37

1.4K 177 82
                                    


2/3

-No llores, ya voy -dijo Diego saliendo del elevador- Estoy seguro de que Emilio no... -se quedó callado al ver a Sharon y Emilio sentados en el piso recargandose en una pared- ¿qué hacen aquí? -preguntó viendo la cara que ambos tenían- Emilio, Ian está solo en tú casa y está llorando sin parar.

-¡Ian!, joder, lo olvide. Pero estaba dormido cuando me fui -reaccionó levantándose rápido.

-Tranquilo, tú irresponsable padre ya va por ti pequeño -dijo calmando al niño- ¿quieres hablar con él?. Dice que quiere hablar contigo -le paso el celular.

-Papá, ¿donde estas? -preguntó bajito con su voz entrecortada- La luz no enciende y tengo miedo.

-Oh, pequeño ya voy, perdón por dejarte solo -camino a la puerta dejando a ambos atrás.

-Se llevó mi celular -dijo para sí mismo- ¿Por qué hay galones aquí?, ¿y qué estában haciendo aquí? -preguntó.

-Emilio casi incendia la disquera y tú ni cuenta te das.

Fruncio el ceño indignado.

-¡Estaba trabajando mujer! -soltó una risita burlona- Y se le veía muy calmado, ¿qué le dijiste?.

-Todo. Se lo conté todo.

-Oh. Y me imagino que se lo tomó bien porque no lo vi enojado.

-Es que llegas tarde. Grito muchas cosas hasta que se calmo, es por eso. Ahora... Creo que intentará cometer un homicidio, así que vamos por él. -se levantó tranquila caminando hacia la puerta.

-Yyyy, ¿me pagarás las horas extra si te acompaño?, porque sabes que estaba traba... -vio la mirada que le lanzó Sharon, negando con la cabeza- Ok, está bien. No me pages, yo trabajo gratis jeje.

[....]

El auto paro cuando llegaron a una zona sin gente, sin autos. No había nadie cerca a los alrededores, solo se veía un poco por las luces del auto.

-Aquí venía con mi madre y mi hermana. Solíamos acampar aquí. Claro que todo eso fue antes de que supiera lo que son los negocios -comenzó sin mirar al chico a su lado, quien tenía ambas manos en su vientre dando caricias- Creo que la ambición comenzó cuando recibí mi primer sueldo, cada vez quería más. Llegué a ser dueño de varias compañías que perdí tiempo después cuando entré al mundo de las drogas. Esa mierda encerio te relaja y te hace olvidar los problemas, pero ¿de que sirve si al final del efecto todo regresa a ti como una cubeta de agua fría?. Te consume tan rápido que no te das cuenta. -suspiro- Y a comparación de mi hermana quien estaba teniendo un gran éxito en su carrera yo era un fracasado. Dejé de llamar a mamá en algún punto de mi vida y de papá ni se diga. Creí que alejándome de él negocio familiar lograría cosas por mi cuenta y se sentirían orgullosos de mi, pero lo único que logré fue perderlos. Quise regresar y me recibieron con los brazos abiertos, todo comenzaba a mejorar, estábamos volviendo a ser la familia que eramos y yo lo arruine. Me dejaron como jefe y dueño de la disquera cuando papá murió. Sharon aceptó que yo tuviera todo y nunca reclamo, le gustaba verme feliz.

Joaquín lo miró unos momentos. No sabía que pensar ahora. ¿Sharon era su hermana?.

-Y un día llegó una oferta muy jugosa de Londres, querían comprar la disquera y yo acepte sin pensarlo. Mi madre se enojó tanto que aun recuerdo su cara al enterarse. Sharon me defendió, pero no sirvió de nada, me corrió de la casa y volví a ser un fracasado. Me arrepenti un año después cuándo había gastado la mitad del dinero que me dieron por la disquera, trate de regresar y arreglar las cosas, con el dinero que me sobraba y la erencia que me dejó papá logre recuperar los derechos de la disquera pero a concecuencia quedamos en banca rota casi un año, poco a poco volvíamos a tener prestigio como antes. Mi madre murió tiempo despues, yo no asistí a su funeral, no quería verla después de que unos días antes me dijera lo egosiata que fui, aunque sabía que tenía razón. Sharon se quedó con la disquera, ¿y yo?, en la calle. Ella se compadecio de mi y me dio trabajo como manager y aun así yo he tratado de quitarle todo por envidia.

Por Accidente (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora