|| OBSESIÓN || YM

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YoonGi estaba apunto de resignarse cuando de pronto sus ojos los cuales se habían acostumbrado a la oscuridad del baúl, fueron arremetido por la luz de una linterna la cual que proyectaba luz encima de su rostro.

- ¿¡Que haces aquí!? - gritó nervioso el chico pelirrojo cuando vió que Yoongi había escapado.

El idol se quedó en silencio, consumido por la completa adrenalina repentina, tomó el arma que tenía encima y le disparó tres veces en el pecho al contrario.
Salió del portaequipaje, agarró el reciente cadáver para adentrarlo en aquel baúl donde hace unos minutos él se encontraba.
Inmediatamente subió dentro de la camioneta y para su suerte el GPS estaba prendido, siguiendo la ubicación de una heladería.
Buscó la dirección de su casa y luego la ubicación de un río que estaba cercano al lugar, el río Han.

Todo iba marchando bien, estaba muy nervioso, pero trataba de calmarse un poco, pero sintió la vibración de un celular que se encontraba en el asiento a un lado de él.
Éste vibraba indicando una llamada, lo tomó y leyó el nombre de Taehyung, ignoro aquella llamada, acelerando el vehículo para acortar la poca distancia que quedaba el río Han.
Al llegar, se acercó lo suficiente a la orilla del río, bajó del vehículo y lo empujó, dejándolo hundirse en la profundidad.

- éste idiota se está tardando mucho - dijo Taehyung mirando la hora en su reloj.

- no importa, ya no quiero helado - dijo nervioso Jungkook.

- Da igual, no regresa hace una hora, ¡solo tenía que ir por un jodido helado! - exclamó.

- ven a dormir, luego lo llamas, amor - contestó nervioso, abrazándo al mayor por la espalda, acariandola y dejando caer su rostro en el cuello contrario, dejando besos húmedos.
- ¿me das besitos? - preguntó, sabía que eso era lo único que lo distraía a Taehyung.

YoonGi había llegado a su casa, ka cuál le causó una fuerte nostalgia y felicidad al verla, sintió que estaba tan cerca de su libertad.
Revisó debajo de la maceta de su planta de flores lavanda, donde estaba la llave de su casa.
Al entrar, inmediatamente buscó su computadora.

- parece que éste es mí día de suerte - dijo en voz alta.

Buscó por internet, boletos de vuelos para ése mismo día, no pensaba quedarse, sabía que lo iban a buscar en cuanto sepan que logró escapar, además podrían llegar a matarlo.

Buscó sus tarjetas para comprar lo que sea para poder irse.
Consiguió boletos para Japón a las 9:30 am, eran las 5:57 am, así que armó maletas con todo lo necesario, se puso un barbijo y anteojos oscuros.
Llamó a un taxi y se fue rápidamente hacia aeropuerto.

Taehyung y Jungkook se encontraban durmiendo hasta que vibró el teléfono de Taehyung.

- ¿Hola? - contestó adormilado.

- Taehyung, ¿Jin está ahí... contigo...? - dijeron desde el otro lado del teléfono.

- Namjoon, son las 5 de la mañana, no tengo idea de dónde está el tarado de Jin, dejame dormir - dijo el de cabello grisáceo con cansancio.

- ¡No me interesa que puta hora es! Él no ha vuelto desde hace 7 horas aproximadamente, la última vez que lo vi, lo mande a supervisar el cartel dónde estás tú y Jimin, ¡lo llamé miles de veces y no contesta el jodido teléfono! - gritó Namjoon preocupado y desespero del otro lado de la línea.

- No sé dónde está, deja de molestar - contestó el menor con indiferencia.

- Búscalo ahora, o te arrancaré los dientes con una pinza, no me hables como si fueras mi amigo, y no me faltes el respeto - gritó enojado el moreno.

- Bien, checaré si está por aquí, y te llamaré si lo encuentro o no - contestó Taehyung para luego cortar la llamada.

Jungkook al escuchar la reciente conversación, no podía conciliar el sueño, comenzó a morderse las uñas, el caos ya estaba próximo en llegar.

Taehyung volvió a dormir, desobedeciendo a Namjoon.