijo Dulce tragando saliva.

-Entonces… ¿amigos?-dijo Poncho alargándole la mano intentando mostrar una sonrisa.

-Amigos nada más….-dijo Dulce apretándole la mano.

Finalmente, Poncho le tiró del brazo para abrazarla y así se quedaron abrazados disfrutando del silencio y de ese momento en que sus cuerpos estaban pegados.

-Por cierto Dul… ¿qué me tenías que contar tú?-dijo Poncho al separarse de ella.

-¿Qué?-dijo Dulce algo aturdida.

-Sí. Me dijiste esta tarde que teníamos que hablar. ¿Qué me tienes que decir?-dijo Poncho cruzándose de brazos y esperando una respuesta.

-Ah. No es nada… No era nada.-dijo Dulce seria.

-¿En serio? Parecía que era algo importante…

-No. Ya ni me acuerdo… Seguro era una tontería… Si fuera algo importante ya te lo habría dicho, ¿no crees?-dijo Dulce dándose la vuelta para darle la espalda a Poncho.

Poncho se quedó mirándola extrañado, mientras Dulce miraba hacia el techo intentando no derramar las lágrimas que tenía a punto de dejar escapar.

-Bueno, pues ya está todo dicho.-dijo Dulce dándose la vuelta para ver a Poncho- Yo me voy a dormir ya.

-Sí. Yo voy a hacer lo mismo… ¡Qué descanses ardillita!-dijo Poncho dándole un beso en la mejilla.

-Gracias…-dijo Dulce respondiéndole con otro beso.


Dulce caminó hasta llegar a su habitación. Al llegar a ella, cerró la puerta. Y se tiró en la cama rompiendo a llorar.

Mientras tanto, Poncho se había quedado en la sala preparando el sofá para dormir en él. Cuando se sentó, agachó la cabeza sosteniéndosela con las manos. De nuevo levantó la cabeza para encontrarse con una foto de Dulce y él, que había sobre una mesita. Agarró el marco y acarició el rostro de ella, en tanto que una lágrima se dejaba caer y recorría su rostro.

BENDITA LA LUZ DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora