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Llevaba tiempo caminando, el frío cada vez se hacía más presente, pero aún así seguí en busca de un bar. Las calles estaban vacías, no había nadie. La soledad se podía sentir, yo la sentía. No sabía cuánto tiempo llevaba caminando, mis pies comenzaban a doler. Apenas había traído unas zapatillas simples, el frío estaba penetrándose por la fina tela de ellas y de a poco podía ir sintiendo como estos se iban enfriando. De repente comencé a temblar. Estaba siendo una noche muy fría. El viento comenzaba a correr, pero aún así seguía.

Seguí caminando hasta que a lo lejos pude ver un pequeño cartel con luces, apure el paso y llegué. Había encontrado un bar.

Al entrar pude ver a 4 chicos alrededor de una mesa, con vasos de cervezas en sus manos. Reían, y hablaban en voz alta, no llegaban a gritar pero estaban muy cerca de eso. No les di tanta importancia y me dirigí hacia la barra que había al fondo del bar.

En el camino pude distinguir a dos chicos en la barra. Uno de ellos ordenaba las botellas de bebidas y el otro simplemente anotaba en un cuaderno que tenía en sus manos.

Cuando ya estuve frente a la barra, me senté en una de las butacas que había ahí. Al instante el chico que estaba ordenando las botellas se acercó.

- ¿Quieres tomar algo? - habló, su voz sonaba ronca y su mirada demostraba que no tenía muchas ganas de estar ahí, o eso es lo que pude entender

- Una cerveza por favor - le pedí mientras sacaba mi teléfono de mi campera

- Está bien -

Al prenderlo pude ver un montón de mensajes de mis amigos, junto con llamadas que obviamente no había atendido. Lo apagué y volví a guardar en mi campera, no tenía ganas de dar explicaciones, no me sentía bien como para darlas.

- Aquí tienes - dijo mientras dejaba el vaso de cerveza frente a mi

- Gracias - me limité a decir para después comenzar a beber de él

Stay - Jikook auWhere stories live. Discover now