Capitulo 2

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Bercouli lo presenció todo y empezó a dudar de Quinella, no se esperaba que ella tratara así a "Stacia". Se escabulló por las paredes sin hacer nada de ruido, hasta que escuchó decir a Quinella.

--Eugeo, investiga la zona. Alguien podría haber visto a esta chica llamada "Asuna". Kirito, tu llevala al calabozo. Yo estaré en mis aposentos.-- Ya conocia su nombre, Asuna, le podría ser de ayuda en el futuro. Bercouli aceleró el paso haciendo que sus pisadas sean percibidas y Eugeo las escucho. Bercouli desenvainó su espada y utilizó su habilidad cortadora del tiempo. La envainó y comenzó a correr. Eugeo lo encontró y fue tras él, su error fue que no se dio cuenta de la habilidad y al tocarla salió disparado. Se incorporo en el suelo poniendo sus manos en éste para levantarse pero cuando alzó la vista, Bercouli ya no se encontraba en ese lugar.

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No podía seguir allí, ya que le habían descubierto, así que Bercouli se dirigió hacia un piso de la catedral y escapó con su dragón. No sabía hacia donde se dirigía, solamente quería alejarse de ese lugar. No paraba de pensar en esa pobre chica, ¿Que habrá pasado?, ¿Que plan tiene Quinella para ella?, y preguntas parecidas. Cuando se dio cuenta, se encontraba un poco lejos de la Catedral Central, encima de un bosque. Aterrizó con su dragón y buscó un árbol hueco para pasar la noche.

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Kirito llevaba a la chica en brazos, le gustaba el calor que ella enmanaba y no la quería soltarla. Algo le decía que ella era especial para él pero él no la recordaba. Cuando llego a los pisos subterráneos, abrió una celda con dos camas y la puso en una éstas, finalmente, le colocó unas cadenas en las muñecas. Le daba pena verla así, pero no sabía quien era y no podría descubrirlo hasta que despertara. Salió para quitarse su espada y volvió a entrar dentro. Cerró la verja con llave, se tumbo en la otra cama y se puso a esperar, quedándose dormido.

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Eugeo se dirigía hacia la habitación de Quinella. Se subió a la plataforma, elevándolo, y contemplo la habitación. Ésta se encontraba como antes, antes de que esa chica apareciese.

--Y dime,-- murmuró alguien desde la cama-- ¿Que pasó?, ¿Había alguien?

--Si. Parece ser que Bercouli vio a la chica, el problema es que escapó.--Murmuró acercandose a la cama.

--No te preocupes, no podrá hacer nada solo... Ven.-- Eugeo se acercó a la cama y se metió dentro, tumbándose al lado de la mujer. Quinella lo abrazó mientras tocaba sus cabellos rubios. Finalmente, Eugeo quedó dormido mientras que la ojiplata lo miraba con una sonrisa en la cara.

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La pelimiel despertó con dolor de cabeza en una cama. Lentamente abrió los ojos, encontrándose con un techo hecho de piedra. Recordó lo que pasó la noche anterior haciendo que se levantara de golpe. Corrió hacia la verja para buscar a su amado pero no llegó hasta ella, ya que las cadenas que la retenían la frenaron. Iba a gritar su nombre pero escucho unas respiraciones no muy lejos de ella. Giró su cabeza para ver de quién se trataba y cuando lo vio, pensaba que estaba en un sueño, solo que al acercarse a él y tocarle, supo al instante que era la realidad.

--Kirito-kun.-- Murmuró, haciendo que el azabache abriera los ojos. Se sentó en la cama y después abrazo a Asuna. Eso la sorprendió, ya que se suponía que él no la recordaba, pero igualmente le devolvió el abrazo. Finalmente se separaron y Kirito comenzó a hablar.

--Se como podemos escapar de aquí, solo tienes que decir lo que yo te diga.-- Asuna pensó que sus recuerdos habían vuelto, poniéndola muy feliz.

No me olvidesWhere stories live. Discover now