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Emilio.

No, no, no, ¡No!, todo está mal, todo está mal, apresure mi paso al verlos caminar en la fila para abordar. Yo aún estaba muy lejos de ellos, pero si me apresuró tal vez, solo tal vez pueda llagar.

Corría por el concreto intentando llegar,. Mi boca se seco y mi respiración se volvio irregular. Creo... Que no podré llegar.

-¡JOAQUÍN, ESPERA! -grite al verlos subir al avión- ¡JOAQUÍN!

-¡Oiga, deténgase!, no puede pasar, el avión está apunto de despegar -dijo el policía corriendo detrás de mí.

Carajo, llegue tarde.

-No espere, no entiende, yo debo...

-¡EMILIO!.

Mire al avión, Joaco gritaba desde la plataforma antes de subir.
Quise gritarle, pero unas aéreomozas le dijeron algo y lo hicieron entrar al avión.

-Emilio -pronunció Sharon llegando a mi lado, estaba agitada pues corrió detrás mío desde que baje del auto- No podemos hacer nada.

Él policía nos miró raro y después dijo -Debo pedirles que se retiren o tendré que sacarlos a la fuerza, este lugar es peligroso, es la pista de despegue.

Caminamos de regreso al auto, ¡Mierda, debo encontrar otra manera!. Mi frustración llego de repente al pensar que perdí otra oportunidad. ¿Por qué siempre soy así de imbécil?.

Estábamos en el estacionamiento cuando las ganas de llorar me invadieron, no pensaba con claridad solo tenía en mente a Joaquín, a mis hijos y en lo que haré si no llego a ese maldito desfile.

Sharon me miró y extendió sus brazos para darme un abrazo- Oh Emilio, tranquilo, encontraremos otra manera. Compraremos boletos para el siguiente vuelo. Tal vez no podremos llegar a tiempo al evento, pero...

-Ohhh, claro que si podemos -interrumpió Diego con una sonrisa- Que Sharon, contrate un jet privado a parís y vamos a buscarlo, esos llegan más rápido, después Emilio va al desfile, se disculpa con Joaquín, todo estará bien y ¡Bum! Boda Emiliaco.

Sharon rodando los ojos -Diego, esta no es una de tus películas, hablo enserio.

-No, no, tiene razón -dije sacando la tarjeta de crédito donde guardo el dinero que no utilizo- ¡Contratemos un jet privado! -grite caminando al auto.

-¡Sí! -grito Diego sonriendo triunfal.

-No puede ser -Sharon renegó y camino detrás de nosotros- ¡Son peor que niños!, ¿¡de donde creen que sacare un Jet!?.

Joaquín.

Emilio estaba en el aeropuerto, estaba gritando mi nombre así como en las películas cursis, ¿Habrá leído la nota?, tal vez sí, no lo sé. ¡Por dios! Si hubiera llegado un poco antes no habría subido al avión. Ya van siete horas de vuelo y aún no puedo dejar de pensar en eso.

Se que a veces es un inmaduro y que puede ser un imbécil casi todo el tiempo, pero no cambiaría nunca lo que siento por ese pelos de estropajo.

-Cupcake -susurra Ian con sus ojitos cerrados.

Es muy lindo, pensé y acaricie su cabello café. Cerré los ojos e intente dormir un poco, aún falta algunas horas para llegar

Emilio.

-¿Ya terminaste?.

Sharon asiente tomando su maleta -Adiós cariño, nos vemos en unos días, ¿de acuerdo? -dice despidiéndose de Karl- Y cuida bien a tú papá.

Por Accidente (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora