Parte 27.

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53 & 54

Capitulo 53


Ucker miraba a Carol en silencio esperando una respuesta que parecía nunca iba a llegar.

-¿Carol?-dijo Ucker pasando su mano por delante de la cara ésta para que reaccionara.

-Perdón Ucker… Pero es mejor que no acepte tu invitación…-dijo Carol algo apenada.

-¿Por qué? Entiendo… Ya estás saliendo con alguien, ¿cierto?

-No… Pero Ucker es mejor que no salgamos juntos…Hay muchas cosas en juego…

-¿Por qué dices eso?-preguntó Ucker extrañado.

-Ucker, ¿te puedo hablar con toda la sinceridad?-dijo Carol mirándolo a los ojos.

-Claro…

-Llevo muchos años luchando por estar donde estoy hoy, y sé que aún me queda mucho camino por delante. Mi sueño es hacerme un hueco en este mundo…Y temo que…

-¿Qué…?-preguntó Ucker intentando comprender.

-Y temo que por salir contigo se eche todo a perder… No quiero ser la chica que apareció en una revista por salir con Christopher Uckerman y que a partir de ahí se hizo un hueco en la música… Necesito luchar por esto…

-Pero… ¿por qué iban a pensar así?

-Ucker por favor no insistas…Quiero estar aquí por mí, quiero demostrar lo que valgo a todo el mundo… Y no quiero que me juzguen por otra cosa…

-Con todo eso que dices… aún tengo más ganas de salir contigo…-dijo Ucker sonriendo.

-Gracias…-dijo Carol dándole un beso en la mejilla.

Por otro lado, Annie seguía acorralada por Chris y May.

-¿Qué tienes que decir al respecto?-dijo May seria.

-Creo… que… tienen razón…-dijo Annie triste.

-¿Qué?-preguntaron a la vez May y Chris.

-Hola chicos…-interrumpió alguien.

-¡Blanquita!-dijo Annie viendo a su salvadora y corriendo para abrazarla.-¿Qué haces aquí?

-Hola Annie…-dijo Blanca saludándola a ella y a Chris y May con dos besos.- Vine a ver a mi hija que me tiene abandonada…

-¿Qué hizo ahora Dulce María?-dijo Chris.

-Más bien no hizo nada…-dijo Blanca enfada-Llevo días sin saber de ella, con tanto trabajo ni caso me hace… y quise venir aquí para ver cómo anda…

-Pues creo que tu viaje será en vano…-dijo May.

-¿Por qué dices eso?-preguntó Blanca.

-Dulce y Poncho salieron al médico…-contestó May.

-¿Le pasó algo?-preguntó algo angustiada.

-No. No te preocupes… Fueron para la revisión del embarazo…-dijo Chris.

-Bueno pues entonces me iré sin verla… Aunque ya que vine quiero hablar contigo Annie…-dijo Blanca.

-¿Conmigo? ¿Y para qué soy buena?-dijo Annie sonriendo algo nerviosa.

-Annie quiero saber si tú y mi hija se reconciliaron porque las últimas noticias que tuve de ustedes no me gustaron para nada…-dijo Blanca.

-A mí tampoco me gusta nada esta situación…-dijo Annie.

-¿Entonces para qué continuar con ella?-preguntó Blanca mirándola fijamente- Comprendo tu enfado cariño, yo misma debería dejar de hablarle a ella y a Poncho… Después de tantos problemas y preocupaciones que me dieron, vuelven sin decirme nada y encima me van a hacer abuela… ¿Crees que me sentó muy bien la noticia?

Annie sólo asintió sonriendo y bajando la mirada.

-Pero Annie…-continuó Blanca- Dulce es mi hija y la tengo que apoyar en todo lo que haga aunque a mí no me guste… No voy a darle la espalda cuando más lo necesita… Y ustedes son como hermanas, no pueden tirar tantos años de amistad por la borda por esto…

-Lo sé Blanquita…-dijo Annie con lágrimas en los ojos- Y yo misma me muero por estar cerca de ella precisamente en estos momentos… Hoy cuando le toqué la barriguita y sentí que ahí estaba su bebé quise morir de la emoción…

-¿Qué? ¿Tanto tiempo llevo sin verla que le creció la barriga?-preguntó Blanca emocionada.

-Sí… Es que parece que de pronto le creció…Ni cuenta nos dimos…-dijo Chris.

-Bueno ya está de tres meses… Ahora es cuando va a empezar a engordar de verdad…-dijo Blanca.

-Pobre Dul…-dijo Chris por lo que recibió un golpe en la cabeza de May.

-Bueno chicos ya me voy a ir, aunque no haya podido ver a Dulce María… Le dicen que vine, que me llame, que la extraño, que la amo, que estoy enfadada con ella, que me avise de lo que le diga el médico, que se cuide mucho…

-Me quedé en que le dijéramos que viniste…-dijo Chris riéndose.

-No te preocupes Blanquita… Nosotros le decimos…-dijo May sonriendo.

-Gracias May…Y ustedes se me cuidan mucho también…-dijo Blanca dándole un beso a todos- Y tú sabes lo que tienes que hacer, ¿no?-dijo al llegar a Annie.

-No te preocupes Blanquita…-dijo Annie sonriendo.

En la consulta del ginecólogo, permanecían Poncho y Dulce ahora en un silencio algo incómodo por la confesión que se había producido segundos antes. Dulce no sabía cómo interpretar lo que Poncho había dicho, quería pensar que se refería a ella en la canción pero tampoco quería dar brincos por ello, sin estar completamente segura.

-Y…¿Hacia quién siente eso tu corazón?-preguntó Dulce al fin.

-Buenas tardes…-interrumpió el médico entrando con algunos papeles en las manos.

-Buenas tardes…-contestaron Dulce y Poncho a la vez poniéndose de pie.

-Siéntense por favor… Bueno Dulce María cuénteme, ¿cómo se encuentra? ¿Ha tenido algún malestar desde la última vez que nos vimos? Porque aquí veo que me dijo la última vez que no se sentía mal ni había notado cambios, ¿cierto?

-Pues no…Y sigue sin haberlos… Bueno quizá… No sé si sea casualidad, pero me he sentido bastante mal anímicamente…-dijo Dulce sin querer mirar a Poncho.

-Bueno eso es algo normal… Pero no se me deprima. Debe cuidarse bien, y que la cuiden también… Usted debe mimar más a su esposa ahora…-dijo el doctor mirando a Poncho.

-Eso intento…-dijo Poncho sonriendo.

-Bueno yo creo que mejor vamos a ver cómo anda ese bebé…-dijo el médico poniéndose de pie -Por favor pasen por aquí...


El doctor condujo a Dulce y Poncho a una habitación que había al lado de la consulta, haciendo que Dulce se tumbara sobre una camilla. Después el médico levantó la blusa de Dulce para echarle un poco de crema. En esos momentos, Poncho tomó la mano de Dulce, cosa a la que ésta respondió apretándosela más.
Entonces, el médico les dio la espalda para preparar todo lo que iba a serles necesario, cosa que Poncho aprovechó para hablar con Dulce.

-Dul…-dijo Poncho al oído de ésta- Quiero que sepas que mi corazón siempre ha hablado de ti…

-Poncho…-dijo Dulce emocionada mirándolo.

-Bueno pues ya todo está listo…-dijo el médico- Les voy a presentar a su bebé…

El médico pasó el transductor por el vientre de Dulce y pasó a observar una pantalla que tenía justo al lado.

-Parece que está todo perfecto.-dijo el médico sonriendo y mirando a los futuros padres.

Dulce y Poncho respiraron aliviados tras las palabras de aquel hombre.

-Bueno pues si se fijan bien…-decía el médico mientras señalaba una cosita en la pantalla-Ese es vuestro bebé…

-¿Qué? ¿Esa cosita tan pequeña?-dijo Poncho fijándose bien en lo que había en aquella pantalla.

-Sí… Todavía es muy pronto. Apenas tiene tres meses… Pero todo está perfecto. Pueden estar tranquilos…-añadió el doctor.

-Nuestro bebé…-dijo Poncho mirando a Dulce.

Dulce y Poncho estaban realmente emocionados con lo que estaban viendo por primera vez. Poncho le dio un beso en la frente, y justo en ese momento a Dulce le resbaló una lágrima por su mejilla, que Poncho secó en el momento. Así, quedaron los dos mirándose fijamente a los ojos hasta que ambos se acercaron a la vez para acabar sellando aquel momento con un beso en los labios.

Annie había llegado a su departamento cuando terminó de grabar ese día. Se había quedado pensando en las palabras de sus amigos y de la misma Blanquita. Y comprendió que realmente todos tenían razón. Ya no podía perder más tiempo, quería que todo fuera como lo era antes con Dulce. Pero ahora había algo que le provocaba inquietud, ¿Dulce estaría dispuesta a olvidarlo todo o era ella ahora la que iba a estar dolida? Pensó que era mejor enfrentarse a esa posibilidad y hablar con ella. Aunque, realmente no concebía la idea de Dulce y la de rencor juntas.

Cogió su móvil y buscó en la agenda el número de su amiga. Quería llamarla y escucharla. Aunque también pensó que esa no era la forma de hacer las cosas. Por teléfono era todo mucho más frío.

Mientras tanto, Dulce y Poncho estaban en el departamento de ésta mirando juntos la ecografía de su bebé. Ambos estaban realmente felices. Ahora veían lo que realmente estaba pasando.

-Es increíble… Tan pequeñito…-dijo Dulce sonriendo.-¿Qué prefieres que sea: niño o niña?

-Lo único que quiero es que nazca sano…-dijo Poncho.

-Pero…-añadió Dulce.

-Me gustaría que fuera una princesita como su mamá…-se delató Poncho con una gran sonrisa.

-Pues yo quiero un niño… en mi familia sólo hay mujeres y estoy cansada…-se quejó Dulce.

-Bueno pues ya veremos quién gana…

-Poncho me voy a cambiar de ropa… Voy a ponerme algo más cómodo, ¿por qué no miras mientras qué vamos a cenar?

-Claro. Ve mientras a cambiarte…

Dulce se fue a su habitación dejando atrás su teléfono. Entonces empezó a sonar. Poncho lo miró y vio que era un número desconocido.

-Dul…Te llaman…-dijo Poncho en voz alta.

-Cógelo si no te importa…-contestó Dulce desde su habitación.

-¿Bueno?-preguntó Poncho.

-¿Dulce?

-Soy Poncho… ¿Quién eres tú?

-Hola Poncho. Soy Carlos. ¿Me puedes poner con Dul?

-Dulce María-dijo Poncho haciendo énfasis en lo que decía- No se puede poner…

En ese momento, Dulce apareció de nuevo en la sala y le hizo señas a Poncho para que le entregara su teléfono móvil.

-Es tu amigo Carlos…-dijo Poncho de mala gana, lo que despertó la risa de Dulce.

-¿Carlos? Soy yo. Dime…-dijo Dulce al coger su móvil.

-¿Dul? Es que quería saber cómo te encuentras… Como no te he vuelto a ver desde esta mañana…-dijo Carlos aliviado al escuchar la voz de Dulce.

-Sí…Es que tenía que ir al médico…-dijo Dulce.-Bueno Carlos me vas a perdonar pero estoy algo cansada… Mañana hablamos, ¿vale?-le cortó Dulce al ver la mala cara de Poncho mientras ella hablaba con Carlos.

-Sí. Claro. ¡Qué remedio! Hasta mañana…-dijo Carlos resignado.

-Adiós…-dijo Dulce colgando.-¿Se puede saber qué te pasa con Carlos?-dijo mirando seria a Poncho.

-¿A mí? Nada…-dijo Poncho- Simplemente no sé por qué tiene tantas confianzas contigo…

-Ponchito deja las escenas de celos para otra…

Pero Dulce no pudo terminar de hablar porque su teléfono comenzó a sonar de nuevo.

-Te salvaste…-dijo Dulce divertida cogiendo el teléfono.-¿Si?

-¿Dul?

-Annie…-dijo Dulce emocionada.

................

Capitulo 54


Dulce cogió el teléfono riéndose por la reacción que había tenido Poncho ante la llamada de Carlos.

-¿Si?-preguntó Dulce.

-¿Dul?

-Annie…-dijo Dulce emocionada poniéndose de pie.

Poncho la miró sorprendido, pero con una gran sonrisa de apoyo.

-Annie…¿eres tú?-preguntó Dulce al no obtener respuesta.

-Sí… Dul… sí soy yo…-dijo Annie a punto de romper a llorar.

-Annie, ¿qué te pasa?-dijo Dulce al notar las dificultades que tenía su amiga para hablar.

-Dul quiero que hablemos… Pero no así… Simplemente ya no aguantaba las ganas de esperar más tiempo y quise llamarte… Pero sé que no es la mejor forma de hacer esto. ¿Hablamos mañana?

-Claro. Cuando tú quieras hablaremos Annie…

-Entonces, ¿hablamos mañana en el estudio?

-Por supuesto…

-Hasta mañana Dul.

-Hasta mañana Annie…

Dulce colgó su teléfono y se quedó mirándolo por un momento en silencio. Después levantó la vista hacia Poncho con una gran sonrisa.

-Dime que tú también escuchaste que era Annie…

-¿Qué te dijo?

-Nada… Simplemente que quiere que hablemos, pero prefería no hacerlo por teléfono…

-Entonces, ¿para qué te llamó?

-No sé… Dice que no aguantaba más las ganas de hablar conmigo…

-¿En serio te dijo eso?

-¿Crees que quiera que nos reconciliemos de una vez?-preguntó Dulce ilusionada.

-Ardillita, ¿por qué te cuesta tanto asimilar las cosas? Claro que quiere eso, si no ¿para qué te iba a llamar?

-Tienes razón… No me lo puedo creer. Me hace tanta falta mi hadita…

-Lo sé…-dijo Poncho sonriendo.


Poncho se acercó a Dulce para abrazarla. Se quedaron así por un tiempo, hasta que Dulce se separó de él repentinamente, y le lanzó una mirada fulminante.

-¿Ya pensaste que te ibas a escapar?-dijo Dulce.

-¿Qué?-preguntó Poncho extrañado.

-¿Me vas a decir de una vez qué es lo que te molesta tanto de Carlos?-dijo Dulce mirándolo fijamente mientras se cruzaba de brazos.

-Ya te dije… No entiendo por qué te llama… A penas lo conoces… Y bueno no sé…-dijo Poncho sin mirar a Dulce.

-¿Y no sabes? Poncho… ¿estás celoso?-dijo Dulce seria.

-¿Celoso? ¿Yo?-dijo Poncho riéndose.

Dulce sólo lo miraba incrédula.

-Bueno está bien…-dijo Poncho algo enfadado- Estoy celoso. No me gusta que tenga tanto interés en ti. No me gusta que te ande llamando. No me gusta…

-¿Y se puede saber por qué tienes que ponerte celoso tú?-dijo Dulce alzando más la voz.

-¿No tengo derecho a estarlo?-dijo Poncho también levantando la voz.

-¡Pues no! ¿Por qué vas a tener derecho a estar celoso?

-¡Porque te amo!-gritó Poncho.

-¿Qué?-preguntó Dulce sorprendida.

-¿No es evidente? Me muero por ti desde el primer momento, pero lejos de alejar ese sentimiento de mí, cada día está más adentro. He tratado de luchar contra él por mucho tiempo pero parece que es imposible… Pero tú… Tú pareces que no quieres verlo. Te niegas a verlo…

-¿Por qué me dices eso?

-Si lo supieras no andarías preguntándomelo… Igual que con la canción. Abro mi corazón, lo dejó hablar para ti… Y aún así no coges las señales que te mando… Aunque ahora que lo pienso quizá sea que no las quieres coger…

-¿Qué quieres decir?

-Pues que tú no sientes lo mismo…Y por eso me evades, y te niegas a ver las cosas…

-Te aseguro que no es por eso…-dijo Dulce cabizbaja.

-¿Entonces?

-Poncho, ¿cuántas veces nos ha pasado esto? Simplemente ya no sé que señales interpretar… Me duele mucho interpretarlas… Y yo ya no quiero sufrir más, porque simplemente no tengo más fuerzas para luchar…

-¿Te vas a rendir?-preguntó Poncho triste.

-Sí…Parece que no merece la pena la lucha… Así que sí me rendiré…

-¿Me amas?

-¿Qué clase de pregunta es esa?

-Dulce, ¡contéstame! ¿Me amas?-preguntó Poncho cogiéndola de los brazos.

-¡Por supuesto que te amo!-gritó Dulce separándose- Pero ni todo el amor del mundo consigue aliviar el dolor que siento cada vez que tú y yo fracasamos… Y si estamos bien así… ¿para qué seguir lastimándonos? ¿Qué piensas?

-¿Qué pienso?-dijo Poncho encogiéndose de hombros- Pienso que eres una cobarde y que yo no quiero serlo. No quiero estar más tiempo sin tenerte porque me duele demasiado. Ha llegado un punto en que no puedo ni quiero estar sin ti…Pero está bien… Voy a respetar tu opinión sobre lo nuestro, aunque me duela en el alma…

-Gracias…-dijo Dulce con el tono de voz muy apagado.

-No me las des… Simplemente no me queda de otra que hacerlo. Lo que no entiendo porque siempre quieres dar el mensaje de luchar por lo que se quiere y ahora tú eres quien se queda atada de manos… Pero ojala que pronto te decidas a luchar por lo nuestro porque ahí voy a estar yo…


Dicho esto, Poncho se acercó para darle un beso en la mejilla a Dulce dejando a ésta sin palabras y se retiró de la sala. Entonces, Dulce se fue a su habitación a descansar, aunque esa noche no lo haría demasiado. Tenía demasiadas cosas en las que pensar ahora. Para empezar la llamada de Annie, cosa que le había alegrado bastante. Por otro lado, la declaración de Poncho sobres sus sentimientos, lo que la tranquilizaba el asegurarse que él sentía lo mismo que ella. Y por último, la visita al médico, comprobando que el embarazo iba a la perfección. Ahora que lo pensaba, todo lo que le había pasado en el día era bueno, pero ahora se culpaba por ser la cobarde que siempre se había negado ser con Poncho. ¿Qué iba a hacer con él? ¿Debía luchar por ese amor que parecía nunca apagarse?


Al día siguiente, Poncho se despertó antes que Dulce de nuevo. Tenía que empezar a grabar su canción y Pedro quería grabar con él a primera hora de la mañana. Así que Poncho decidió no despertar a Dulce y dejarla descansar que buena falta le hacía.
En los estudios de grabación se encontró con otra madrugadora escondida tras unas grandes gafas de sol.

-¿Qué haces aquí? ¿Te caíste de la cama?-dijo Poncho riéndose.

-No Ponchito. –dijo Annie sacándole la lengua-Lo que pasa que Pedro no tiene otra cosa que hacer que querer grabar mi canción en solitario hoy desde temprano… Fíjate parecemos dos fantasmas por aquí…

-Tampoco exageres Annie… Todo el mundo está aquí ya trabajando desde hace rato...

-Pues no todo el mundo. Porque déjame decirte que ni está Ucker, ni May, ni Chris ni Dul…

-Ahora que la mencionaste… No sabes que alegría me da que ya quieras volver a hablarle…-dijo Poncho sonriendo.

-¿Y a ti quién te dijo eso?-dijo Annie regañándole.

-Annie…

-Bueno sí… Me he comportado como una cría y quiero que volvamos a ser las mismas de siempre. Pero ya no me tires más de la lengua porque eso es algo que hablaré con ella…

-Lo dicho… Me alegro mucho… No sabes lo feliz que se puso con tu llamada ayer.

-Casi se me olvidaba…-dijo Annie golpeándose en la cabeza- ¿Visteis ayer la televisión?

-Pues ahora que lo dices no… ¿Por qué lo preguntas?

-Parece ser que os han pillado…-dijo Annie acercándose a Poncho para hablar en voz baja.

-¿Qué?-preguntó Poncho extrañado.

-Estuvieron hablando de que tú y Dul regresaron desde hace rato y que hay imágenes que lo demuestran. También dijeron que se os vio salir de una clínica juntos y hablaron de la posibilidad de que Dul estuviera embarazada…

-¿Qué?-preguntó Poncho con los ojos muy abiertos.-¿Mostraron alguna foto o video?

-No… Pero dicen que no van a tardar en mostrar…

-Bueno entonces corremos con la ventaja que no hay nada confirmado…

-Pues sí pero no sabemos cuánto tiempo…-dijo Annie preocupada.


-Buenos días chicos. Vamos a grabar ya…-dijo Pedro apareciendo repentinamente lo que provocó que los otros se asustaran.

-Pedro que poca delicadeza tienes tan tempranito…-se quejó Annie.

-Perdón si les asusté pero hoy no me levanté con muy buen pie…-dijo Pedro-¿Ya vieron las noticias que salieron en televisión?

-Eso estaba diciéndome Annie…-dijo Poncho.

-Pues ya no quiero más comentarios al respecto… Cuando tengamos la prensa encima nos preocuparemos mientras tanto a trabajar….-dijo Pedro.


Annie y Poncho estuvieron grabando sus respectivas canciones desde temprano, hasta que finalmente Pedro se dio por satisfecho y les dio un descanso mientras se incorporara el resto del grupo. Esa mañana Pedro estaba realmente irritable con la bomba que les estaba a punto de caer encima y que no sabía cuánto tiempo más iba a sostener.

-¿Y qué piensas hacer al respecto?-preguntó Annie acercándose a Poncho.

-¿A qué te refieres?-dijo Poncho.

-Con la prensa…

-Pues no lo sé… Como si no tuviera problemas ahora mismo con Dul y justo ahora también esto…

-¿Por qué dices eso? ¿A qué problemas te refieres?

-Porque tienes una amiga que es una cobarde… Al fin me decidí a poner las cartas sobre la mesa y decirle que la amo y ella simplemente…-dijo Poncho suspirando triste- Ella dice que no quiere seguir luchando por nuestra relación…

Por otro lado, Chris y Dulce llegaron juntos al estudio de grabación encontrándose con Ucker y May que también estaban entrando. Tras saludarse todos, los chicos decidieron ir a tomar un café antes de grabar mientras ellas prefirieron quedarse fuera ya que Dulce se encontraba un poco mareada esa mañana.

-¿Te sientes mejor?-preguntó May.

-Sí. Mucho mejor…-dijo Dulce sonriendo.-¿Vamos adentro ya?

-Claro…

Dulce y May iban bajando unas escaleras para encontrarse con los chicos. Dulce iba un poco adelantada mientras le estaba contando a su amiga todo lo que le dijo el médico sobre el bebé. Detrás, iba May escuchando entusiasmada a su amiga. Entonces, a Dulce se le dobló el pie cuando uno de sus tacones se rompió de buenas a primeras provocando que cayera por las escaleras.

-¡Dul!-gritó May mientras corría hasta abajo para ver a Dulce.

En el suelo estaba Dulce con los ojos casi cerrados y muy aturdida por el golpe mientras tenía las manos en su vientre en un intento de haberlo protegido. Ucker se acercó también corriendo, ya que se encontraba cerca de allí y escuchó el grito de May.

-Llama al médico, ¡corre!-dijo May a Ucker desesperada.-Dul, ¿cómo te sientes? Háblame…-dijo intentando que Dulce reaccionara.


Ucker llamó por teléfono a una ambulancia, mientras iba en busca de Poncho que seguía hablando con Annie y ahora también con Chris que se les había sumado a la charla.

-¡Poncho!-gritó Ucker.

-¿Qué pasa?-preguntó Poncho asustado.

-Dul… -dijo Ucker.

-¿Qué le pasó a Dul?-exigió Poncho cada vez más preocupado por la cara de Ucker.

-¿Qué pasa con Dul?-preguntaron también Annie y Chris.

-Dul se acaba de caer por las escaleras…Ya he llamado al médico…-dijo Ucker.

-¿Qué?-gritó Poncho.

Entonces, Poncho salió de allí corriendo en busca de Dulce seguido de Annie y Chris, buscando a Dulce.

BENDITA LA LUZ DE TU MIRADAWhere stories live. Discover now