Capítulo 11

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Departamento de Víctimas Especiales, 6:00 pm

Luego de dejar a Abigahil y a su madre en el hospital, los detectives regresaron a la estación. Tras un recorrido en silencio, Olivia se retiró sola al gimnasio, llevaba horas ahí lo cual le causó intriga a su compañero así que decidió ir a ver qué tanto hacía.
Caminó a través del pasillo, cada vez que se acercaba a la puerta una respiración agitada y golpes se hacían más fuertes. Abrió la puerta con cuidado.

-¡Huh! ¡Huh! - ahí estaba, en el centro del lugar golpeando la bolsa de arena. Sus golpes eran cada vez más intensos.

-<Lo esta haciendo de nuevo> - pensó él mirándola con atención. Llevaba puesto un pequeño short negro que dejaba en evidencia sus hermosas piernas tonificadas y un top mucho más arriba de su plano abdomen. Tragó saliva, su ropa tan pequeña le causó una cierta atracción, el sudor que recorría sus lineas perfectas gozando pasear por su hermosa piel morena, su cabello desordenado bailando de un lado a otro, el aroma que brotaba de sus poros, una mezcla salada con perfume era embriagador. Ella era un total e increíble espectáculo - vamos Liv... es suficiente - se acercó luego que escapó de su hechizo.

-¡Huh! - dio más golpes, se podía escuchar su agitada respiración y un gemido de dolor. Ya se había dado cuenta de la presencia de su compañero pero prefirió seguir en lo que estaba.

-Estas molesta ¿no es así? - tomó una toalla y se la puso en los hombros.

-¿Yo? ¡Huh! - dio un golpe - tu eres el que mezcla la ira con lagartijas ¡huh! - un golpe más.

-Ya, no más... - se interpuso, corrió la bolsa lejos - piensas en lo que pasó esta mañana ¿cierto? - la llevó a una banca a unos pasos, con la toalla secó el sudor de su rostro - sabes que no es verdad.

-¿Quién sabe? - contestó como pudo tratando de recuperar el aire.

-Liv... olvida eso. El gen del violador o asesino no existe - le tomó las manos y quitó las vendas con las que las tenía envueltas, se dio cuenta de lo enrrojecidas que estaban - ya lo hablamos, Liv... no hay ningún agente genético que defina si seremos malos o no. Somos humanos, depende de cómo seamos criados, le enseñas moral al chico, valores y el  chico crecerá bien si no... tendrá problemas.

-Entonces, estas diciendo que al nacer ya estamos condenados - él se detuvo y la miró fijamente - yo no estoy tan segura de eso.

-Liv, ¿pasa algo malo?

-No, es que eso me toca demasiado cerca.

-¿Eso qué?

-Sabes, el único modo en que Abigahil tenga sentido en todo esto, es porque es una fruta del mismo árbol podrido.

-Pero tú no crees eso ¿verdad? - hubo silencio. Ella se quedó mirándolo y él continuó retirando las vendas de sus manos - no eres así.

-¿Por qué tan seguro?

-Te conozco - le sonrió - te conozco lo suficiente como para saber y asegurar que eres una mujer maravillosa - se levantó de la banca dejándola pensativa - de las mejores - agregó dando la espalda.

Mi Compañera, La Morena De Ojos CaféWhere stories live. Discover now