Wish you were sober [CachaxZaina]

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Suspiré con suavidad, observando mi vaso lleno hasta la mitad con Coca Cola. Le di un sorbo, aunque en realidad no tuviera sed, pasa que en realidad no tenía nada mejor que hacer.

Miré a Eduardo, el estaba ahí, intercambiando tragos con una chica.

Me siento tan estúpido por haber venido.

Era obvio que me iba a sentir así de excluido, y que el resto me trataría como un niño. Solo molestaba en esa fiesta, y lo sabía. Solo vine porque Cacha me dijo que no me iba a dejar solo.

Que iluso.

—Lit. —llamé a Mauro, esperanzado de que el y Matias pudieran llevarme a casa.

—¿Qué pasa, enano? —me preguntó. Noté las manos de Matías en su cintura. Había interrumpido.

Ignacio me miro curioso. En realidad, nunca nos habían presentado, y no pensé que fuera un buen momento tampoco.

—¿No es muy chico para...? —Lit lo pisó y yo contuve un suspiro.

—¿Me podes llevar a casa? Mamá no quiere que vuelva solo y Cacha está... —No pude terminar de hablar, porque sentí un brazo rodeando mi cuello.

—¿Yo estoy qué? —preguntó divertido Cacha, y yo maldije internamente, sintiendo el olor a alcohol invadir mis fosas nasales. Bueno, más fuerte que antes. Era claro que Eduardo había tomado de más. —Yo lo llevo, ustedes chapen tranquilos.

Ninguno de los dos rechistó, claramente, pues podían seguir en lo suyo y librarse de mi.

—¿Por qué no viniste conmigo? —preguntó ofendido, llevándome a una zona donde la música no estaba tan fuerte. Tomó mi cintura, y yo me sentí derretir.

—Porque parecías entretenido hablando con... Con... —en realidad, no sabía quien era.

—¿Con Pilar? —preguntó divertido— Solo me estaba diciendo que probara un trago que hizo.

—Ah... —no sé porque el saber eso no me generó ningún alivio, tal vez por la forma en la que la miraba.

—¿Qué, estabas celoso?

Y me sonrojé, tardando en responder, lo cual le dio una respuesta al mayor sin necesidad de que respondiera.

—Sos adorable, Zainita.

Me sonrojé más, deseando seguir siendo tu centro de atención hasta que la fiesta terminase. Pero eso no iba a pasar, y yo quería dejar de sentirme mal.

—¿Entonces me llevas a casa, o no? — él se rio y me alborotó el pelo con una mano, asintiendo.

—Dale, dale, vamos.

Salimos de la fiesta, dejando atrás el olor a marihuana y alcohol, además de la fuerte música.

Dejar todo eso atrás fue un alivio para mi mente y cuerpo.

—¿Te aburriste mucho? —preguntó, a lo que hice una mueca, zarandeando suavemente la cabeza, lo cual era un "mas o menos", que camuflaba un "Solo me divertí apenas llegué y vi a todos, después empezaron a tomar y ya me sentí re extra".

—No tanto. —respondí, sintiendo su mano tomar la mía. Aguanté el aire, sintiendo mis músculos tensarse ante la acción del mayor, más que nada por la sorpresa. Pero pasada la misma, noté la hermosa sensación de mi mano encajando con la suya, y el calor que me brindaba. Me permití corresponder el gesto y relajarme.

—La primera vez que fui a una también fue aburrido. —comentó con una risa— Después ya empecé a entender como divertirme más. O me solté, supongo.

Asentí con suavidad, sintiendo que, en realidad, ese no iba a ser mi caso.

El camino a mi casa no fue muy largo, entre charlas y risas transcurrió bastante rápido. Antes de darme cuenta, estábamos frente a la puerta.

—Gracias por traerme. —sonreí ligeramente.

—No es nada, Zainita, además yo te propuse ir y te aburriste, es lo menos que podía hacer. —solté una suave risa, viéndome interrumpido.

Parpadee con sorpresa, tratando de procesar el hecho de que el que los parpados cerrados de Cacha estuvieran tan cerca de los míos y el que la suave y hermosa presión que sentía en mis labios significaban que Eduardo me estaba besando.

Lo miré con sorpresa cuando se alejó, pero pronto me estiré, tomando sus hombros y besándolo nuevamente; torpemente porque era mi segundo beso, pero besándolo. Sentí sus manos rodeando mi cintura, y eso me llevó al cielo mismo.

Pareciera que estuviera en uno de mis tantos sueños.

Y tal vez, era un sueño que se volvió realidad, pero solo por unos minutos.

Nos separamos cuando el aire se agotó, y el rozó su nariz suavemente con la mía.

—Te quiero.

Mi corazón latió acelerado.

—Yo también. —respondí.

Nos dimos algunos besos más mientras el esperaba un uber que lo llevara a su casa. Cuando llegó, me dio un último beso y se subió al auto. Yo entré a mi casa, observando desde la puerta como se subía al vehículo.

Eso había sido tan genial, tan lindo, tan... mágico. Jamás me había sentido tan bien como en el momento que sus labios besaron los míos, pero, lamentablemente, el sueño acababa de terminar, y había vuelto a la realidad al recordar el olor a alcohol del mayor y sus palabras arrastradas.

Como deseaba que hubiera estado sobrio.

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N/a: Voy a estar esperando los comentarios de "a la ONU no le gusta esto" y sus derivados JAJAJAJA.

Also, el comentario mas original, lle voy a dedicar un one-shot 👀🔥

Así que, voy a estar esperando.

Sin mas, mas allá de la extraña ship, espero que el shot les haya gustado <3

Atte. Liam

Our way out [Trap one-shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora