Del Amor a la Fama.

24. Un anillo y una sorpresa

Necesitaba descansar, espabilar todo lo que había pasado y hablar urgentemente con Jas y Jack. Pero todos mis planes se fueron abajo cuando abrí la puerta de la casa.

Una pelotea de béisbol me llegó al rostro haciendo que me sostuviera la mejilla con dolor y me tambaleara tropezando con dos palos de escoba que estaban en el piso, cayendo de bruces, como si eso fuera poco, una avalancha de espuma y burbujas de baño me cubrió por completo.

—¡Anne está aquí!—gritó Cat apuntándome.

Me apoyé en mis codos y me senté a medias, aún me dolía el pómulo por el golpe.

Catalina estaba cubierta de espuma y tenía un peinado con espuma, como esos que te haces en la ducha cuando hechas shampoo, haciéndolo parecer un punk enfurecido.

Atrás de ella apareció Joaquín, el amigo de Tom con la misma imagen, solo que tenía un peinado diferente y una pistola de agua en las manos.

—Oh, al fin llegaron—musitó—, Celeste y yo estábamos cuidando a los niños por ti—explicó como si llenar una casa ajena de espuma de baño fuera lo más normal del mundo.

—¿Quién es Celeste?—me levanté del suelo e intenté caminar hasta ellos, pero el piso estaba resbaloso y volví a caer de bruces.

—Soy yo—una simpática joven, idéntica a Joaquín apareció riendo.

¿Me estaba volviendo loca? Seguro eran los labios de Tom y el agua salada que estaban haciendo que viera doble.

Parpadeé y ladeé la cabeza confundida.

—Soy su hermana—explicó dándome la mano para que me levantara—, somos gemelos.

—Eso tiene sentido.

Matt y Bob llegaron a la sala en las mismas condiciones, estaban siendo perseguidos por Elena con una pistola de agua rosa.

Puse mis manos en mi cintura y elevé una ceja.

—Todo fue idea de Cat, ella empezó arrojándonos agua y luego aumentamos algo de jabón y todo esto pasó—se apresuró a desmentir Bob con las manos en alto.

—¡Oh, vamos!—la aludida fulminó con la mirada a su primo—. ¿No puedes mantener la boca cerrada?

Se encogió de hombros—La maestra de matemáticas siempre me repite eso.

—¡Vamos, Anne!—se unió Matt—. Estamos de vacaciones y hace calor.

—¡Vamos, Anne!—repitieron Celeste y Joaquín.

Rodé los ojos.

—Que conste que todos van a limpiar.

Hicieron un pequeño festejo, chocando los cinco y Joaquín chocó el pecho con Matt y Bob.

—¿Qué estaban haciendo ustedes dos?—inquirió Cat recorriendo con la mitarada a Tom y a mi.

Ambos nos dimos una mira de pánico y Tom carraspeó.

—Wuuuu—exclamó—. ¡Vayamos a jugar con agua!—levantó las manos fingiendo divertirse y llevó a su prima con sutiles empujones al patio con los demás.