No me olvides

Capítulo 5

Los siete se encontraban en la entrada de la Catedral Central. Los recibieron con reverencias de algunos caballeros hacia las "deidades" y ellas de su parte, sonrieron. Subieron hacia los pisos superiores, donde Administrator se encontraba. Ella hizo lo mismo que los caballeros y luego se levantó, dedicándole una cara de odio hacia Bercouli.

--Kirito, acércate.

Él cató sus órdenes y se acercó hacia ella, para luego meterse en su cama y comenzar a hablar en susurros. Kirito alzó la voz, esa era una señal, así que Sinon comenzó a elevarse en el cielo sin hacer ningún tipo de ruido, cogió su arco y lanzó una flecha hacia la cama. Durante unos segundos lo único que se presenciaba era humo y fuego, pero luego una sombra se alzo como lo hizo Sinon. Administrator salió de la cama, ahora las telas hecha cenizas, y empezó a hablar con furia.

--¿De verdad queréis hacer esto de nuevo?

Nadie respondió, solo miraban a la mujer en el cielo con fuego en los ojos. Ella suspiró, cogió un barrote de su cama e hizo como hace unos días, lo transformó en una espada. Su primer oponente fue Alice, ya que su ojo derecho todavía no estaba recuperado y al verla "indefensa", pensó que sería más fácil atacarla a ella. Su plan era acabar con los débiles y así, acabar más rápido, y pensaba que Alice lo era. Pero ella se no encontraba como ese día que ella, ni Eugeo y ni Kirito recordaban, así que saltó hacia la derecha. Acto seguido, desenvainó su espada, seguida de los demás y comenzaron a luchar. Cada uno activaba habilidades y la atacaban y los demás esperaban para tener una oportunidad.

Quinella subió hacia arriba, esta vez sin ser seguida por Sinon, e hizo un gesto con la mano. Otro golem de espadas apareció y todos los presentes se asombraron.

--Esto me suena.-- Pronunciaron Alice y Eugeo al unísono.

--Yo me encargo.-- Asuna alzo su estoque y la aurora salió de nuevo, en conjunto del coro de los ángeles.-- Esto me costará caro.-- Pensó Asuna. La pared detrás del golem desapareció y éste salió expulsado hacia atrás, ya que unas piedras en forma de alfileres salieron del suelo y lo empujaron. Antes de caer, alzó unos de sus "brazos" y se llevó a la ojiverde consigo. Al verlo, Sinon salió detrás de Leafa para cogerla pero cuando llegó al suelo, ya era demasiado tarde. Leafa había muerto y no le dio tiempo a activar su habilidad de curación. Si  solo hubiese caído, no hubiese muerto, pero eso no fue lo que pasó en realidad, el golem la cortó en dos  y  eso hizo que sus punto restantes, desaparecieran.

--Lo... dejo en vuestras... manos.-- Leafa se derrumbó y ella no pudo hacer nada. Ella en realidad estaba a salvo, en la habitación en Roppongi, con Sinon, pero al ver morir a una de sus amigas, un dolor se estableció en su pecho y una ira descomunal en todo su cuerpo. Iba a subir a matar a esa malnacida que se atrevía a hacerle esto a su gente, pero se quedó en su sitio al percatarse que ese monstruo hecho de espadas seguía ahí y podía matar a alguien, como hizo con Leafa.

Mientras tanto en la cima de la catedral, Asuna, al utilizar la manipulación del entorno, calló de rodillas al suelo mientras se ponía las manos en la cabeza. El dolor era tan fuerte que podía hacerla desmayar, pero no lo hizo, tenía que mantenerse firme para luchar. Quinella aprovechó ese momento para atacarla y ella, sin poder moverse, intentó utilizar su habilidad de nuevo pero nada salió, solo un sabor amargo se estableció en su boca. Ella lo escupió en sus manos, era sangre. Antes de recibir una estocada de parte de Administrator, una sombra negra apareció y cogió a Asuna.

--¿Estas bien?-- Preguntó Kirito al verla en ese estado, recibiendo una negación por parte de la chica. Se acercó a la pared, lejos del agujero que acababa de crear, y la apolló contra ésta.

--Descansa.-- Se alejó de ella para unirse a la lucha de Alice, Eugeo y Bercouli contra Administrator.

Estuvieron bastante tiempo luchando y a pesar de ser tres contra uno, los de mayor número no conseguían derrotar a la solitaria.