☬Durmstrang [Drarry / Harco]

Lugar sin forma (2.3)

Lugar sin forma (2.3)

"Esos colores son de Gryffindor" observó su padre, ligeramente disgustado con la combinación. No era algo a lo que darle mucha importancia, padre e hijo ─ a pesar de los colores ─ amaron el uniforme apenas le vieron en la vitrina de la tienda. Daba un porte exquisito al que lo usaba, estilizado a los costados y hombros anchos como cualquier túnica debía darle a un mago respetable.

"Gryffindor está lleno de sangre sucias y pobres, ya quisieran tener algo así" acarició las mangas rojas, encantado con la calidad. Admiraba en el espejo lo bien que se veía, su pelo blanco combinando a la perfección con el rojo sangre y las correas que ajustaban su cuerpo.

La tienda estaba casi vacía, excepto por estudiantes que venían a renovar alguna parte del uniforme de diario, Draco aún no sabía como sentirse sobre este, negro con marrón era una combinación horrible, pero Durmstrang la hizo funcionar de alguna forma.

Su madre ─ ya mucho más tranquila y encantada con todo lo que se probaba ─, se encontraba en la parte delantera de la tienda, decidiendo con que pelaje se haría su capa. Era lo único que faltaba, ya tenían todo lo demás: cada libro, utensilio y herramienta.

En pocos días abordaría el barco con todos los alumnos que volvían de vacaciones de Yule.

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El barco era todo lo que se espera de un barco mágico, justo como entrar a una tienda de campaña y descubrir que el interior es gigantesco. Aunque era obvio, un mago no tenia porque entrar a un barco que no tuviera las comodidades necesarias, el bergantín de Durmstrang por dentro pareciera la sala de un castillo, techos de madera altos y ventas amplias, cortinas que llegaban del techo hasta el suelo, había mesas para esperar en el viaje ─ repartidas al fondo. 

Antes de sentir vértigo, Draco ya sabia que el barco había empezado a sumergirse; vio a lo lejos la cara de su padre, angustia, miedo y pánico hechos uno. Miles de cosas debían estar pasando por la cabeza de Lucius en esos momentos, no podía ver la silla de tu hijo vacía y ahora veía como se hundía en un barco.